poshol na escribió: ↑20 Feb 2023 11:59
Ni puta idea porque no me interesa el tema y no me cae especialmente bien, pero tuvo mucho éxito el de Ángel Martín.
También lo he leído. Como libro es algo mejor, porque es más inteligente y gracioso, pero claro, el ego es enorme.
En cualquier caso, el de Ángel Martín no va de trastorno bipolar, porque lo que le dio es un brote psicótico de libro, entre otras cosas porque estaba consumiendo cantidades astronómicas de marihuana, éxtasis y alcohol.
También el tal Javi Martín se ponía fino filipino a alcohol, pastis y cannabis. Cuenta que una vez se fue a Ibiza de vacaciones y se metió tantas pastillas (y pollas) que tenía la boca llena de llagas por dentro (de "mandibulear"), y tenía que grabar CQC, y no podía ni hablar, y en Tele5 le propusieron que se metiera un tirito de coca para grabar el reportaje. Cosas así. Pero no va a la carnaza. La chicha está en cómo te cuenta lo que pensaba (y piensa) en lo que llama "sus fases elevadas": cree todas las mierdas magufas habidas y por haber. En realidad se las cree también cuando no está "acelerado", pero en las fases maniacas se comunica con muertos y las energías le hablan y tal y cual.
Que nadie sabe, en ambos casos, si habrían brotado igualmente si no se drogaran (mi apuesta es que Javi Martín SEGURO, y el Ángel Martín probablemente también, pero en el segundo caso la relación estoy todo el día drogado --> me da un brote psicótico es más clara).
Javi Martín ha tenido muchos subidones (en los que se pone místico y acelerado) y solo un par de depresiones (y cortas en el tiempo), y sabe que será un enfermo crónico, tiene un diagnóstico, un tratamiento.
Angel Martín tuvo un brote psicótico (en el que creía que se comunicaba con extraterrestres, que influía en el mundo con sus pensamientos, que recibía señales), se chupó 15 días de ingreso involuntario, y el muy inocente cree que se ha curado y que ya ha cambiado su vida y que lo ha hecho a fuerza de voluntad y que ya está. Hay un ego ahí muy fuerte, y cero aprendizaje REAL ante la enfermedad, en mi opinión. Pero vamos, escribe con más salero que Javi Martín.
Los dos libros están bien por el testimonio, pero como libros son muy malos.