Hola chatos y chatas:
Creo que el año pasado, ¡cómo pasa el tiempo!, os hablé de los cines VIP que existían en México, son salas con un precio mayor que las habituales, prácticamente el doble pero que, al cambio, te sale por unos 7 leuros, y mucha mayor comodidad: de ochenta a cien plazas, buena pantalla y sonido, sillones muy cómodos, atención personalizada y servicio de catering (bueno, puedes pedirte unas palomitas y una coca cola, pero también una ración de sushi variado y una copa de vino blanco). A mí entender y en estos casos la opción de pagar por ir al cine no me parece nada mal porque realmente las diferencias con ver la película en casa son muchas, y pesan y por lo tanto me valen la pena a diferencia de lo que ocurre en España. Como por mucho que os cuente es difícil a veces imaginarse de que habla uno os acompaño, unas bellas instantáneas para que os hagáis una idea más certera.
Una imagen de la sala vacía, están tiradas sin flash por no molestar por lo que la calidad y la claridad no es óptima.
La sala desde atrás con los meseros atendiendo a los clientes antes de que comience la película. Sí, salgo yo.
Mirando los anuncios con la sala a semi luz
Velludas, poderosas y hermosas piernas con tentempié al fondo.No sé si estas fotos reflejan lo cuqui es ir al cine así, pero de verdad que mola, ya sólo por los asientos, sillonacos supereclinables en los que prácticamente estás estirado, con el vecino a tomar por culo y sin que ni Tachenko te tape la vista, vale la pena. Yo si estoy por allí, voy al cine eligiendo la menos mala de las cuatro pelis que dan (hay cuatro salas), me es igual, lo importante es la experiencia.
Besines.