Qué bien me ha sentado, de verdad te lo digo.
Solo me faltan un par de Napalm Death que siempre llevo en favoritos por si las necesitara y porque cuando venían a Málaga hace años tenía que hacerles presencia.
Me acuerdo del confinamiento aislada en ese bajo de alquiler pared con pared con una familia gitana fiestera a lo amplificador gigante, rumbas, regueton religioso, desfase y fritanga de calamar hasta las tantas a lo frite night.
¡Siempre religiosos!
¡Pues yo más!