A la luz del día. En otoño.
Publicado: 22 Ago 2004 12:15
A veces en otoño, a media mañana generalmente, incluso a media tarde, se presenta un viento cálido que trae mucha risa.
En tales momentos suelo poner los brazos en cruz y abandonarme a esa corriente que me elevará varios centenares de metros. Es entonces cuando puedo contemplar de cerca la luna, transparente, en un cielo azul brillante algo difuminado. Luna que a la luz del día ya no tiene ojos. O no los tiene para mí.
No sé. Igual está de espaldas, ¿me estará dando el culo?
Instantes de reflexión, serenos.
Breves, porque en seguida empiezo a sentir frío a las orejas. Y sé que ha llegado la hora de bajar.
Cambio de posición los brazos. De una manera leve soy depositado nuevamente en el punto exacto de partida. El punto exacto. Bajo mis pies atrapadas, involuntariamente, algunas hojas secas protestan en un quejido resignado.
Ahora vuelvo a sentir el peso de mi cuerpo. Ninguna huella de ese vientecillo simpático y grosero que llega sin venir a cuento.
Me he acordado hoy desayunando.
En tales momentos suelo poner los brazos en cruz y abandonarme a esa corriente que me elevará varios centenares de metros. Es entonces cuando puedo contemplar de cerca la luna, transparente, en un cielo azul brillante algo difuminado. Luna que a la luz del día ya no tiene ojos. O no los tiene para mí.
No sé. Igual está de espaldas, ¿me estará dando el culo?
Instantes de reflexión, serenos.
Breves, porque en seguida empiezo a sentir frío a las orejas. Y sé que ha llegado la hora de bajar.
Cambio de posición los brazos. De una manera leve soy depositado nuevamente en el punto exacto de partida. El punto exacto. Bajo mis pies atrapadas, involuntariamente, algunas hojas secas protestan en un quejido resignado.
Ahora vuelvo a sentir el peso de mi cuerpo. Ninguna huella de ese vientecillo simpático y grosero que llega sin venir a cuento.
Me he acordado hoy desayunando.