Bueno, citando lo que no tenga que ver con "La chica del agua":
Destripes varios de "El bosque":
Viterbo escribió:La diferencia es que yo no veo ésta película como perteneciente al género de terror, es cierto que utiliza recursos de suspense en momentos puntuales, pero los bichos son un artificio para hablar de algo más importante, en este caso, el miedo de la sociedad actual. De hecho, mucha parte del metraje corre ajeno al tema de los monstruos.
La respuesta a "¿que son esos bichos?" yo la veo asín: "El miedo es la herramienta de control de los poderosos". Y para esa respuesta sí tiene sentido el último giro, ya que manifiesta que los poderosos son los que más miedo tienen.
Mr. Blonde escribió: ¿Película de terror El Bosque? No puedes seguir diciendo eso después de haberla visto. (esto iba para Nico)
Lo que estáis haciendo es un juicio de intenciones
a posteriori. Es decir, una vez vista y digerida la película, deducís que la intención de S. era la de transmitir un mensaje social. Y sí, lo era.
Pero, lo que yo digo no es un juicio de intenciones, sino un juicio cinematográfico. "El bosque" está planteada como una película de terror. ¿Por qué? Porque en cada película de suspense hay un asunto principal, una pregunta básica, un interrogante que le presenta al público (aunque puede haber otros interrogantes y temas menores). Y en "El Bosque" el asunto principal es este: los habitantes de una aldea no pueden abandonarla porque unos misteriosos monstruos se lo impide.
Ya sé que hay otros sub-argumentos, como en casi todo film. Pero la premisa básica es esa, y es una premisa de película de terror, presentada técnicamente con todos los recursos del terror. Es decir, hay varios sub-argumentos, pero la intensidad es convenientemente acentuada en los momentos de "interrogante principal", es decir, en los momentos en que aparecen los bichos.
Vuestro juicio de intenciones es correcto, pero yo os diría que volváis a ver la película, olvidándoos de lo que ya sabéis, y tendréis que reconocer que, salvo el final, está construída básicamente como un film de suspense-terror en el que los bichos son el argumento principal y lo demás son sub-argumentos. Para analizar la estructura fdormal de una película, hay que hacerlo tomando el punto de vista del espectador que la ve por primera vez y que aún no sabe nada, y que no puede hacer todavía un juicio de intenciones.
Un argumento principal no tiene por qué dominar
en número de escenas o en cantidad de metraje sobre los sub-argumentos. "Los pájaros" es una película de terror y tarda cincuenta minutos (¡¡50 minutos!!) en empezar a serlo. Hasta ese momento, sólo es una comedia romántica y lo único terrorífico que ha ocurrido es que una gaviota le pica en la cabeza a Tippi Hedren, y si nos olvidamos de lo que sabemos
a posteriori, tampoco es esa una escena de terror. Simplemente es una gaviota que pica a alguien sin motivo aparente, lo cual tamnpoco es tan improbable o fantástico (las gaviotas a veces pueden picar a la gente, como cualquier otro pájaro).
Lo que convierte a un argumento en principal es que capte la atención del público por encima de los sub-argumentos. "Los pájaros" es una larga película romántica, si hacemos caso a cómo se desarrolla su primera mitad. Pero Hitchcock lo hace
al revés que Shymalayan, es decir, se guarda el argumento
fuerte para el final. Y sustituye una comedia romántica por algo mucho más fuerte: una rebelión de los pájaros, y no a la viceversa. Hitchcock sale ganando con el cambio allí donde Shymalayan sale perdiendo. Cuando ves a cientos de cuervos atacando a unos niños, te olvidas de los interrogantes romñanticos que te hiciste al principio ("¿acabarán juntos el chico y la chica?")
pero porque Hitchcock te obliga a interesarte por un nuevo interrogante que es
aún mejor que el anterior, y más apasionante ("¿qué le ocurre a los pájaros y por qué atacan a la gente?", o "¿es el fin del mundo?").
Esto es tan, tan efectivo, que Hitchcock se permite dejar ése último interrogante sin responder. No te dice qué les pasa a los pájaros, ni cómo terminará todo. Pero has visto con tus ojos que una comedia romántica se transforma en una pesadilla apocalíptica, y la fuerza
ascendente del cambio es tal, que ni siquiera te molestas en exigir una respuesta. Te conformas con haber logrado hacerte una pregunta más interesante de la que te estabas haciendo al principio.
