Arthur Adams.
Bueno sí, el tío es bueno. Pero vamos a verlo comparado con otros autores, de igual a igual. Y como una imagen vale que mil palabras, voy a colgar escaneos de portadas y viñetas, un par por autor. Eso sí, sin mariconadas: los escaneos van a ser de las perlas de cada uno. Mi comiteca no es excesivamente grande, pero es suculenta como podréis apreciar.
Empecemos con la premisa que sus buenos tiempos fueron los viejos tiempos. Voy a mostrar a su favor dos especiales: La Guerra de la Evolución y Días del Futuro Presente (títulos que enganchan por su simpleza y pocas pretensiones).


Ante todo, el color y el papel de los comic-books de antes era de calidad putamierda. Parece mentira, pero en mis manos tengo comics que se ven pixelados. En fin. Art Adams, sí. Los dibuja a todos como críos, lo siento. El tío es bueno, insisto, pero demasiada pureza de rasgos.


Coño, si hasta Lobezno parece metrosexual! A favor: los fondos, currados. Me gusta mucho cómo enfoca el tema tecnológico e interiores. Los paisajes naturales reguleros. Las tías bien, muy femeninas. Los tíos una miaja deslavados. Los bichos y robots muy bien.
Ahora, los míos.
Marc Silvestri
Los recuerdos de juventud siempre están desvirtuados por la lejanía del tiempo y resto de mariconadas, pero su Patrulla (y la de Pajas-Mentales-Claremont, claro) ha sido la mejor. También hay que decir que la saga Inferno ha sido lo más brillante que ha parido el guionista de las barbas, para mi gusto, por encima incluso de La Caída de los Mutantes.


Luego a Marc le entraron aires de grandeza (en breve hablamos también de McFarlane, no os preocupéis) y se piró de Marvel, con todos sus cojones. Que quería crear con total libertad y cosas de esas decía, como siempre. Va el tío y se mete a dibujar Darkness: a un excelso follador le cae una maldición, se acabó el copular. Aparte de la moralina inmediata, Silvestri está claro que se recrea en una de sus virtudes: los bichejos pequeños.


Los rasgos faciales están menos logrados tal vez que los Art Adams, pero todos no parecen niños, coño. Las tías están buenas y los tíos, cachas, pero sin exagerar (cuando hablo sin exagerar, me refiero a que todos no son el puto Hulk, en ocasiones olvidan que son mutantes y no necesitan esteroides). Los bichejos muy bien, los robots algo peor. En cuanto a fondos, los paisajes de ciudad bastante bien. El resto sin más.
Jim Lee
Aunque tengo auténticas aberraciones por ahí (joder, lo que cambia la cosa de tener entintadores competentes a lastres impresentables), Jim Lee metió la cabeza en X-men coincidiendo felizmente con el número 100 de La Patrulla en este país que se llama España. Lástima que la portada que sacaron para ese número, obra de Carlos Pacheco, da un poco por el saco, comparado a lo que el muchacho nos tiene acostumbrados (tengo una de un especial del Ángel que es cojonuda). A lo que vamos:


Momento Figo: va y se pira a DC. Se le ficha para dar vidilla a Batman, fruto de lo cual al tío le endiñan la saga Silencio, donde al bueno de Bruce Wayne se las hacen pasar canutas por pijo y por geek.


Dibuja los mejores rostros de los cuatro elementos que estoy describiendo. Cuando está inspirado y el entintador acompaña, es una delicia cómo cuida los fondos. El Llongueras del comic: cómo se curra los pelajos. Pegas: cuando no se están midiendo el lomo o dando brincos, los muñecos parecen que están posando para el Lecturas, un poco más de frescura por el amor de dios!
Todd McFarlane
Y llegamos a la madre del cordero. Después de los pelotazos de Marbella, en el segundo peldaño del escalafón del sueño americano está este muchacho: Soy cojonudo y lo sé. Dadme al mascarón de proa de Marvel (por aquel entonces) que estoy partiendo la pana en la serie regular y quiero tapas duras y hacerme el macho escribiendo los guiones. Valiente hijodeputa, pensaría Peter Parker si pudiera, porque si en la saga Silencio lo pasa malamente Batman (es posterior... qué cosas, inspiración?), en el Spider-Man de McFarlane al trepamuros lo ha mirado un tuerto.


Hablando de oídas y sin apenas datos, creo que el número uno de su Spider-man fue el primero que vendió un millón de copias en los USA. Para el caso, si no fue con Spiderman, fue con Spawn. Viendo que estaba en pleno apogeo, fue al despacho de Stan Lee, pegó el puñetazo en la mesa y seguidamente cogió una caja, metió en ella su lápiz, su portaminas y sus tripis y se marchó a montar una editorial. Para ganar pasta y hacer muñecos. Este no engañó a nadien. Dicho y hecho.


Calificado por algunos como el mejor dibujante de capas del mundo, no hay duda de que con él hay un antes y un después en el comic masivo mundial. Vamos, que ha sido lo que Matrix a las películas de acción. A su favor, un estilo rápidamente reconocible (que varios de sus lacayos están estirando hasta el infinito), muy vistoso y dinámico. En contra, que puede cansar tantas rayitas, pliegues, arrugas y demás zarandajas que colapsan las viñetas.. y eso, cuando se digna a dibujarlas, claro.
Y de Simon Bisley no hablo que ya me he cansado de escribir y escanear.