Tontunas materialistas respecto al alma
Tontunas materialistas respecto al alma
. La primera es asumir que las concepciones del pensamiento primitivo condicionan metodológicamente a la filosofía, cuya máxima es no dar nada por supuesto si no es susceptible de demostración.
. La segunda es decir que la ciencia positiva emite juicios sobre lo que escapa a su ámbito de estudio. "La ausencia de prueba no hace prueba de la ausencia".
. La tercera es desconocer que la postulación de un alma no es necesariamente dualista (maniquea). El cristianismo ortodoxo, desde San Agustín, siempre ha negado que haya algo así como una "sustancia material". La materia no tiene ninguna sustancia fuera de la entelequia o mónada. Todo aquel que sepa lo que la palabra sustancia significa debe llegar a esta conclusión.
Los maniqueos consideraban que había dos sustancias, una corporal totalmente crasa, que identificaban con el mundo y el mal absoluto, y otra espiritual, sin un átomo de materia, que era "chispa divina" de un Dios desconocido y ajeno a la Creación. San Agustín, como se ha dicho, criticó esta concepción alegando que la materia no era sustancia, idea que recogería Leibniz más adelante. Objetó también contra ellos que si el mundo era el mal absoluto (la multiplicidad, la división, la discordia), entonces era la privación absoluta, ergo no era nada. El cristianismo nunca ha sido dualista, ya que ha rechazado ese carácter absoluto de la materia que querían darle los maniqueos, desligándola incluso de la Providencia universal (como los que dicen aquello de "la evolución no tiene fines").
Así, el cristianismo no es dualista ni en el sentido ontológico, ni en el antropológico, ni en el moral. Ni siquiera en el escatológico, pues el Cielo que se nos promete es este universo transformado. Aporto pruebas: Plotino, que es un autor clave a la hora de conocer el desarrollo de la patrística, habla de lo inferior para referirse a la materia y de lo superior cuando señala a las inteligencias. Lo cual no implica que sea dualista, ya que para él todo es Uno. Más pruebas: En el relato del Génesis Dios sopla el alma en la figura de barro y ésta deviene hombre, esto es, fango y espíritu. En la cosmogonía maniquea, en cambio, las almas son ángeles - ergo, seres preexistentes- castigados a habitar en la materia, que es su prisión. Así, mientras unos subordinan al alma todas las funciones del cuerpo, los otros, partiendo de dos Creadores (el Creador de la materia y el Creador -o reproductor- del espíritu), creen que hay cuerpos vivos sin alma, animales obra de Satanás, y almas sin cuerpo, hijas de Dios. Posteriormente, tal vez por contaminación maniquea, la antropología cristiana hablaría de "espíritus animales" para referirse a las pasiones o -en terminología leibniziana- a las mónadas con menor capacidad de apercepción.
. La cuarta es obviar que si hay algo que cercene Ockham son las "propiedades emergentes" que los materialistas atribuyen a órganos como el cerebro (i.e., la consciencia), partiendo aquéllas de la pseudoproposición que asume que "el todo es mayor que las partes".
Sin embargo, toda propiedad presupone una entidad a la que le es propia. Por ejemplo, es propio de ciertos ácidos el corroer. La corrosividad formaría parte de su esencia, por expresarme en los desfasados términos escolásticos que el emergentismo intenta resucitar. Eso significa que no cabe imaginar ningún supuesto donde el ácido -mientras sea ácido- pierda su propiedad corrosiva con carácter general. Ahora bien, el cerebro sí puede perder la consciencia sin dejar de ser cerebro. Luego la consciencia no es una propiedad que pueda atribuirse a este órgano, salvo que se pretenda que, con la misma facilidad que "emerge" de él, se "sumerge" en él cuando conviene. Pero esto es una tontería (una más) y, de ser así, ¿cómo íbamos a distinguir las propiedades de los accidentes, los atributos de los modos?
