Esto ya es el acabose en contradicciones, insolencia e insulto al sentido común, amén de una muestra más de que la carencia de vergüenza y ética no conoce límites cuando se trata de no querer dar el brazo a torcer movido por vete a saber tú qué obsesión o fin.
Pero bueno, en esta ocasión voy a desglosártelo, dártelo prácticamente mascado, para que no salgas por peteneras ni intentes tergiversar la raíz de la discusión:
Primeramente, el aspecto sexual, en el que has quedado, en más de una ocasión, con el culo al aire (permítaseme esta licencia humorística, dado que es mejor tomarse con una sincera carcajada lo que otros tienen como anormal fijación); para empezar con tus intentos por afirmar y demostrar que, en ese aspecto, un servidor es un reprimido o lo lleva especialmente mal, algo venido por los suelos ante la ausencia de reparos por mi parte a comentar qué carnaza me parece follable o a hablar acerca de pornografía homosexual. Frustrado este aspecto, que no enmendado, te decantas por tildar de risible (sic) y vergonzosa mi sexualidad por cómo la llevo, más concretamente y haciendo eco de tus palabras; porque mira que ha dado de sí el tema.
Tema que, echando un vistazo a los distintos subforos, única y exclusivamente tú, te has dedicado a enfatizar en sendos hilos del general (véase la encuesta sobre mi orientación y el pretexto de la celebración del orgullo gay). Nadie más, ni siquiera Urdu, se ha dedicado a abrir temas dedicados en su totalidad a mi sexualidad, lo cual, en un principio y de no tener luego la desfachatez de atribuirme a mí o a cualquier otro la difusión del asunto, me pareció todo un detalle y halago por tu parte.
Por otro lado, es inevitable deducir que, según tus propios parámetros basados en que lo risible de algo viene determinado por los comentarios y habladurías que suscite, la sexualidad de Urdu, a raíz de los comentarios que ha(n) levantado la fotografía de su pene y resto de anatomía, o las menciones a los actores y vecinos tuyos que han pasado por su entrepierna, debe resultar el paradigma de lo ridículo y vergonzante. Es más, no entiendo como, en su momento, lejos de criticarlo de acuerdo con tus habituales valores y prismas, pareciste encantado de participar en sus exhibiciones, cual portera que anda tanteando qué posibles conocidos se puede haber follado ese o aquel.
Así pues, comprende que resulte un tanto excesivo el que aún sigas empecinado en tus trece respecto algo que, de no haber sido por tu inestimable ayuda mediante sondeos y acusaciones, habría (y a estas alturas de la historia, debería) pasado como cualquier suceso más de los que, cotidianamente, salpican este phoro.
Ahora, puedes argumentar que la homosexualidad, bisexualidad o heterosexualidad en sí no son criticables, pero tus palabras, a falta de un editado, ahí están, a cada cuales más recientes y más contradictorias.
Dónde no veo ninguna contradicción en ser de un barrio (obrero?) e ir a bodas (sic) con el traje del carrefour dos tallas más grandes.
Cuando hablé de incompatibilidad, me refería, lógicamente, al hecho de, por una parte, dárselas de ilustrado pedante, por otra, de teenager que descubre el JB en detrimento de la fanta y, finalmente, el sacar a relucir datos totalmente prescindibles de una boda como que en ella interactuaste con las altas esferas neozelandesas.
Quicir, apesta a quiero-y-no-puedo, a, "soy repelentemente erudito de wikipedia pero no tanto, también tengo mi punto guay, ya sabes, me emborracho y soy de valleKas", lo cual, de por sí no pasaría de ser más o menos criticable que cualquier otra actitud que esconda contradicciones en sí misma, pero, teniendo en cuenta que mi supuesto guayismo, la cultura del extremoduro, el klimocho y la camiseta de anarkía, libertad y la polizía asesina, han sido -y supongo siguen siendo, aunque en menor medida- uno de tus principales recursos en tus arremetidas contra mí, resulta un conjunto verdaderamente estúpido y deleznable.
Pero oye, puede que, en ese juicio personal, y so riesgo de no conocerte, ande algo errado (algo que, de demostrarse, no me importaría reconocer), pues el hecho de reconocer que el traje no era Emporio Armani y te iba dos tallas más grande resulta razonablemente humilde, algo insólito en tí.
Si las veo en hacerse llamar comunista o anarquista libertario y estar a la última de lo peor del sistema que tan malo dices que es. Es como rebozar el hocico en la mierda sin para de quejarse de lo mal que huele. ¿Cómo llamarías a alguien así?*
Para empezar me estás llamando comunista, cuando poco defiendo ya de esa, antaño acogida por mí con orgullo, ideología, lo cual te agradecería que, en pos de la verdad (sí, sé que, en tu caso, quizás resulte excesivo exigir algo tan, a simple vista, sencillo) y la propiedad a la hora de hablar, intentases corregir. Petición que, todo sea dicho, supongo caerá en el mismo saco roto que el resto de las realizadas acerca del resto de falacias que tan alegre y gratuitamente has soltado. En fin, un ápice de esperanza que tiene uno en los bocazas, así que, por intentarlo, que no quede.
Ahora, y por primera vez, entrando en uno de tus últimos descubrimientos argumentales, me gustaría que aclarases qué tiene de incompatible el seguir, tan sanamente, sin fanatismos, ni obsesiones, ni desembolsos económicos, cierta corriente destroyer con el clásico mundo del famoseo, y defender una ideología libertaria.
Mayormente porque, lo entendería fácilmente de ser un acérrimo del HOLA, Lecturas, Sorpresa! o Corazón de..., pero no siendo éste el caso, pues, como he dicho, escapa a mi -seguramente limitada- lógica.
