No es esto lo último que quedará por decir sobre las ocasiones que falté a la cita con tus ideas o tus recuerdos.
Aquella musica suave y triste envolvía los espacios y nos hundía en una letanía de formas que se desdibujaban cada amanecer, cuando ardía el horizonte con un fulgor nacarado. Solo cuando la consciencia me abandonaba y cedía paso al instinto al que cegado usaba de guia y consejero se alcanzaba la paz en las puertas del edén, los rios se paraban, descansaban las cataratas, la naturaleza guardaba un minuto de silencio, todos contenian el aliento.
Con la misma sutileza y elegancia con la que te aparecias cada dia por delante de mi ventana te mostrabas ahora plena y de infinitos matices para que mirarte fuera un juego que no tuviera final.
Suelen darse, en todo caso, circunstancias en las que todo se envuelve de tinieblas y que a pesar de la proximidad inmediata no consrguia que nuestras almas se miren y se cuenten lo que se tengan que contar. Son momentos en el que las caricias dejan de tener significado para convertirse en un baile insustancial, sin causa ni beneficio.
No se vuelven los demás de espaldas porque no encuentren nada de lo que eras antes de cambiar. Ellos solo esperan que una vez que vuelvan a mirarte a la cara puedan ver a la persona de antes de todo esto.
¿No te acuerdas de aquellos viajes en los que antes de irse a dormir todos esparaban pacientemente a que tu dijeras buenas noches?, dos palabras tuyas que les dejaban en paz con el mundo y con sus problemas. Y ahora te hundes en una indiferencia dolorosa para cada amigo que te queda. ¿No sería justo que se cambiaran las reglas? La gente sólo pide que mires para delante y olvides parte de lo de detrás. Solo las astillitas que te duelen a tí por las mañanas y a los demas al atardecer.
Recuerdos que no has perdido. Y no los perderás, ¿verdad?...
Creo que nosotros iremos recogiendo el tablero y las fichas, tu si quieres espérate ahí sentadita a que despida a todo el mundo.
Vuelvo a estar contigo aquí a tu lado, esperando salir contigo de este escenario. Aunque no quieras te acompaño, esa decision no es tuya.