EJH de la electrónica.

[Criadillas]

La de Negrocán es un temazo de locos. La capacidad que tiene de ponerme feliz en menos de 20 segundos es alucinante por muchos años que pasen.

Para equilibrar tanta luz, yo os dejo esto para este sábado noche. Si es la mejor canción que se ha hecho nunca de dark wave, se dice y no pasa nada:



Un 10 en Filmafinitty, claro.


Y sí, es la canción del meme de los murciélagos "bailando".

[golondrino]

Me repito verisoneando:



Vamos cuerva, move the skeleto!

[golondrino]

Lunes chiptunero

[Corvux corax]

[Corvux corax]

[Corvux corax]

A ver si os va a estar dando también el subi esta tarde solos y no vais a poder echaros la siesta

[golondrino]

[Corvux corax]

Diskoteka Patxatxa

[Corvux corax]

Hoy me toca hacer de guardiana de pasillos y tengo que ir con mucha "baladita, sentimentalada y languidez" en la cabeza... :)

[Criadillas]

Puff, Prodigy.

Me tocas una fibra sensible ahí.

Verano del 97 o 98. En Villalba abrió una tienda de, ojo cuidao, alquiler de discos (Cds, en realidad). Una cosa que yo no había visto antes al menos. Alquilabas los discos que querías, te los escuchabas en casa las veces que quisieras, y los devolvías. Igual que un vídeoclub, vamos.

Ni que decir tiene que en cuanto se corrió la voz, toda la chavalada de los alrededores lo que hacíamos era alquilar los cd que nos interesaban, y luego grabarlos (mi hermano, que ya trabajaba y tenía sus dineros y se había comprado un loro bien grande con reproductor de cd güeno y que además te dejaba grabar en casete lo que reproducías) en cinta para el walkman.

Y con el truqui pues todos nos hicimos una colección cojonuda con los discos de esa época.

A mí el tío me daba penilla, y le compraba al menos a él las casetes vírgenes que luego iba a usar para estafarle. Algo es algo.

Cerró antes de un año, claro.

Uno de esos discos que quemé fue el The Fat of the Land, que es una biblia de la electrónica para nuestra generación. También me hice con varios de Garbage, de Placebo, Smashing, Sepultura, Korn... lo de esos años, vaya.

Y ahí iba yo a clase o a la piscina en verano o a comprar, con el runrún maquinero/emo a todo meter mientras paseaba por las calles de mi pueblo pensando que estaba en un videoclip.

Ese buen hombre, empresario joven y simpatico, hizo más por culturizar musicalmente a nuestra generación de villalbinos aberrados y endogámicos que cualquier programa gubernamental cultural de cienes de euros. Tiene todo mi cariño, of course.

Y esta es, probablemente, mi favorita de los buenos de Prodigy: