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Soy un persona instruída sobre las emociones humanas, lo cual me lleva a conocer muy bien a la gente de mi círculo privado.
Mi insaciable sed por darle un caudal de experiencias nuevas a mi cerebro -ese pequeñín hijo de puta que se quiere despegar de mí e irse él solito a conocer mundo- me ha llevado a meterme en el cuerpo de todo menos pollas. Y los alucinógenos, que aun no los he probado.
Tu apunte es magnífico y casi definitivo: me gustan los porros, si pudiera plantaría marihuana y si por mí fuera pondría a todos los hijos de puta de este universo a mamar del pezón de su dulce aroma.
Para una mente creativa, no creo que haya nada en este mundo (follable, fumable, potable o cagable) más útil que el cannabis, y por lo tanto su influencia forma parte -quiera o no, para lo malo o para lo bueno- de mi vida.
Por otra parte, tampoco hay nada tan esplendoroso como observar el arte bajo sus efectos.
Como buen fumador ocasional de María no trabajo ni estudio, ni tampoco tengo un plan de futuro que no sea sacarme la quiniela.
En el "Test de los 4 temperamentos" del FB me ha salido que soy Melancólico, ¿acabaré pegándome un tiro con una chuta colgando del brazo?
En fin Urdu, prométeme un invernadero de Marihuana, una choza con cuatro tablas y una escopeta de cartuchos por si las moscas y soy todo tuyo.