Una propiedad es, sin duda, un predicado. Y una entidad es un sujeto. Ahora bien, no hay sujeto sin predicado ni predicado sin sujeto. Luego toda propiedad emergente es, en realidad, inmanente al sujeto al que se le atribuye. El cerebro sigue siendo cerebro aunque pierda la consciencia al dormir. ¿Por qué? Porque en su subjetividad monádica entra tanto el ser consciente como el no serlo. La consciencia es su atributo irrenunciable, pero el modo de ésta -más o menos distinto, según el caso- depende de una infinidad de factores. Si nuestra consciencia emergiese o se sumergiera según figuren o no los requisitos materiales para el epifenómeno, deberíamos acordar que tenemos tantas consciencias como emergencias a lo largo de nuestra vida. Esto en opinión de un materialista estricto, para quien la identidad es sólo una categoría lógica, puede resultar correcto, pero para la medicina no lo es. Esta disciplina presupone estar tratando siempre con el mismo paciente, aunque tenga mil desvanecimientos. El materialismo consecuente está fuera del ámbito práctico de la ciencia.
. La quinta es imaginar que el alma filosófica es "una caja negra" que alguien debía abrir tarde o temprano. Es decir, negarle su virtualidad explicativa y reducirla a un recurso "ad ignorantiam".
. La sexta es atribuirle a la filosofía más de lo que históricamente le pertenece, al exigir a esta disciplina que describa las funciones de los órganos y su interrelación. Por contra, se pasa por alto que de un minucioso examen anatómico no puede deducirse ni siquiera la posibilidad -no digamos ya la necesidad- de una percepción. Es posible inferirla comparativamente, nada más (y aquí entra la crítica de Hume).
. La séptima es presuponer que el alma sólo contempla las acciones, olvidando las pasiones.
. La octava es soñar que el cerebro (entidad material, luego múltiple) pueda ser por sí mismo un sujeto. Es más, que algo pueda ser un sujeto hoy y no serlo mañana, cuando esté muerto. Como si "Él está muerto" no fuera una oración con sujeto. Es la falacia de hacer depender lo sustancial de lo accidental, el alma de la consciencia.
. La novena es sostener que hay evolución de las especies y negar que haya verdaderos individuos, al faltarles otra sustancia que el agregado material. Esto es, negar que existen los elementos de los que las especies se componen.
Las especies son conjuntos de individuos, pero -según el materialismo- los individuos son únicamente conjuntos de materia. De manera que tan válido es decir que la evolución selecciona a sus individuos como afirmar que selecciona la materia. Si la materia es el sujeto propio de la evolución, tenemos que la materia cambia de distintas formas a las que -mediante la estipulación de unas características comunes- llamamos "especies". Es un mero consenso verbal. Sólo se puede aseverar que la materia cambia ("materia" es el nombre que damos al cambio en un momento dado), mientras que las especies permanecen inmóviles en nuestras categorías lingüísticas. Nada evoluciona porque todo está en flujo constante.
La décima es confiar en que sólo el hombre posee sustancia en toda la naturaleza, o atribuir esta creencia a los cristianos.
Y hay otras que por piedad me reservo.
. La segunda es decir que la ciencia positiva emite juicios sobre lo que escapa a su ámbito de estudio. "La ausencia de prueba no hace prueba de la ausencia".
. La tercera es desconocer que la postulación de un alma no es necesariamente dualista (maniquea). El cristianismo ortodoxo, desde San Agustín, siempre ha negado que haya algo así como una "sustancia material". La materia no tiene ninguna sustancia fuera de la entelequia o mónada. Todo aquel que sepa lo que la palabra sustancia significa debe llegar a esta conclusión.
