Siguiendo una línea de programación que haría dar arcadas al propio Orwel, el próximo otoño, desde la escalofriante Antena 3 nos espera un nuevo reality. Recién llegada del otro lado del atlántico podremos deglutir “La Granja de los Famosos”, programón donde la grácia máxima residirá en ver como los famosillos de turno se pasean entre balas de heno, pozales de estiércol y animalitos cuya existencia solo conocían por verlos envasados en el carrefour. También se les privará de toda herramienta de trabajo propia de nuestro estado de bienestar, a saber: friegaplatos, microondas, canal satélite y alguna rallita euforizante. Si esto ya será duro de por sí, figúrense cuando vean que entre toda esta escasez, tampoco les queda agua caliente con la que sacarse de encima el olor a granjerío, ni alcohol que sacie la frustración de participar en tal circo para ganar unos euros que financien las mismas chuminadas de las que han aceptado privarse en el programa.
Entre los elegidos se barajan nombres tan insignes como el del actor porno con altos deseos de desencasillarse Nacho Vidal, el presentador que ha de cumplir contrato donde sea Alonso Casparrós y la París Hilton cañí Mari Cielo Pajares, esta última será quien consiga que mi menda esté pegada a la pantalla únicamente con la esperanza de ver a la susodicha haciendo de mamporrera de algún gorrino.
¿ Que no les parece suficiente? Pues aún hay más. Para oficiar esta ceremonia quasi-satánica suena a gritos el nombre de Terelu Campos. ¿Se puede pedir más?
La tele que nos viene
Y digo yo que por qué no se le habrá ocurrido ya a alguien hacer Viven V.I.P. de una puta vez.
Que fleten un avión, que lo estrellen en Sierra Morena y que se tengan que comer entre sí.
Posibles concursantes:
Aunque mi favorito para ganar, sería, sin duda alguna
El ganador tendría el honor de ser enviado al Bronx con una esvástica tatuada en el culo.
Que fleten un avión, que lo estrellen en Sierra Morena y que se tengan que comer entre sí.
Posibles concursantes:







Aunque mi favorito para ganar, sería, sin duda alguna

El ganador tendría el honor de ser enviado al Bronx con una esvástica tatuada en el culo.
Me cago en los muertos de Manolo Cardo.