El diez de enero de 2011 aparecía pendiendo del techo de su domicilio el cadáver de Alberto León, colgando de una soga al cuello. Ex ciclista profesional, decidió sumirse en las alcantarillas del deporte de la mano de Eufemiano Fuentes. Imputado por tráfico de sustancias estupefacientes tanto en la Operación Puerto como en la subsiguiente Operación Galgo desde 2006. Dicho de otro modo, hacía de correo de Eufemiano, que despachó con esta displicencia las preguntas sobre León en el juicio sobre la Operación Puerto dos años después de su muerte:
Las maletas del piso de Alonso Cano eran de Alberto León. No se abrieron nunca. Ni sabía que había medicamentos. Alberto León limpiaba, llevaba cajas y las traía. Le pagábamos 150 euros semanales.
Para seguir acusando a personajes e instituciones del calibre de Marta Domínguez, Alejandro Blanco (presidente del COI) o cubrir con la sombra del dopaje al intocable fútbol de la mano de Eufemiano, ese amigo de "RSOC" (críptico e indescrifrable nombre de un equipo furbolero, para la justicia y prensa masiva española) y Real Madrid.
Esto no lo publican ni Marca ni El País.
Por experiencia propia, se puede publicar cualquier cosa que no sea directamente denunciable. Otro tema es que los colaboradores prefieran no meterse en terreno pantanoso por los motivos que cada uno tenga, pero de ahí a aventurar que existe una línea editorial que tiende al conservadurismo (o dicho de otro modo: "desprende un tufo demasiado conservador") va un trecho, no me jodas.
Eso de "elitista" se ha dicho desde el principio y te aseguro que sigo sin entenderlo. Si tienes a gente como Álvaro Corazón Rural o Ricardo Jonás escribiendo en plan quinqui. Si está Pepepaco que de elitista tiene tanto como Cantinflas. Cada lector elige quedarse con lo que quiere, y el que quiere ver un producto elitista desde luego lo va a ver, si va a buscar a los autores más rimbombantes e inaccesibles. Que los hay. Pero no son el núcleo de la revista.
Lo de Quique Peinado, pues bueno. No conozco su historia personal pero a mí me da al típico resquemor de alguien que ha querido escribir en la revista bajo sus propios términos (quiero cobrar tanto escribiendo lo que me salga del pene cuando me salga del ídem), le han dicho que no y luego se rebota y empieza a twitear cosas de la derecha jotdown y de lo estirados que son todos ahí.
Pero bueno, que es de ser delirante, mira este tweet suyo:
La Derecha Jotdown es gente guapa que no se casa, pero cree en el orden. Un poco de rock, un poco de indie y cine anglófono
Dicho con esta cara
Que recibe una respuesta al mismo nivel intelectivo:
@quiquepeinado y muy culés. La izquierda es mourinhismo puro.
De hecho luego se retractó y dijo que le gustaban muchos autores ahí, y que tenía amigos escribiendo en JD y que... en fin, que la cagó pero no quiso reconocerlo. Ya te digo que a mí me suena a que lo rechazaron y de ahí la pataleta; sólo así se entiende tanta inquina viniendo de alguien con amigos escribiendo en la revista y cuyo contenido le gusta mucho aunque sea parcialmente. No lo veo soltando exhabruptos contra Jara y sedal, publicación que seguro que le parece un tostón infumable de cabo a rabo.
En fin, qué decir de un tío que escribe en Marca y sale en la Sexta que se permite dar lecciones de buen periodismo. Que tenía un blog llamado futbolistasdeizquierdas (joder). Nada que decir: sacar palomitas y disfrutar del espectáculo en forma de fail, y de cómo cuatro mongolos como el del comentario de arriba o tú mismo le dan crédito.
Venga.