Como ya imaginábamos, el rival de Shaq tiene su handicap. Mientras que Shaq empieza desde 20 yardas, el otro lo hace desde 40. En tres posesiones, o como se llamen, tienen que lograr un touchdown.
Shaq resulta ser bastante más digno de lo que imaginaba, aunque la verdad que las expectativas estaban por el suelo.
En definitiva: mucha morralla en el programa y, bueno, supongo que si uno es un súperfan de Shaq pues está bien. La verdad que el tipo es carismático y él solito llena un programa, pero aún y así está bastante aburrido el capítulo. Supongo que me molaría más verlo en otro deporte que me interese más, pero es que el fútbol americano me resbala.
Y, por si no tenéis planeado verlo, aquí el espoilerazo:
El próximo capítulo será de volley playa. No sé si lo veré, a decir verdad. Me ha dejado bastante frío, sobre todo teniendo en cuenta el nivelón de la tele yanki.
PD: Me habría molado mucho más ver a Shaq corriendo y placando a gente que haciendo la maricona en plan quarterback. Aunque el contrato NBA manda, supongo, en cuanto a riesgos de lesión.