A nivel narrativo y de guión, es sin duda uno de los mejores juegos que jamás me he echado a la cara.
A nivel jugable, es bastante limitado, pero lo poquito que tiene y que da, está MUY mimado.
No es un juego que recomiende alegremente, porque se me ocurren un millón de motivos por los que se te puede hacer bola si no sabes exactamente a lo que vas. Puede ser una sorpresa muy grata, o puede ser absolutamente tedioso si no estás del humor correcto o crees que es de otra manera. Imagino que decenas de miles de personas lo han abandonado a lo largo de estos años, y probablemente echen pestes de él.
Dicho esto, en varios aspectos es simple y llanamente una obra maestra.
El juego comienza poniendote en la piel de un tipo que, presumiblemente después de una semana de DESFASE ABSOLUTO, se despierta semidesnudo en la habitación destrozada de un motel y, lo que es peor, con una amnesia TOTAL que le impide no ya recordar lo que ha ocurrido en los últimos días, sino recordar absolutamente nada de sí mismo. NADA. No sabe ni su nombre, ni reconoce su propia cara, ni sabe qué le gusta y qué no, y por supuesto no recuerda a ningún conocido o ser querido ni lo que ha ocurrido con ellos.
Para colmo de males, en los primeros minutos nos damos cuenta de que eres una especie de inspector de algún cuerpo de ¿policía?, y que el cadáver que lleva varios días ahorcado en el patio del motel, es un asunto que deberías investigar.
Pues ale, a bailar con eso.
A nivel jugable el juego es una mezcla algo tosca en sus mecánicas, de un rpg y un point and click. Nos moveremos por el escenario con nuestro personaje, permaneciendo muy, muy atentos a todos los objetos u otros elementos con los que podamos interactuar. Cuando nos encontremos con alguien, pasaremos a hablar con ellos, y ahí estará el meollo de la cuestión:
Como pasaba en el Fallout, por poner un ejemplo ultrapopular, en nuestras conversaciones tendremos cháchara descriptiva (maravillosamente escrita) pero también momentos en los que poder realizar una tirada de dados que, si superamos, nos harán "ganar" en el "combate" dialéctico, desbloqueando información extra, o convenciendo al otro personaje para que haga algo, etcétera.
Las probabilidades de acierto aumentan en función de tus puntos de habilidad en cada categoría. Habrá una habilidad de Instinto, otra de Resistencia, otra de Savoir Faire, otra de Coordinación Oculo-Manual... cuantos más puntos inviertas en una habilidad, más fácil tendrás superar las tiradas que tengan que ver con ella.
Pero cuidao. A lo largo del juego se te dan muchos puntos al subir de nivel (completando objetivos y misiones), pero hay tal cantidad de habilidades diferentes, que es imposible llenar todo al máximo. Hay que elegir. Y de eso depende tu intuición y tu estilo de juego.
No se me ocurre una manera de acabar el juego haciendo una partida perfecta salvo si hacer "trampa", grabando antes de una tirada y luego cargando hasta superarla. No diré que no se deba hacer, pero sí es cierto que el juego está pensado para que aciertes, pero también para que la cagues mucho. Y dejarse llevar y asumir tus cagadas, es una experiencia que merece la pena. Para ser un Dios invencible ya tenemos los juegos de Bethesda.
Otro de los puntos fortísimos es su ambientación, tanto a nivel artística como narrativa/de lore.
El mundo que nos presenta es más o menos realista, pero también contiene interesantísimos elementos fantásticos que es francamente interesante descubrir: la trágica historia de la región de Revachol, averiguar cosas sobre la naturaleza de la Palidez, la posibilidad de que existan unos seres llamados Fásmidos que solo unos locos se molestan en investigar, el origen de unas frecuencias fantasma que de vez en cuando se cuelan en las transmisiones radiofónicas habituales...
Todo eso, unido a una ficción histórica muy bien escrita y presentada, al principio puede provocar un poco de shock por la cantidad de info que nos llega, pero si pasamos el bache y colocamos cada pieza del puzzle ambiental, el juego es una gozada para los que nos gustan los mundos ficticios BIEN escritos.
Gráficamente el juego es una preciosidad. Id a un Youtube cualquier donde se muestre un poco de gameplay, y enamoraos sin remedio.
Y para no hacerlo muy largo, remarcar una vez más la maravilla de trabajo en el guión y creación de cada personajes. TODOS genialmente escritos. TODOS encantadores (o repulsivos) a su manera. TODOS con una historia interesante que descubrir por debajo. Algunos de corte más humorístico, otros más oscuros, otros directamente trágicos. Pero todos interesantes y mimados al máximo.
Una gozada.
Y por supuesto Kim Kitsuragi. Nuestro compañero, cómplice y testigo obligado de lo que sea que vayamos a hacer. Uno de los mejores compañeros que he tenido el placer de jugar en cualquier videojuego, ever.
Así pues, termino advirtiendo que este es un juego que se puede hacer bola. Sin temor a equivocarme, diría que el 90% de este juego se trata de leer. En serio. Hay millones de palabras. Es como una novela bien gordota. Algunas conversaciones nos llevarán 20 minutos o más (la última es como 1 hora si lo lees TODO). Y no serán pocas. El juego creo que he tardado en terminarlo unas 40 y pico horas sin saltarme ninguna conversación.
El otro 10% diría que es explorar el mapa, moverte y gestionar inventario/habilidades.
Si estás dispuesto a lidiar con eso, adelante. Es una joya.
Si quieres acción, pew pew, saltar por los tejados, aniquilar monstruos... elige otra opción.
Un 9.