Los maniqueos consideraban que había dos sustancias, una corporal totalmente crasa, que identificaban con el mundo y el mal absoluto, y otra espiritual, sin un átomo de materia, que era "chispa divina" de un Dios desconocido y ajeno a la Creación. San Agustín, como se ha dicho, criticó esta concepción alegando que la materia no era sustancia, idea que recogería Leibniz más adelante. Objetó también contra ellos que si el mundo era el mal absoluto (la multiplicidad, la división, la discordia), entonces era la privación absoluta, ergo no era nada. El cristianismo nunca ha sido dualista, ya que ha rechazado ese carácter absoluto de la materia que querían darle los maniqueos, desligándola incluso de la Providencia universal (como los que dicen aquello de "la evolución no tiene fines").
Así, el cristianismo no es dualista ni en el sentido ontológico, ni en el antropológico, ni en el moral. Ni siquiera en el escatológico, pues el Cielo que se nos promete es este universo transformado. Aporto pruebas: Plotino, que es un autor clave a la hora de conocer el desarrollo de la patrística, habla de lo inferior para referirse a la materia y de lo superior cuando señala a las inteligencias. Lo cual no implica que sea dualista, ya que para él todo es Uno. Más pruebas: En el relato del Génesis Dios sopla el alma en la figura de barro y ésta deviene hombre, esto es, fango y espíritu. En la cosmogonía maniquea, en cambio, las almas son ángeles - ergo, seres preexistentes- castigados a habitar en la materia, que es su prisión. Así, mientras unos subordinan al alma todas las funciones del cuerpo, los otros, partiendo de dos Creadores (el Creador de la materia y el Creador -o reproductor- del espíritu), creen que hay cuerpos vivos sin alma, animales obra de Satanás, y almas sin cuerpo, hijas de Dios. Posteriormente, tal vez por contaminación maniquea, la antropología cristiana hablaría de "espíritus animales" para referirse a las pasiones o -en terminología leibniziana- a las mónadas con menor capacidad de apercepción.
. La cuarta es obviar que si hay algo que cercene Ockham son las "propiedades emergentes" que los materialistas atribuyen a órganos como el cerebro (i.e., la consciencia), partiendo aquéllas de la pseudoproposición que asume que "el todo es mayor que las partes".
Sin embargo, toda propiedad presupone una entidad a la que le es propia. Por ejemplo, es propio de ciertos ácidos el corroer. La corrosividad formaría parte de su esencia, por expresarme en los desfasados términos escolásticos que el emergentismo intenta resucitar. Eso significa que no cabe imaginar ningún supuesto donde el ácido -mientras sea ácido- pierda su propiedad corrosiva con carácter general. Ahora bien, el cerebro sí puede perder la consciencia sin dejar de ser cerebro. Luego la consciencia no es una propiedad que pueda atribuirse a este órgano, salvo que se pretenda que, con la misma facilidad que "emerge" de él, se "sumerge" en él cuando conviene. Pero esto es una tontería (una más) y, de ser así, ¿cómo íbamos a distinguir las propiedades de los accidentes, los atributos de los modos?
Una propiedad es, sin duda, un predicado. Y una entidad es un sujeto. Ahora bien, no hay sujeto sin predicado ni predicado sin sujeto. Luego toda propiedad emergente es, en realidad, inmanente al sujeto al que se le atribuye. El cerebro sigue siendo cerebro aunque pierda la consciencia al dormir. ¿Por qué? Porque en su subjetividad monádica entra tanto el ser consciente como el no serlo. La consciencia es su atributo irrenunciable, pero el modo de ésta -más o menos distinto, según el caso- depende de una infinidad de factores. Si nuestra consciencia emergiese o se sumergiera según figuren o no los requisitos materiales para el epifenómeno, deberíamos acordar que tenemos tantas consciencias como emergencias a lo largo de nuestra vida. Esto en opinión de un materialista estricto, para quien la identidad es sólo una categoría lógica, puede resultar correcto, pero para la medicina no lo es. Esta disciplina presupone estar tratando siempre con el mismo paciente, aunque tenga mil desvanecimientos. El materialismo consecuente está fuera del ámbito práctico de la ciencia.
