Eso es poque tú tienes demasiado reciente la bricomanía jipiguarronga de empapar una camiseta chillona con lejía de oferta y anudarla a un palo de fregona justo en el centro para que haga fractales de pasotilla.
¿Sabes a lo que me refiero, verdad?
¿verdad?
¡Ay, por el cardado de Jimi Hendrix, decidme que no fui sólo yo y Straika!
