Actualización de los últimos leídos este verano, que he ido comentando a trozos o no comentando, más para tenerlos todos juntos que para aportar gran cosa.
“En la costa desaparecida”, de Francisco Serrano
Ya conté por aquí mis impresiones, pero por partes y en otro hilo, así que aquí va mi reseña más formal. Lo primero de todo: el libro me produjo un enganche absoluto. Estaba en un momento poco lector, y no era capaz de dejar de leer: 400 páginas con total deleite. El autor escribe bien, y en ningún momento tienes sensación de estar leyendo a un autor español intentar darte el pego con un falso conocimiento de las costumbres y los paisajes de las llanuras americanas. El dibujo de personajes está muy conseguido, y consigue entroncar con temas “modernos” (que no puedo explicar sin meter un spoiler tremendo) sin que parezca que aquello está metido con calzador. Tiene todos los elementos del género, pero con algunos toques de mayor complejidad y exploración psicológica de los personajes. Es muy muy entretenida (todo el rato están pasando cosas) y se nota que el autor ha leído la mandanga buena del género. Ya digo, lo compré con cierto recelo (más por contentar a Polina que por otra cosa) y pensé que un autor nacido en 1982 no iba a darme droga de la buena en un género ya pasado de moda (pero que a mí me encanta) y nada más lejos de la realidad. Una gozada. Lo recomiendo a cualquier aficionado al género de mente abierta. Algunas metáforas y descripciones son canelita en rama, y los pasajes espeluznantes y violentos son muy mi rollo.
¿Se habrá leído el autor "El hombre que se enamoró de la luna" de Tom Spambauer?
“La biblioteca en llamas”, de Susan Orlean
Un ensayo sobre el incendio que casi destruye por completo la biblioteca de Los Ángeles a mediados de los años 80. Lo leyó también @Dunker a la vez que yo, por pura cachualidá. Para mí, ha sido una pequeña decepción, en cuanto a que creí que iba a ser una de esos libros de periodismo moderno, estudio de la personalidad del pirómano, reportaje documental… y al final es más un homenaje a las biblotecas del mundo en general, y a la red de bibliotecas de Los Ángeles en concreto (y a la Central más concretamente, todavía). Algunos capítulos son muy chulos y cualquier lector y amante de los libros y las bibliotecas los disfrutará, pero otros me aburrieron bastante. Básicamente, el clásico problema de las expectativas: me esperaba “El Adversario” de Carrere en versión pirómano, y me encontré con un libro de homenaje a bibliotecarios/as. No digo que no sea recomendable, pero es un poco ñoño, blandito.
“Proyecto Hay Mary” de Andy Weir
Como había visto la peli de “El Marciano” (que me gustó mucho y me pareció una historia original) y recomendabais este, pues lo leí. Es entretenido, el autor juega muy bien con los conceptos científicos más básicos (y no tan básicos) y sabe como atraparte, pero cuando llegué a un 70% del libro estaba un poco harto de prueba y error, y “se me presenta un desafío científico y te cuento como lo resolví”. Eso sí, cuando ya estaba un poco harto de la trama, resulta que llega al final y me gusta muy mucho cómo lo remata. Escribe sencillote, y se avanza rápido. Es un poco blandito y sensiblero. Seguro que “El marciano” me habría gustado más, porque decís que es más cañero. Mi S.E. se ha leído este y “El Marciano”, y con el del botánico patatero ha disfrutado más, y a veces hasta se le han escapado carcajadas. Lectura de verano agradecida, sin ser una obra maestra.
“El villorrio”, de William Faulkner
Uf, canelita en rama. Me gusta la literatura estadounidense, me gustan las historias de gente rural y pobre, así que me tenía que gustar Faulkner. Pero lo intenté demasiado joven (creo que fue 16 años con “Las palmeras” o algo así) y no pude con él. Luego, más mayor, leí “Mientras agonizo” y sí que me gustó mucho. Así que el otro día Wikipedeando miren a ver por dónde podía volver a hincarle el diente, y vi que había una “Trilogía de los Snopes”, y que esta era la primera entrega.
Básicamente cuenta la historia de un pueblo pequeño del sur de USA, en los años ¿30? (no me acuerdo bien) en el que hay un tipo que es el más rico del pueblo, y cómo una familia que llega (los Snopes) comienza a maniobrar poco a poco y a ir medrando.
Canelita en rama. Muchas veces me gustan los escritores de sujeto+verbo+predicado, escritura desnuda, pero he descubierto que también puedo disfrutar de descripciones, sutilezas, tramas psicológicamente más complejas, frescos generales y corales que se van dibujando poco a poco, un ambiente que se puede mascar… Un gran libro, la verdad. Dejaré pasar un tiempo, y le hincaré el diente a la segunda entrega de la trilogía.
“Caballo Loco” de Larry McMurtry
Como “Paloma solitaria” me dejó tan buen sabor de boca, fui a ver qué más había del autor, y me descargué varios. En este “Caballo loco” el autor se toma la molestia de leerse las tropecientas biografías de este indio nativo de las praderas americanas (coetáneo de Toro Sentado, Jerónimo…) y hacerte una especie de resumen sencillo de su vida, contextualizar la conquista del Oeste por los blancos, el exterminio de los indios y los búfalos, sin tampoco hacer un panfleto naturalista ni dar la brasa. Cortito, un ejemplo, en mi opinión, de cómo deben hacerse las cosas. Si has leído sobre estos temas (yo lo he hecho) tampoco te llevas grandes sorpresas, pero es una pequeña joyita por lo breve y bien estructurado que está, y cómo divulga sin aburrir. El puto amo el McMurtry. Ahora estoy con “Hud el salvaje”.
“El callejón de las almas perdidas” de William Lindsay Gresham
Un tipo novato que está en un circo en los EEUU post Gran Depresión se ve con talento para timar incautos, con trucos de falso espiritismo, tarot y mierdas de esas y quiere comerse el mundo. Bien escrito, duro, triste a ratos, la vida del autor fue muy jodida (alcohol…), y el libro lo refleja. El alcohol es casi un personaje más, y aunque no te guste ese mundo de los circos y las artes ocultas (yo lo odio) el libro está muy bien porque desde el principio deja cero espacio al misticismo, y que todo es un truco para sacar pasta a los primos de turno. Cuenta cómo hacen algunos trucos básicos de la época. Recomendable. El autor se suicidó en un hotel unos 10 años después de escribirla.