Resulta que, por fin, alguien se decide a meter mano a los colegios concertados que segregan por sexo, y algunos del Opus Dei deciden adaptarse a los tiempos y hacerlos mixtos, pero otros se mantienen en sus trece y dicen que por sus santos (patapam plash) cojones van a seguir con sus colegios solo de niños con pene o de niñas con vagina.
Entonces el gobierno dice que dejarán de ser concertados y pasarán a ser privados, y los papis (de un extracto de clase pija, en general, y fachaRRRRRRRRRdos en nivel sumo, lo suficiente como para querer que sus hijos no conozcan a personitas del sexo contrario) anda revoltosos porque les va a subir el precio del cole.
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Y lloran y dicen cosas como:
Mi postura no es muy elaborada, es un simple "que se jodan".Este miércoles, tras dejar a los pequeños, las familias mostraban su indignación por la decisión de la Generalitat. “Se discrimina a las escuelas diferenciadas por una cuestión religiosa, pero somos ciudadanos que pagamos impuestos y podemos decidir qué tipo de educación elegimos, igual que pasa en otros países”, se queja Bego. Un lamento que comparte otro padre, David: “Es una caza de brujas. Nos tratan como ciudadanos de segunda porque es un modelo que no les gusta, pero es un sistema que ha existido siempre y no lo pueden cambiar así de repente”. Ambos explican que, de momento, la escuela se ha comprometido a no subir cuotas. “Aquí hay familias con muchos hijos y no podrán pagar si nos suben las cuotas, y entonces tendrán que dejar la escuela”, añaden.
En otro punto del gran aparcamiento, el diputado y secretario general del partido ultra Vox despide a su hijo desde el coche oficial. Más allá, otro grupo de familias expresa unas quejas parecidas. José Luis y María se estrenan este curso en este centro. “Es injusto que se metan con un colegio sin preguntar a las familias o mirar los resultados académicos. Que se preocupen de la pública, que tiene muchos problemas”, espetan los padres. Este diario no ha logrado recabar la opinión del centro.