
Ya que Patizambo tuvo la gran idea de poner el link al "Grandes Éxitos" de los inefables Devo y hablar de ellos en el foro (Dios, ¿por qué no lo habíamos hecho antes?), yo he tenido la cochambrosa idea de comentar algunas de mis canciones preferidas de ese recopilatorio (desafortunadamente no está incluída la por otra parte enervante "Disco Dancer"). Normalmente soy incapaz de comprender -y con razón- que a alguien no le guste la misma música que a mí. Pero, en el caso de Devo, entiendo perfectamente por qué a alguien podría provocarle náuseas la escucha de este mítico grupo y su robótica y descorazonadora música. Yo, sin embargo, soy un fan desde hace años: probablemente uno no se los puede tomar demasiado en serio, pero qué coño, es imposible no terminar queriendo a estos cretinos. Cosas como "Jocko Homo", "Peek-a-boo" o "Mongoloid" constituyen un perenne monumento a la gilipollez humana, mientras que clásicos como "Whip it", "Secret Agent Man", "Be stiff" o su versión del "(I can't get no) Satisfaction" de los Stones hacen que les guarden un pequeño rinconcito en tu corazón.
Lo más increíble de estos tipos sin igual es que realmente, y contra todo pronóstico, ¡resultó que se lo tomaban en serio! Joder, hay que quererles, no hay otro remedio, ¡son Devo! ¡D-e-v-o! y eso, como mínimo, ya significa que son especiales.
"Jocko Homo" : Sin duda una de las canciones más mongólicas de todos los tiempos. Irritante e irresistible a partes iguales: tiene un maravilloso y breve riff inicial que te captura al instante y te anuncia (falsamente) que te encuentras ante una canción de dimensiones beatleianas... para al segundo siguiente desencajarte las neuronas con unos ritmos totalmente estúpidos en los que no, no asoman los Beatles por ninguna parte. Un ritmo de batería cretinoide hasta el delirio, unos arreglos borderline que pondrían los pelos de punta al mismo Buda, una voz sincopada e insolente (por momentos recuerda a Jello Biafra -y mucho-, por momentos recuerda a John Lydon, y por momentos parece sencillamente que se estén quedando contigo), y unos garrulísimos coros de frenopático. Uno de los puntos fuertes es la espléndida letra, propia de un oligofrénico con ínfulas filosóficas: una maravillosa oda al evolucionismo darwiniano plagada de frases tan geniales como "Dios hizo al hombre pero el mono puso el pegamento" y un estribillo profundo como pocos: "¿no somos hombres? / ¡somos Devo! / ¿No somos hombres? / ¡D-e-v-o!"
Pero, pese a lo absolutamente subnormal de las partes, el todo resulta en una canción jodidamente entrañable... si consigues no odiarla (cosa nada fácil, por cierto), te volverás un fan de Devo.
Si quieres romper con tu novia y no sabes cómo, convéncela para follar con esta aberración de fondo musical. Te mandará a la mierda definitivamente. No hay ninguna duda de ello.
"Mongoloid": Pocas veces una canción hace tanta justicia a su título. Un ritmo techno-gótico digno de un bajista principiante pone la base para esta feliz oda al síndrome de Down (no, no lo digo en tono metafórico, ¡es que la letra habla de eso! ¡en serio!). Ni que decir tiene que ningún grupo de hoy en día se atrevería a publicar un tema semejante (¡un himno al retraso mental! ¿en la era de lo políticamente correcto? ¡imposible!). es la canción perfecta para entrar con buen pir en cualquier ONG y hacer muchos amigos entre sus integrantes.
"(I can't get no) Satisfaction": Devo versionean (se supone) a los Rolling Stones, aunque la canción es tan sólo reconocible por la letra. La canción termina siendo mucho más Devo que Stones, con sus característicos ritmos sincopados y agónicamente monótonos. De hecho, Devo deciden pasar completamente de lo más característico de la canción original: las tres notas de su riff inicial, y se dedican a ¿cantar? la letra sobre la base musical que a ellos les sale de los cojones. Gran versión, es como deshidratar y meter a los Rolling Stones en un sobre como esos que llevan los astronautas en órbita. Con justicia es uno de los temas más conocidos de Devo, e ideal para echar de casa a cualquier visita inoportuna ("No te importa que la ponga otra vez, ¿verdad? Es que me gusta mucho"). Un clásico, se mire por donde se mire.
