Fable 3.
Tercera parte de la icónica saga creada por Molyneux y los suyos. De nuevo trajo cosas rompedoras al género, y asienta lo mostrado en el 2 y que todavía quedaba un poquito flojo ya fuese por motivos técnicos o por lo verde que estaban conceptualmente con las novedades.
Se sigue viendo y sintiendo como un juego que ya está superadísimo, pero desde luego que abrió uno o varios caminos que después se han convertido en canon del género prácticamente. Por eso: RESPECTO.
Aquí nos ponemos en la piel del hijo del protagonista del anterior juego. No es necesario haber jugado a Fable 2 para disfrutar de este: la historia no tiene nada que ver y funciona perfectamente como un juego independiente. Pero sí es cierto que el lore, las ciudades y algún personaje, vuelven a acompañarnos, y la experiencia mejora si tienes los referentes previos.
Bien, el chaval es nada menos que el hermano menor del Rey de Albión. Un tipo que, tras un viaje de 3 años en un lugar desconocido, ha vuelto para reinar con puño de hierro y bastante mala hostia.
Tras los primeros e intensos 10 minutos de juego, el protagonista toma la decisión lógica: su hermano está incapacitado para ser un monarca decente, y toca derrocarlo.
Para eso tendremos no solo que salvar la vida de muchos peligros, sino también espolear el malestar social que crece en el reino, y convencer a diferentes facciones rebeldes o potencialmente rebeldes, de que tú eres una opción mucho mejor que tu tiránico hermano mayor.
Y el juego va generalmente de eso: completar misiones principales en las que ataremos lazos con tus aliados, secundarias (la mayoría son muy cachondas y originales, es uno de los puntos fuertes del juego) para ganar más poder/armas mejores... y cosas terciarias en importancia, pero más o menos divertidas: interactuar con la gente para ganarse su aprecio y devoción.
Ahí es donde se encuentra una de las mecánicas novedosas de las que hablo, que ya aparecía en Fable 2 pero que aquí se ha pulido: literalmente cualquier personaje humano del mundo es susceptible de enamorarse de ti y hasta de casarse. Si optas por una pareja heterosesuarl, a la que folles sin condón, tienes retoños. En caso de pareja homo, puedes adoptar. En Albión llevan años luz a la mayoría de países reales en ese aspecto.
Tendrás que asignar un dinero semanal a la casa conyugal (cuánto más alto, más felices serán), pero también tendrás que proporcionarles un buen lugar donde vivir (pudiendo comprar un buen casoplón en el barrio pijo con terrenito y decoración a tu gusto). Pero el dinero no lo es todo. Tu familia apreciará que de vez en cuando te pases por casa, juegues con los chavales, te lleves de paseo a tu pareja a un sitio bonito y allí le frunjas convenientemente para evitar deteriorar la relación y que te acabe pidiendo un divorcio ruinoso in your face.
La puta vida, hamigos.
El sistema de combate es muy parecido al primero, y sigue siendo súper tosco y básico. El cuerpo a cuerpo y las armas de fuego no pueden ser más sencillos (ataque simple rápido o ataque pesado más lento). En cuanto a la magia, ahora la tienes en unos guanteletes que tienes que ir consiguiendo (algunos son premios por completar la historia, pero otros vas a tener que buscarlos bien). Como tienes dos brazos, podrás combinar hasta dos hechizos a la vez de entre todos los que puedes conseguir. Y algunas combinaciones son bastante chulas.
Tuve un pequeño problema: Llega un punto en el juego, en el que sin entrar en spoilers, la dinámica de la historia cambia de forma drástica, y toca tomar una serie de decisiones en las que el dinero que has conseguido, se vuelve VITAL para conseguir un final y un postgame buenos. Digamos que si consigues 6.000.000 de oros, todo va a acabar bien. Y lo que sea por debajo de esa cifra, va a tener consecuencias negativas y permanentes para todo Albión.
Por suerte el juego te da tiempo suficiente para conseguirlos, pero en tiempo real, puede hacerse un poco cuesta arriba. Digamos que cuando a mí me avisan de eso, tenía unas 200.000 monedas, el 90% de las misiones secundarias hechas y la mayoría de las zonas exploradas. La única opción que me quedó fue la de montarme un emporio inmobiliario (se pueden comprar la mayoría de casas del mundo y ponerlas en alquiler) y sablear malamente a mis inquilinos.
No fue elegante, pero funcionó. Empresaurio Peladillas ataca de nuevo.
Si algún día jugáis, os recomiendo comenzar mucho antes el tema del alquiler de casas, y cada 10 minutos de juego te pagan el alquiler. Con ese dinerito compras y alquinas más hasta tenerlo todo. En pocas y cómodas horas de juego, tienes la pasta necesaria, sin haber jodido a tus inquilinos con precios y deshaucios abusivos y sin acabar con una reputación de mierda.
Está diver.
Un 7.
Tengo curiosidad por ver lo que tienen preparado para el futuro Fable 4. El listón está alto en cuanto a jugabilidad y carisma. Tienen muuucho margen en el combate y en actualizar unas mecánicas que otras sagas roleras han superado ampliamente.
Con la Switch estoy con el
The Banner Saga Trilogy, que es precioso y con una historia cojonuda, pero me falta la mitad de la tercera parte, so...
Y tengo que reunir fuerza, tiempo y calma para hablaros a gusto del
The Last of Us Parte 2, que lo terminamos el domingo y nos dejó muy tocados pero absolutamente felices de haberlo jugado. Qué puta maravilla, amics.
Un 10, ya os lo voy adelantando.