El del autobús es sumamente cruel, también el de la camarera (rumana, of course) pero este último, el del coche, es crear pánico en la autopista. Porque un tío (o una tía, que es peor) que te hace eso, sabes que no está bien de la cabeza, y te da un mal rollo que no veas.
(Claro que todo es seguirle hasta que pare a echar gasolina y poner las cosas claras en el área de servicio).
Cuando un coche no respeta la distancia de seguridad y me come el culo excesivamente en un tramo con línea continua, aminorar para mirar por el retrovisor como se pone nervioso y va enseñando el morro con actitud psicópata. Cuando vuelve la zona discontínua, acelerar hasta dificultarle lo máximo posible el adelantamiento. Siempre dentro de los límites de velocidad legales.
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Mi sueño es poder hacerlo algún día con un Ferrari. Y acelerar a fondo cuando algún desdichado me esté adelantando para dejarlo en un instante completamente solo en el carril contrario, tras lo cual encendería un letrero luminoso en el que se podría leer "OWNED".
P.S: Cocó es una sociópata de cuidado.
Jordison escribió: ↑08 Jun 2018 11:33
Joder, la tienes dentrísimo.
Me gusta, en las escaleras mecánicas de los centros comerciales, situarme delante de un niño y aflojar el esfínter hasta dejar escapar una ventosidad tan silenciosa como letal que cae en racimo a la altura de su cara.
Pues este me gusta a mi y lo voy a hacer cuanto antes, y si no lo hago hoy, es porque hoy es Domingo. Odio a los chiquillos.
A la vuelta pasé por al lado de la tuya casa, saqué la cabesa desde mi hauto y grité: CHURETICAS!
una bandada de gabiotar alzó el vuelo, el sol iba sumerjiendose entre las montañias y solo me contestó el eco de mi propia vos...
The last samurai escribió:Cuando un coche no respeta la distancia de seguridad y me come el culo excesivamente en un tramo con línea continua, aminorar para mirar por el retrovisor como se pone nervioso y va enseñando el morro con actitud psicópata. Cuando vuelve la zona discontínua, acelerar hasta dificultarle lo máximo posible el adelantamiento. Siempre dentro de los límites de velocidad legales.
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A mi lo que me gusta, en situaciones similares, es dar un pequeño toque al freno, lo justo para que se encienda la luz, para ver como se asustan, pegan el frenazo, y de repente les ves por el retrovisor a una distancia, ahora ya sí, prudencial.
Me gusta leer que a esos que les gusta vacilar a los que les vacilan con el coche dentro de nada tendrán un parte amistoso que mandar a su aseguradora.
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Si à cinquante ans, on n'a pas une Rolex, on a quand même raté sa vie!
Me gusta, en las escaleras mecánicas de los centros comerciales, situarme delante de un niño y aflojar el esfínter hasta dejar escapar una ventosidad tan silenciosa como letal que cae en racimo a la altura de su cara.
Una vez ví un tipo en las escaleras mecánicas reolisqueandole el ogt (y cuando digo reolisqueandole el ogt me refiero al tío metiendo casi literalmente la naríz en el orto de la otra y aspirando hondo) a una mujer que iba subiendo ajena a la tragedia.
La verdá es que no me gustó mucho :(, de hecho estuve traumada un par de días y SIEMPRE voy con el ogt pegado al lateral de las escaleras.
En sin en cambio me gusta mucho cuando dos gordos en aceleración chocan entre sí en slow motion y sus pliegues y lorzas son sometidos a las leyes de la física en todo su esplendor.
Me gusta sentarme en el balancín que tengo en el porsche, mecerme y olvidarme de todo, como si en el mundo sólo existiéramos los pajarillos que puedan cantar, el balancín, yo y el porsche.
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Dolordebarriga escribió: ↑18 Jun 2024 17:36he aclarado mil veces que fue por metérsela por el culo a pelo a una amiga durante la noche/madrugada de fin de año