Cuentos de Juan Abarca.

[Grumete]

GRAN EVENTO





¡Gran Concierto Extra Musical en el Coso de las Reventas!

Patrocinado por los Cuarenta-Secundarios-pero-esto-es-lo-que-hay de Eliot Ness, contará con las inigualables actuaciones de El bulbo raquídeo de Tiziano, La hernia discal del Bosco, El bigote de Velázquez, Los tímpanos de Goya, Pablo Ruiz Pikachu, Las nalgas de Tintoretto, La trompa de Eustaquio, El tendón de Aquiles, La flauta de Bartolo, Las vueltas que da la vida, El libro gordo de Petete, La madre que los parió a todos, La próstata de mi jefe, Alejandro Sainz & the Copilotos, Iñaki Induraingarín, Patera, Georgie Down, Enrique Dislesias (en playback), Mago Veloz, Zapato de Oz, No me pises que te meto, Aprovecho para recordar a todo aquel que deba dinero a alguien que las cosas no son asín, y otros de no menor categoría musical y humana: de mucho menor categoría musical y humana todavía.

No se permitirá la venta de alcohol, la cerveza tendrá cero grados, los refrescos no tendrán gas, los asientos no tendrán almohadilla, el aire no tendrá más que humo y polvo, los bafles no tendrán altavoces, los grupos no tocarán nada, los focos no darán luz, se pondrá a llover seguro, no habrá escenario, no habrá concierto, te pitarán los oídos durante varios días, habrá cargas policiales a la salida sin motivo alguno, habrá cacheos en la entrada (con especial hincapié entre las piernas), habrá tanta gente que no se verá nada, acabarás con tortícolis, agujetas, almorranas, dolor de cabeza, malestar general, vómitos, hemorragia interna, hemorragia externa, cirrosis, cáncer, legionelosis, benemeritosis, verborrea, amputaciones, arcadas, te robarán la cartera, la chupa, la virginidad, tu juventud (divino tesoro), te pondrán un ojo morado, te pondrán el otro ojo morado, te quedarás sin dientes, sin ilusión, sin ganas de vivir.

Precio de las localidades: 10.000 pesetas españolas.

El dinero se lo llevará todo el organizador para... los negros o algo de eso. Los grupos no cobrarán, que bastante tendrán con los vítores y plácemes de la chusma. Que se pongan a trabajar si quieren comer.

Si vas a ir, date prisa en comprar las entradas, que se agotan. Si no piensas acudir, tú mismo te condenas al ostracismo. Ten en cuenta que toda la ciudad va a presentarse allí. ¿De qué piensas hablar mañana con la gente? Además, ¿qué pasa? ¿Estás acaso en contra de ayudar a los negros? Mucho cuidado, que pensamos ir por las casas al día siguiente multando a todo aquel que no pueda demostrar su participación en el evento. A parte de la multa, daremos capones a los inculpados y nos mofaremos de su individualidad señalándoles con el dedo. Los más pintorescos serán llevados a programas nocturnos de máxima audiencia, para que el grueso de la humanidad pueda actualizar su idea de cómo no hay que ser.

Para los casos de fuerza mayor (enfermedad terminal, muerte, haber sido secuestrado , etc) habrá que presentar justificante. Aquellos que no lo presenten serán despojados de sus vehículos por la grúa, con carácter definitivo.

En cualquier caso nos parece apropiado recomendar a toda esta gente que, al menos, memoricen el resultado del último partido y una o dos jugadas importantes: a ser posible, alguna gran injusticia del árbitro o algún fallo garrafal de quien sea. Esto último, a parte de ser evidentemente reconfortante, les permitirá mantener alguna que otra conversación en el bar (¡y recuerden: coñac, pidan coñac!¡no lo estropeen!).

[Grumete]

EL FIN DEL MUNDO




Estaba la cosa que ardía. La gente no cabía en sí misma, así que quien más y quien menos hacía explosión, dejando todo perdido de pedazos de su cuerpo. Se avecinaba la gran hecatombe. Las madres llamaban a sus hijos desde la ventana con una urgencia desconocida. La calle quedó desierta, ni siquiera las ambulancias acudían en respuesta a las llamadas más acuciantes, así que aquel día muchas personas no pudieron sacar el desatascador que se habían introducido en el ano.

Los semáforos se empeñaban en regular el tráfico, pero no circulaba vehículo alguno. Las plazas de garaje estaban petadas hasta las trancas, y los conductores se escondían en el lugar más recóndito que encontraban bajo las sábanas, sollozando y rezando a san Críspulo, patrono de la desesperación absoluta. Tanto temblaban, que los sismógrafos detectaron aquel día un leve terremoto.