Como también escapa el que, precisamente tú, defensor del liberalismo de las deslocalizaciones, de la competitividad al límite, veas en el mundo del corazón y el amarillismo lo peor del sistema económico capitalista. Quizás es que yo, en mi ilógica sensibilidad, me dejo conmover antes por la cantidad de guerras provocadas por intereses económicos, los muertos de éstas, los desastres ecológicos que conlleva el capitalismo voraz e insaciable y esos miles de millones de trabajadores-esclavos, tanto en el primer como el tercer mundo, que por la existencia de panfletos que hablen sobre la polla de Dody Al Fayed o las locuras de Raquel Mosquera.
De todos modos, y visto que su formato melodysoft no es terreno apto para las cruzadas de Don Seisdedosgordos, me veo en total disposición de, para una mayor comprensión y conocimiento tuyos, de Mclaud, Urdu y demás hombres, más que de poca fé, de lengua demasiado larga y vergüenza demasiado escasa, facilitaros el foro desde el cual me entero de toda la morralla rosa (como podréis comprobar buscando anteriores comentarios acerca de Donde estás corazón, etc.) que plasmo en el hilo de rumorología y demás:
El foro de La Mesa CamillaAprovecho también la ocasión para recomendarlo a todos los presentes, aunque sólo sea a modo de voyeur ya que, pese a estar actualmente los camilleros en pleno éxtasis de La Isla de los Famosos, suelen tener salidas de tono verdaderamente estupendas.
Por falacias ya te expliqué porqué el comunismo y la defensa de las identidades culturales de los pueblos es una contradicción: La cultura nacional es burguesa, los países son un invento burgués para separar artificialmente a los proletarios del mundo. Según tu propio ideario realmente existen las clases, no las naciones.
Por falacias, aunque sigas haciéndote el loco, el ciego y sospecho que, incluso, el sordo, me he referido, desde buen principio, a esa sarta de invenciones tuyas que empezaban por mi supuesta represión sexual, pasaban por mi atracción sexual por Björk y terminaban -aunque, seguramente, me deje alguna que otra por el camino- por mi simpatía y votación a ERC. Lo del orgullo mal entendido supongo no hará falta desarrollarlo teniendo en cuenta lo anterior y tus intentos por desentenderte de ello y no rectificar.
Pero, en fin, vamos a centrarnos en el tema en sí:
¿De dónde, si no de tus delirios losantianos, has sacado que soy nacionalista? ¿De dónde has sacado que voto a ERC o que, siquiera, simpatizo con ese partido? ¿De dónde sacas que defienda, fuera del aspecto catalán, el nacionalismo como ideología o sentimiento político?
Que, estimado iluminado, es fácil y comprensible que, en una mente obtusa, mesetaria y que, en su afán por creer saberlo, conocerlo y tener autoridad sobre todo, caigas en errores, meteduras de pata y suposiciones tan, a estas alturas y con tus paseos por la wikipedia, como son confundir la defensa del derecho de autodeterminación política, ya no de una nación, sino de cualquier colectivo o región, como ejercicio de verdadera democracia en la que, cada grupo de ciudadanos decide bajo qué sistema u orden quiere vivir, con el nacionalismo o abogar por la independencia para convertirse en estado de un territorio por motivos político-culturales.
Es decir, dista muchísimo el reconocer la existencia de una lengua, una serie de tradiciones culturales y folklóricas, una manera de actuar y obrar un tanto singular, con reconocer el que ello represente algo política o estatalmente.
Porque, personalmente, nada me aborrece y asquea más que el uso de la cultura como instrumento político, como arma tanto arrojadiza como de defensa, de segregación del pueblo, de los de por sí segregados en clases económicas, de la violación de una lengua, de un folklore, de una cultura en general asociándola intrínsecamente a un concepto estatal. Y eso es, precisamente, lo que hacen en su inmensa mayoría -y no digo totalidad por no entrar en debates suscitados por sensibilidades heridas- los partidos nacionalistas (un invento burgués, como bien dices).
Aparte, está el hecho de que, supuestamente, el pensamiento libertario, en contraposición con el modelo político vigente, se opone a la participación electoral y a toda forma de representación indirecta, de ahí lo absurdo de suponerme el voto a algún partido, menos aún a aquel que, antaño en el forito o foromono, no tuve reparos en calificar como fascistoide.
Pero nada, tú sigue reafirmándote, por activa o por pasiva, en tus mentiras, en tus acusaciones sin fundamento, que yo, por mi parte, me limito únicamente a emitir opiniones que, posteriormente, argumento en caso de ser exigida la explicación y que, de ser erróneas, no tendré ningún problema en rectificar.
Y nada de llamarte subnormal, como algunos esperan, pues su lógica no alcanza para ver que el calificativo que mereces es mucho peor que el de la simple y llana trisomia, pues un subnormal, ante la evidencia de sus calumnias, falacias y embustes, jamás habría tenido la poca vergüenza, dignidad y retorcimiento como para llevarlas hasta estos extremos.
Que vergüenza me daría, manipulador, embaucador, farsante y embustero, el que tengan que repetirme, demostrarme públicamente lo evidente de tus mentiras.
Como para que aún encima exijas argumentaciones de lo falaz y, en una última muestra de altanería ciega, obtusa, denigrante, y hundimiento en tu propia ponzoña, pretendas poner puntos sobre las íes (sic).
Así pues, ya no me hagas a mí el favor, sino háztelo a tí mismo y deja de mostrarte como el impresentable carente de argumentos, decendia y dignidad que, día tras día, mentira tras mentira y negando(te) unas tan necesarias rectificaciones, demuestras ser.