"Whip It": Otra de las canciones más conocidas de Devo y otro clásico indiscutible. Como es habitual en ellos, toman un estilo (en este caso se supone que la ¿música disco? ...cualquiera sabe) y lo llevan a su terreno, convirtiéndolo en una sucesión de obsesivas repeticiones minimalistas. Desde luego es una de las perlas del grupo, y probablemente uno de los grandes himnos sadomasoquistas que quiero creer no falta en ningún antro gay que se precie (yo si fuese gay y no ponen esta canción protestaría). Además de la adorable sucesión de mini-riffs y mongo-arreglos, hay que destacar el alucinógeno videoclip de la canción (maravillosamente hortera, y genial hasta el delirio, en serio, ¡es uno de los mejores videos de la historia! ¿por qué no iba a serlo? ¿sólo porque sea malo?). Así que si "Born to be wild" o "Radar Love" están hechas para cruzar las carreteras americanas en Harley, "Whip it" es sin duda la banda sonora indicada para dejar que tus prietas nalgas asomen en un pantalón de cuero recortado. Get straight!
"Girl U Want": Por no perder la costumbre, Devo siguen intentando hacer canciones con el menos número de notas posible. Esta no llega al nivel de genialidad oligofrénica de "Jocko homo" o "Whip it" y suena más como una canción convencional de pop de finales de los 70, estilo The Knack. De todos modos es bastante pegadiza, por decirlo de algún modo es como la "My Sharona" de Devo.
"Freedom of choice": La palabra es "reciclaje". Si el plástico, el vidrio o el aluminio se reciclan, ¿acaso no se iba a poder reciclar la música de Devo, que está compuesta básicamente de esos tres materiales? El grupo recicla los riffs de "Whip it" y crean una canción totalmente nueva, que se convierte en uno de los grandes himnos de su carrera. Es lo más cerca que Devo llegan a estar de una canción con contenido filosófico, aunque nadie debería esperar algo del estilo de Bob Dylan, desde luego. Digamos que "Freedom of choice" sería el "My generation" de Devo si no fuese por ese ritmo maravillosamente estrambótico y machacón que uno no sabe si es más adecuado para hacer aerobic o para contemplar embobado cómo da vueltas el tambor de la lavadora.
"Peek-A-Boo": Es literalmente imposible no claudicar ante el computerizado encanto de estos pequeños himnos ciber-Down. "Peek-A-Boo" es lo que resultaría de que Kraftwerk, por una vez en su vida, hubiesen tenido una noche de sexo (realmente cuesta pensar en que Kraftwerk pudiesen haber tenido algo parecido a una groupie, ¿verdad?). O sea, Devo convertidos en unos Kraftwerk eufóricos que nos regalan uno de los estribillos más estúpidos de su carrera: "Pick--a-boo! Haa ha ha haaa! / Haa ha ha haaa! / Pick--a-boo! Haa ha ha haaa!".
"Through Being Cool": Quizá una de las canciones más humanas de esta caterva de tarados. Es algo que recuerda remotamente al funk, incluso por momentos a Prince (he dicho que "recuerda", no que "sea" funk) y es sorprendente desenfadado para provenir de ellos. Probablemente, y dada la actitud tocapelotas del grupo, eligieron esta alegre musiquilla precisamente porque es para describir a las pandillas de jóvenes violentos que van por ahí abriendo cabezas. "Sé un hombre o sé un ratón"... desde luego no se puede acusar a Devo de carecer de mensaje...a veces.
