Gummo
Una manera de definir esta película sería decir que es ciencia ficción: nos habla de un universo paralelo donde los niños deambulan salvajes entre los restos de un pueblo dearrasado por un tornado, esnifando pegamento y recogiendo gatos muertos para venderlos a las carnicerías.
Otra manera de definirla sería que la directora ha intentado hilar una tras otra todas las maneras que se le han ocurrido para violarte por los ojos y hacerte sentir sucio.
El chico conejo, los recogedores de gatos, las rubias de bote que se erizan los pezones a base de tirones de cinta aislante, la retrasada prostituída, y otros personajes grotescos van desfilando por la pantalla, siempre haciendo al espectador recorrer estupefacto la cuerda floja que separa el documental de la ficción.
Mierda, mucha mierda. Suciedad. Drogas. Violencia. Niños haciéndonos sentir horror. Absurdo. Feísmo y tremendismo.
Yo le doy un puto
9 grande como una nave remolcadora de agujeros negros.
La directora, Harmony Korine, entre otras cosas es conocida por haber escrito en su momento "Kids", otra que también se las traía, impactó y levantó ampollas, ya que mostraba adolescentes follando, drogándose, robando y apaleando gente con sus tablas de skate.
Si os la bajáis, cuidado, mucho cuidado con los subtítulos. Yo me bajé varios, a cada cual más infame. Finalmente me tragué el traducido por sudacas con un traductor automático y salpicado de expresiones como "wey", "conchatumare" y dolorosas conjugaciones del verbo haber sin hache.