Los chuchos, los gorriones, las palomas, los gatos, los patos mutantes del Manzanares, el alcalde... todos se escondieron en sus casetas y nidos, o bien excavaron un profundo agujero bajo tierra donde mejor les pareció.

Los ricos se metieron en sus refugios nucleares. Los desheredados se dedicaron al pillaje con afán, pero la ola de terror les fue atrapando también y finalmente soltaron los electrodomésticos y los chuletones que acababan de adquirir gratis en el hiper y corrieron a sus chabolas, donde se encerraron dando seis vueltas a la cerradura de la puerta blindada.

El defensor del pueblo dimitió. Los superhéroes se cortaron la coleta y se acogieron todos a su otra personalidad normal. Nunca más se supo de ellos. El presidente del gobierno, en su despacho, abrió un libro sobre el cultivo de zanahorias y comenzó a leerlo muuuy despacito mientras saboreaba un habano. Los asesores de la Casa Real emprendieron la compulsiva redacción de hasta tres o cuatro discursos triunfales distintos, adaptado cada uno de ellos a uno de los posibles desenlaces.

Los amantes se pusieron las botas, olvidándose por completo de tomar precauciones. Todos los ejemplares del Kamasutra habían abandonado las estanterías y yacían abiertos por alguna página. En millones de hogares hubo gente que se inició en la sodomía, la zoofilia o la coprofagia. Curiosamente, no hubo nadie que no lamentara haber esperado tanto para descubrirlo, ahora que ya era demasiado tarde...

Los banqueros se pegaron todos un tiro en la sien. Los presidentes de los clubs de fútbol se repartían, enloquecidos, absurdos fichajes a bajo precio. Todos los jugadores de la liga nacional y de la liga de Champiñones cambiaron de equipo en tan sólo unas horas, como si de cromos se tratase. Los apoderados y representantes de artistas y toreros deambulaban furiosamente por sus oficinas revolviéndolo todo, pero en medio de su desorden no lograban encontrar aquel tratado que compraron un día sobre el cultivo de zanahorias.

La centralita del Papa de Roma se colapsó a causa de las llamadas de curas, obispos, cardenales y papas cismáticos. Todos sin excepción habían perdido la vocación y lo comunicaban a sus inmediatos superiores, mientras descubrían las delicias de la auto-sodomización con el palo de la escoba. Muchos lamentaron también no haber sido antes tan sinceros consigo mismos, mientras sus biblias se iban quedando pegadas como Penthouse de adolescente.

Pero al final no pasó nada. El concierto de Enrique Iglesias fue suspendido por causas ajenas a la organización y todo volvió a la normalidad: los banqueros resucitaron, el presidente se despertó con la cabeza metida en el libro... en fin, un mal rato.

[_KraD_]

MI QUERIDO DIARIO:



Hoy he tenido un gran día y he aprendido muchas cosas.

En primer lugar he estado hablando con un cubano mulato muy simpático que tocaba el saxofón. Le he preguntado por su instrumento. Quería saber si estaba en mi bemol, si bemol, fa, o en fin que me dijera en qué tono estaba, ya que no entiendo mucho de saxos y quería conocer el carácter de ciertas cábalas matemático-musicales que estaba garrapateando sobre un papel pautado.

Mi pregunta le ha hecho salir de su compleja nube. Con cara de estar todavía pensando en su partitura, me ha mirado asombrado y ha mascullado por cortesía algo parecido a: "¿EH? ¡EN SI BEMOL!". Acto seguido se lo ha pensado mejor y rebuscando en su memoria con muy azorada expresión, renunciando definitivamente al cálculo que le ocupaba momentos antes de mi interrupción, me ha dicho: "NO, NO, ESPERA... ESTOY COMIENDO MIERDA... ESTÁ EN..." (no sé qué otro tono me ha dicho).

Yo es que no viajo mucho. No conozco Cuba, no conozco muchos cubanos, en realidad sé dónde está Alcobendas por pura chiripa. Es por eso que me ha impactado tanto aquello de "estoy comiendo mierda" (en adelante, la frase "A") que no tengo ni la menor idea del tono en el que suena el famoso saxo. En realidad ya no me importa.

Mira que son expresivos en Cuba. Y ¡con que naturalidad lo ha dicho! Nada de "estoy errado" o "pido disculpas, creo que no he sido exacto" o "quiero decir que...". Yo no pido elegancia a la gente, si yo suelo comprender todo lo que oigo al margen de su estilo y/o procedencia (incluida, por supuesto, la frase "A"). Me podría haber dicho incluso "espera, no me hagas ni puto caso" o bien "no, no, cagondiós, es esto otro". Pues no.