"Workin' on a coalmine": ¡Increíble! Aunque parezca mentira, Devo también pueden hacer una versión que suene muy parecida a la original. En este caso respetan enormemente el mega-clásico soul de Lee Dorsey: la misma estructura, las mismas melodías, armonías vocales...se ve que la original ya les gustaba mucho tal y como era y no se la cargan como de costumbre. Por cierto, recomiendo fervientemente la canción original de Dorsey: es uno de los temas que con más facilidad pueden alegrarte el día, pese a que hable de un tipo que se deja la vida trabajando como un perro en una mina de carbón. Pero es que la de Lee Dorsey es una de las canciones más pegadizas de todos los tiempos, sin discusión alguna. Mucho mejor que el Prozac.
"Devo Corporate Anthem": Supongo que lo primero que debe pensar alguien que la escuche es "pero qué cojones es esto". La respuesta es muy simple: el Himno Corporativo de Devo. Un garrulísimo sintetizador que lo mismo puede servir para una congregación semi-sectaria de obreros en una futurista macroempresa japonesa, que como banda sonora de una película de serie B sobre el Rey Arturo. Así son Devo: polivalentes. Como el plástico.
"Be Stiff": Devo rocks! Sí amigos, Devo también sienten la llamada del rock'n'roll y para muestra queda "Be stiff". Pese a su característica naturaleza aséptica y profiláctica, juro que aquí llegan a recordar (dentro de lo posible) a los Rolling Stones de los 70: una estructura idéntica a muchas canciones de los Stones, y guitarras que imitan sin ningún disimulo a Keith Richards. Lo más gracioso es que cuando versionean a los Stones se empeñan a sonar lo más Devo posible, mientras que aquí se empeñan en sonar tan Stones como puedan. Qué milimétrica paradoja... porque todo en Devo es milimétrico, por descontado. Desde luego tienen más encanto intentando imitar a los Stones que Supergrass.
"Come Back Jonee": Podría perfectamente haber sido grabada por pacientes psiquiátricos en un taller ocupacional.. lo cual significa que sí, son Devo. Aquí hacen su "Johnny B. Goode" particular, con organitos nefastos y arranques guitarreros a lo Chuck Berry. Decir que esta desastrosa canción es buena sería mucho decir, pero no se puede negar que tiene un encanto monumental escuchar lo de "Jonee be good", los coros femeninos o cómo intercalan guitarreos en mitad de todo el despropósito.
"Secret Agent Man": Un pequeño experimento musical: ¿qué pasaría si la canción de la nueva película de James Bond fuese compuesta y grabada con un Casio PT-1, robando exactamente la mitad de los riffs del "Peter Gunn" de Henry Mancini (no la mitad en número, sino la mitad de cada riff... sí, como suena)? La pregunta parece estrambótica, pero eso es exactamente lo que es "Secret Agent Man". Imperdonables solos de organito combinados con uno de sus mejores estribillos (con decir que me traen a los Kinks a la cabeza, en serio, por brevísimos -muy brevísimos- momentos desl estribillo dirías estar oyendo al grupo de Ray Davies). De nuevo irresistibles segundas voces (nada que ver con un coro de gospel, desde luego). También es una canción sorprendenmente humana, ¡hay hasta cambios de intensidad!. No puedo evitar descojonarme cuando escucho con qué descaro roban todo lo que pueden del "Peter Gunn" pero cortándolo antes de que sea legalmente un plagio. Qué sirvengüenzas hijos de puta.. pero qué gran canción en su cretinez.
"The day my baby gave me a surprize": La ¿nauseabunda? canción de amor de Devo. Devo también tenían sentimientos, y aquí demuestran que pueden hablar de amor como cualquiera. El que en la letra salga la palabra "accidente" es sólo un detalle sin importancia.
Si durante la escucha veis a Mario Bros huyendo de los barriles que le tira un gorila, no os precupéis: es un efecto secundario habitual.
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Por último, una advertencia sanitaria: si alguien padece trastornos neurológicos o psicológicos a consecuencia de la sobreexposición a Devo... la culpa es de Patizambo, que habló de ellos primero. Cosedle a demandas.
Devo in Mongo-Concert, ¡una experiencia definitiva!
