Boudicca, a.k.a. Boadicea
Publicado: 26 Sep 2003 15:59
Cierta nueva pobladora del Forito trajo a mi mente la épica historia de Boudicca, también llamada Boadicea (por un error de traducción) o, mejor, Budicca o Budiga.
Yo la llamaré Budicca. Fue esta la reina de los icenios, y el último vestigio de las sociedades matriarcales, que adoraban a la Luna en lugar del Sol (Luna = femineidad, Sol = masculinidad) y cuyo reinado pasaba de madres a hijas. Durante muchos miles de años fue así, la vida giraba en torno al misterio del nacimiento y es por ello que las mujeres eran consideradas algo así como semidiosas, y servíamos a diosas madre, no a dioses padre. Poco a poco los hombres se fueron rebelando, y unos de los pocos que siguieron con su sistema matriarcal fueron los icenios.
Los icenios vivían plácidamente por lo que ahora es Colchester, Inglaterra, estamos hablando de por allá el año 60 después de que Dios se follara a una humana que se llamaba María y vivía en Nazaret.
Roma prohibió que la corona de Budicca fuera heredada por las hijas en lugar de por los hijos. Cuando se quejó, violaron a ella y a sus hijas con desprecio.
Fue un grave error.
La reina reunió a los icenios, clamando venganza a sus diosas madre y arrasó primero Colchester, avanzando luego hasta Londres y reduciendo la ciudad a escombros negros, dejando las cloacas repletas de cabezas humeantes. Dejó un rastro de cenizas, una vena negra y fría en el estrato geológico de Londres, como muestra de la ira de una mujer. Si alguna vez pasáis por Londres, visitad el London Museum y mirad el estrato geológico de Londres, para verlo con vuestros propios ojos.
Roma se reagrupó, contraatacó y acabó con los icenios. Budicca murió, al parecer ingeriendo veneno, del mismo modo que lo hicieron sus hijas, en Battle Bridge, donde antaño los druidas habían hecho sacrificios a un Sol padre.
Creo que ya conté esta historia, pero me parece lo suficientemente bonita como para reincidir.
La info está sacada de From Hell, un cómic del excelsísimo Alan Moore, basada en los asesinatos de Jack el destripador y del que posteriormente se hizo una película que, lamentablemente, poco o nada tenía que ver con el cómic.
Yo la llamaré Budicca. Fue esta la reina de los icenios, y el último vestigio de las sociedades matriarcales, que adoraban a la Luna en lugar del Sol (Luna = femineidad, Sol = masculinidad) y cuyo reinado pasaba de madres a hijas. Durante muchos miles de años fue así, la vida giraba en torno al misterio del nacimiento y es por ello que las mujeres eran consideradas algo así como semidiosas, y servíamos a diosas madre, no a dioses padre. Poco a poco los hombres se fueron rebelando, y unos de los pocos que siguieron con su sistema matriarcal fueron los icenios.
Los icenios vivían plácidamente por lo que ahora es Colchester, Inglaterra, estamos hablando de por allá el año 60 después de que Dios se follara a una humana que se llamaba María y vivía en Nazaret.
Roma prohibió que la corona de Budicca fuera heredada por las hijas en lugar de por los hijos. Cuando se quejó, violaron a ella y a sus hijas con desprecio.
Fue un grave error.
La reina reunió a los icenios, clamando venganza a sus diosas madre y arrasó primero Colchester, avanzando luego hasta Londres y reduciendo la ciudad a escombros negros, dejando las cloacas repletas de cabezas humeantes. Dejó un rastro de cenizas, una vena negra y fría en el estrato geológico de Londres, como muestra de la ira de una mujer. Si alguna vez pasáis por Londres, visitad el London Museum y mirad el estrato geológico de Londres, para verlo con vuestros propios ojos.
Roma se reagrupó, contraatacó y acabó con los icenios. Budicca murió, al parecer ingeriendo veneno, del mismo modo que lo hicieron sus hijas, en Battle Bridge, donde antaño los druidas habían hecho sacrificios a un Sol padre.
Creo que ya conté esta historia, pero me parece lo suficientemente bonita como para reincidir.
La info está sacada de From Hell, un cómic del excelsísimo Alan Moore, basada en los asesinatos de Jack el destripador y del que posteriormente se hizo una película que, lamentablemente, poco o nada tenía que ver con el cómic.