Más tarde me he encontrado con un amigo que venía de un festival de rock que hubo ayer en un pueblecito. Me ha contado que uno de los grupos acabó su actuación diciendo: "A TOMAR POR CULO DIOS". Al parecer, al acabar el concierto un pueblerino comentaba: "Me parece fatal lo que ha dicho ese joven. pero ¿qué se habrá creído? que lo hubiera dicho de otra manera, yo qué sé, por ejemplo... ME CAGO EN LA VIRGEN" (en adelante, la frase "B").

Vamos a ver. Yo debo ser muy de ciudad y en cuanto me cuentan cualquier cosa que ha pasado por ahí, lo flipo. Osea, que incluso suponiendo que la virgen y dios sean seres tangibles y por tanto se les pueda hacer pis, caca y demás vejaciones acerca de las cuales prefiero no extenderme, ¿qué fugaz pensante brisa habrá surcado la neurona que había bajo aquella boina, para que se produjera en ella tan sinpar silogismo? ¿Qué absurdo ranking de blasfemias pone "me cago en la virgen" tan por debajo de "a tomar por culo dios"?. Y yo que tan risueñamente perpetro las letras de un grupo que hasta hoy creía bastante soez ¿cómo sabré a partir de ahora si estoy haciendo pupa o no... y ¿a quién?

Cuando ya pensaba que me podía ir contento a la cama ("¡cuánto he aprendido hoy!" me decía), me he visto inmerso en otra situación digna de ser apuntada. Y perdóname, mi querido diario, si hoy me extiendo en exceso. Me vas a dar la razón.

Un poco más tarde, mientras conducía mi Ferrari cargado de artilugios musicales, una señora me ha cerrado un poco el paso con su vehículo en un semáforo. Yo no le he dado mayor importancia y he seguido mi camino tan tranquilo, pero el dicharachero teclista que iba conmigo de copiloto se lo ha tomado muy mal. Ha empezado a hablar y hablar él solo acerca de aquella mujer. De verdad que ha dicho cosas muy, muy feas acerca de ella. Pero él iba más allá: su odio no estaba dirigido hacia la persona en concreto. No, no, en verdad estaba desarrollando una auténtica teoría (y no se la acababa de inventar) cuyo punto de partida era: "NO ME EXTRAÑA QUE LA VIDA NACIERA DE UN CHARCO" (en adelante, la frase "C"), y según la cual, claro, como nuestros primeros antepasados (las algas azules) salieron de un charco, por eso somos tan hijoputas y nuestros pensamientos son tan sucios.

Y todo esto por un estúpido pique menor en un semáforo, que de verdad-de verdad no importaba una mierda. Yo me pregunto qué mente es más sucia ¿la de aquella señora que seguro que ha hecho en la vida cosas muchísimo más feas, a saber cuáles, por cierto? ¿La de mi querido teclista, que es capaz de desarrollar y enfocar una cantidad de odio cien veces superior al calibre de una ofensa que ni siquiera existía? ¿La mía, que me descojono de los dos y me permito la licencia de escribirlo en ti, que tanto sabes de mí y de las gigantescas perrerías de las que soy culpable? ¿La de aquel lector que quizá se esté preguntando en estos momentos cuál es la mayor putada que ha hecho en su vida a alguien?

Pues no acaba aquí la cosa, mi querido diario. Resulta que más adelante me he encontrado con otro conocido y nos hemos tomado unas cervezas. Con la tontería, nos hemos puesto a hablar de la frase "A", de los cubanos, de Dinio, de Marujita Díaz, de la edad, de la cirugía estética... y cuando me he querido dar cuenta, mis tímpanos (ya curados de espanto tras vibrar al son de las frases "A", "B" y "C") han sido hollados con el pensamiento del siglo: "...lo del Dinio tiene valor, de todas maneras, porque imagínate que te metes en el sobre con la Marujita Díaz un día que haga mucho calor... ¡A LA QUE TE DESCUIDES SE TE QUEDA MEDIA MARUJITA DÍAZ PEGADA!" (en adelante, cómo no, la frase "D").

Mi querido diario, hoy no pienso reflexionar nada en absoluto acerca de la frase "D", me voy a la cama (solo) que mañana será otro día y los acontecimientos en los que me he visto envuelto se escapan de mis manos.

Seguro que hoy sueño cosas normalísimas.

}:-D

PD: Escribiendo no es espectacular, ni de lejos, pero es curioso.