A tomar por culo, ni juicio a sadam ni ostias, los republicanos se han llevado un buen vapuleo

Un halcón veterano y fiel amigo de la familia presidencial
Es un "nyc" de la CIA, un nacido y criado en los blancos, torvos, recónditos cuarteles de Langley, cerca de Washington. Robert Gates encabezó la central de inteligencia del país más poderoso del mundo entre 1991 y 1993, años de la primera Guerra del Golfo y de la derrota electoral de George Bush padre, y fue el primero de sus directores que escaló la pirámide desde el simple escalón de empleado raso.
Ese no es el único mérito para haber llegado ahora a comandar el Pentágono: también es amigo muy estrecho de la familia Bush y del actual presidente estadounidense. Gates es un muchacho de Kansas. Nació el 25 de setiembre de 1943 en Wichita, cuando su país peleaba la Segunda Guerra y la CIA sólo era un embrión llamado Oficina de Servicios Estratégicos. Gates se unió a la CIA a los 23 años, cuando el presidente Lyndon Johnson ya había encadenado a EE.UU. en la aventura de Vietnam y después de ser reclutado como espía en la Universidad de Georgetown. Fue analista de inteligencia, asistente de la Oficina Nacional de Inteligencia encargado de los Programas Estratégicos y miembro del Consejo Nacional de Seguridad entre 1974 y 1979, el último año en la Casa Blanca de Richard Nixon y los años de Gerald Ford y James Carter como presidentes.
Fue en 1974, y durante la agonía del Watergate, cuando Gates estrechó lazos con quienes eran entonces funcionarios de segunda jerarquía y hoy forman parte de la elite gobernante: Donald Rumsfeld, a quien Gates reemplaza, Dick Cheney, actual vicepresidente de EE.UU. Todos trabajaban codo a codo para convencer al sucesor de Nixon, Gerald Ford, de que otorgara un rápido perdón al ex presidente por haber obstruido la Justicia y mentido a sus compatriotas.
La llegada de Ronald Reagan a la Casa Blanca y el nacimiento de lo que se dio en llamar "la revolución conservadora" y que siempre tuvo más de lo segundo que de lo primero volvió a colocar a Gates en puestos altos. Entre 1981 y 1982 fue oficial nacional de Inteligencia para la URSS y luego, vicedirector nacional de Inteligencia y titular del Consejo Nacional de Inteligencia.
No pasó por la vida pública sin manchas. Gates fue investigado por el caso "Irán-Contras", el desvío ilegal de fondos provenientes de la venta de armas a Irán que se destinó a financiar a la "Contra" nicaragüense. No hubo cargos contra él. Pero por la investigación, debió rechazar en 1987 un primer nombramiento como director de la CIA. Pero aceptó el segundo que en 1991 le hizo Bush padre.
Gates defendió siempre las operaciones encubiertas de la CIA, acusada entre otras cosas de participar en intentos de asesinato, algunos exitosos, de líderes extranjeros. Gates dijo en sus memorias que esas operaciones ayudaron a ganar la Guerra Fría, incluso la que financió la guerrilla afgana contra los invasores soviéticos a principios de los 90.
Semejante halcón se sienta desde hoy en el sillón que dirige las fuerzas armadas de los Estados Unidos. Su propósito es remendar el rumbo un tanto catastrófico del conflicto en Irak.
Gates está casado y tiene dos hijos.