[...] se vio tragado por la boca de una decadencia larga y serpenteante, de la que no volvería a salir hasta que, al final mismo de sus días, se enamoró por fin de su mujer.
¿Alguien ha visto "kárate a Muerte en Torremolinos"?
[...] se vio tragado por la boca de una decadencia larga y serpenteante, de la que no volvería a salir hasta que, al final mismo de sus días, se enamoró por fin de su mujer.
Hg escribió:¿Alguien ha visto "kárate a Muerte en Torremolinos"?
Yo. ¿Por qué?
Era una trampa para encontrar frikis entrometidos. Hola, friki entrometido.
También quería saber qué clase de público tenía esta partida.
Curreta, te voy a explicar porque en Troncs no hay más que odio para vosotros:
Somos una secta de foreros altamente cualificados para la cerrazón social. Sólo aceptamos de buen grado lo que se acepta de buen grado en cualquier comunidad forera con más de cierto porcentaje de hombres heterosexuales: mujeres que vengan a calentar. Obviamente es todo una gran falacia, pero aún así existe.
En troncs somos amigüitos: hemos hecho quedadas.
Yo conseguí entrar después de una doble carambola con tirabuzón, por cierto enchufe que me fue cortado de raíz tan pronto que aún estoy traumatizado. Por suerte ya me he integrado por méritos propios (¿os sabéis el chiste del e a la x? ...)
El truco está en manejar con soltura a partes iguales la hipocresía, el cinismo y el savoir faire. A veces incluso se te ofrece la oportunidad de ser sincero, pero son las ocasiones en las que el resto del mundo foreril se nos echa encima por lamepantallismo. Eso o ser chupi convencido.
Resumen para los vagos: basta con hacer como que no te das cuenta de que Osobuko (...y algunos otros) son... lo que son.
Y ahora la verdad...
las quedadas no son más que excusas para hacer macro-orgías. Vosotros simplemente no calentáis leche ni con microhondas, por más que lo intentéis. Y ya hay overbooking de señoritas.
[...] se vio tragado por la boca de una decadencia larga y serpenteante, de la que no volvería a salir hasta que, al final mismo de sus días, se enamoró por fin de su mujer.