Ajedrez suicida: El objetivo es quedarse sin piezas o sin movimientos. Esto es, el primero en quedarse sin piezas o en llegar a una situación en que no pueda mover ninguna de las piezas que le restan es el vencedor. Si existe la posibilidad de capturar alguna pieza del rival, existe la obligación de hacerlo. En este juego no hay jaques ni nada por el estilo, y el rey se captura como cualquier otra pieza.
Ajedrez acumulativo: Las reglas son iguales que en el ajedrez normal, salvo en que en el primer turno las blancas realiza un movimiento, en el segundo turno las negras realizan dos movimientos, en el tercer turno las blancas efectuan tres movimientos etcétera.
Ajedrez aleatorio: Las reglas son iguales que en el ajedrez normal, salvo que la posición de las piezas que no son peones de ambos contendientes se establece antes de comenzar mediante sorteo. Esto creo que lo propuso alguna vez Bobbie Fisher.
Damas: Con este mismo tablero se podía jugar a las damas. Quedaría algo así —paso de romperme la cabeza buscando la manera de eliminar los brillos—:
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Y cuando se consiga dama pues se pone una dama de ajedrez y ya está.
Hala. Si se os ocurre alguna cosa más, ponedla.
