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El club" de
Leonard Michaels.
Siete hombres se reúnen en una casa a las afueras de Berkeley, California, con la intención de fundar un club cuyo propósito ninguno de ellos tiene claro. Superados los titubeos iniciales, y a medida que la noche avanza y las copas empiezan a bajar, un deseo poderoso y apasionado de hablar, de descargar y compartir, de tratar de comprender sus sentimientos, sus inseguridades y sus vidas se irá apoderando de cada uno. Kramer afirma que se ha acostado con más de seiscientas mujeres; Berliner y su mujer se pegan para ponerse a tono; Cavanaugh está obsesionado con su pasado como jugador profesional de baloncesto, y Terry no puede olvidarse de Deborah Zeller.
El club es la primera novela de Leonard Michaels, una obra mordaz, compasiva, oscura y divertida sobre la antigua masculinidad. Desde su publicación en 1981, ha sido leída —y en ocasiones criticada— por algunos como una alegoría sobre la misoginia, aunque, en palabras del propio autor, lo único que intentaba era «describir cómo son en realidad ciertos hombres. Eso es todo».
Siete tipos se reúnen en una casa, y se van cociendo como puerros y van hablando de las mujeres que les marcaron, contando historias. En realidad, y a pesar de que el libro tiene fama de abordar la misoginia desde la ironía, a mí lo que me ha gustado (y mucho) es cómo está escrito. Quien me lo recomendó me dijo "Es como ver una reunión de unos tipos de Vox desde dentro", pero en mi opinión el libro no tiene nada que ver con eso. Es poco realista, porque es imposible que se junten tres personas random en una casa y todos sean tan buenos contadores de historias. Es poco realista, porque siete desconocidos jamás contarían cosas tan íntimas y con tantos matices, y con tanto dolor y vulnerabilidad. En realidad, no sé ni lo que digo, el caso es que todo da igual, porque lo que me ha gustado es cómo está escrito. Es muy cortito, igual a Pochola o Szalai les podría gustar.
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La casa de Bernarda Alba" de
Federico García Lorca
Cuando me atasco y no encuentro nuevo libro, me suele gustar leer teatro, porque en una hora te has ventilado el libro. Como no sabía muy bien qué leer, probé con "Tío Vania" de Chejov (por aquello de que sale en "Drive my car") y me pareció que tenía demasiados personajes con nombres rusos para mi mente dispersa, así que le di a Lorca. Se lee en 50 minutos, está bien escrito y refleja una época y una España deprimida, atada a las tradiciones más castrantes y represivas, y se puede disfrutar sin ser fan de la ropa negra y las casas encaladas. Curioso, me lo imaginaba diferente.