Los atavíos urbanícolas.

Ya sé que la camisetas de Canibal Corpse son el epítome de toda haute couture, pero me ha dado por el regusto añejo de los tirantes.
En otras ocasiones, han colgado de mi pescuezo pajaritas negras y lustrosas para salir de safari alcohólico, también corbatas tipo cincuenteras de las muy estrechas.
Aunque ahora mismito me pirran los tirantes. Casi idénticos a estos:

Ayer me merqué unos negros por 6 leurones, en una mercería para nonagenarios y los tienen en casi todos los colores. Tal que así:


Me importan cada una de vuestros pareceres, pero antes que nada.
Urdu, anda ven aquí a mi regazo Reina mía y dime con sinceridad, si con estas excentricidades tan impropias de mi cuna, poderío y edad voy a conseguir llevarme una docena de hembras caucasianas como botín a mi cama.
Avisado de que jamás me lo encasquetaré por debajo de la camisa, aún estoy verde limón para una leather party de aquellas con grizzlys amorosísimos.