. La quinta es imaginar que el alma filosófica es "una caja negra" que alguien debía abrir tarde o temprano. Es decir, negarle su virtualidad explicativa y reducirla a un recurso "ad ignorantiam".
. La sexta es atribuirle a la filosofía más de lo que históricamente le pertenece, al exigir a esta disciplina que describa las funciones de los órganos y su interrelación. Por contra, se pasa por alto que de un minucioso examen anatómico no puede deducirse ni siquiera la posibilidad -no digamos ya la necesidad- de una percepción. Es posible inferirla comparativamente, nada más (y aquí entra la crítica de Hume).
. La séptima es presuponer que el alma sólo contempla las acciones, olvidando las pasiones.
. La octava es soñar que el cerebro (entidad material, luego múltiple) pueda ser por sí mismo un sujeto. Es más, que algo pueda ser un sujeto hoy y no serlo mañana, cuando esté muerto. Como si "Él está muerto" no fuera una oración con sujeto. Es la falacia de hacer depender lo sustancial de lo accidental, el alma de la consciencia.
. La novena es sostener que hay evolución de las especies y negar que haya verdaderos individuos, al faltarles otra sustancia que el agregado material. Esto es, negar que existen los elementos de los que las especies se componen.
Las especies son conjuntos de individuos, pero -según el materialismo- los individuos son únicamente conjuntos de materia. De manera que tan válido es decir que la evolución selecciona a sus individuos como afirmar que selecciona la materia. Si la materia es el sujeto propio de la evolución, tenemos que la materia cambia de distintas formas a las que -mediante la estipulación de unas características comunes- llamamos "especies". Es un mero consenso verbal. Sólo se puede aseverar que la materia cambia ("materia" es el nombre que damos al cambio en un momento dado), mientras que las especies permanecen inmóviles en nuestras categorías lingüísticas. Nada evoluciona porque todo está en flujo constante.
La décima es confiar en que sólo el hombre posee sustancia en toda la naturaleza, o atribuir esta creencia a los cristianos.
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- The last samurai
- Ulema
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- Registrado: 10 Ene 2004 13:20
¿Pero es que nadie mas se sorprende de que haya utilizado la palabra "tontuna"?
Visita Pequeñas historias, no te arrepentirás, o si, o no, o que se yo.
Ultima actualización 5-8-2011
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- Jack_Durden
- Imán
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- Registrado: 27 Sep 2004 22:45
- Ubicación: En la fortaleza de la barneytud
rianxeira escribió:¿Pero es que nadie mas se sorprende de que haya utilizado la palabra "tontuna"?
Se esta "phzando". El aparecer tanto por aqui tiene que acarrear alguna consecuencia.
Respecto a lo suyo, cualquier referencia a la ciencia la hace de oidas, por lo que no tiene ni puta idea.
So sit back, relax, and watch our review!
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Juan Carlos es un Latin King
La única razón para esperar un mes para follar es que ella tenga 17 años y 11 meses
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- jubilao
- Milinkitiano
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rianxeira escribió:¿Pero es que nadie mas se sorprende de que haya utilizado la palabra "tontuna"?
No después de ver esto (todavía me estoy riendo) en el hilo de los Ciudadanos:
irichc escribió:Pepegut escribió:Porque no ha catado cetro, imbécil.
Buena metáfora para un chupapollas.
A ver si al final Dios no sólo va a existir, sino que encima será de centro-izquierda.
Urdu escribió: Tengo fotos actualizadas de mi rabo.
- jubilao
- Milinkitiano
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Gobbles escribió:jubilao escribió:A ver si al final Dios no sólo va a existir, sino que encima será de centro-izquierda.
Y catalán!
Eso es lo de menos. En cualquier caso haremos exhaustivos estudios demostrando que lo es.
Dejando aparte el tema de que, caso de existir, más que probablemente sería gallego (como seguramente nos desarrollará a continuación el Negrazo F.)
Urdu escribió: Tengo fotos actualizadas de mi rabo.