Y en "El bosque", Shymalayan lo hace exactamente al revés. De más a menos. Es así de simple.
Straika escribió:Pos al finá va a ser verda que el tio este aspira a Hichtcock.
Y me parece bien, es uno de los más dotados para intentarlo. De todos modos, Hitchcock es al suspense lo que Hendrix a la guitarra. Desde que él apareció, todo en ese estilo pasa por él.
Straika escribió:Yo vi la película sin pretensión de encontrar una película de terror, porque el género de terror no me gusta nada y no me está permitido verlo. Al contrario de lo que dice Nicotín yo no me planteé qué eran los bicharracos, sino por qué la tenían tomada con los afables aldeanos.
Bueno, si te sirve de algo, yo "adiviné" de qué iba
realmente la película a los pocos minutos (no me suele ocurrir, pero con "El bosque", casualmente, me pasó como creo que a bastante gente). Aun así, lo que vi fue una película de terror aun sabiendo que no era esa la intención última. ¿Por qué? Pues porque, si soy objetivo y prescindo de lo que ya sé, lo que hay en pantalla
parece una película de terror.
Y en cine, lo que
parece,
es. Y para que no lo sea, se te ha de desmentir
de manera convincente y poderosa. El cine no es un examen del colegio ni un arte meramente intelectual. No basta con que te den una respuesta lógica. Se necesita una respuesta poderosa y aparente, algo que te convenza por su
apariencia verosímil, no por su coherencia lógica.
El otro día vi otra vez "King Kong" de Peter Jackson. No es lógico que una mujer y un gorila gigante se enamoren. Pero la película (o mejor dicho la historia de base)
te convence de que se enamoran, de que es posible y hasta de que es hermoso. De hecho, para el espectador es más creíble el romance entre King Kong y la chica, que el romance entre ella y Adrien Brody. El cine va a menudo en contra de la lógica, porque es el arte de manipular las emociones del público, no de manipular sus esquemas mentales con ecuaciones matemáticas. "King Kong" no es una película fantástica, es una película romántica. Hay que separar el significado intelectual (o literal) de una película, de su significado emocional, que al final es que el público capta, y es sobre el que hay que hacer hincapié.
Así que si a un director se le va la mano haciendo que una película
parezca una cosa cuando en realidad es otra, es su problema y no el del público.
niñosimio escribió:En realidad todas las películas de suspense del Sanmillán son bastante tramposas y el tipo en general se pasa las leyes aristotélicas por el forrete según le conviene por ejemplo la respuesta sorprendente de la aclamada 'el sexto sentido' esta basada en varias trampas: por ejemplo cuando el criajo ve a los muertos hace muncho frío para dar más suspense y además los muertos conservan las heridas que les causaron la muerte para impactar al espectador, sin embargo cuando brus güilliguer esta con el crio ni hace frio ni tiene el abujero pertinente en el abdomen. Esta claro que si mantuviese la coherencia o bien la película no tendría un desenlace inesperado o bien no conseguiría crear esos estupendos momentos de tensión y suspense.
Estoy de acuerdo, pero tú mismo te respondes.
A mí no me molestan las trampas en el guión cuando están destinadas a hacer que la película funcione, y cuando lo logran, el efecto que te produce la historia principal hace que perdones esas trampas o incluso que las agradezcas. A fin de cuentas, todo el cine es una trampa: gente ante una cámara que fingen que lloran o ríen.
El problema de Shyamalayan en algunas de sus películas, es que maneja muy bien esas trampas
tácticas, pero se empeña en usarlas para levantar un argumento central que después él mismo se encarga de invalidar.
Si empleas trampas para hacer creer que hay fantasmas pero la película no te desmiente que habla de fantasmas, el resultado es magnífico ("El sexto sentido"). Pero cuando las trampas te hacen creer que hay monstruos, y después resulta que te dice "no, no, no son monstruos", y tú dices: "ah, ¿y entonces que son?". "Pues.. son tíos disfrazados".
"Ah, genial, tíos disfrazados...prefería los monstruos, la verdad".
Ese es el problema.
Pero en cuanto a las trampas de las que hablas, creo que Shymalayan las usa con singular maestría en el cine de hoy. Lo que necesita es un argumento consistente, que vaya de menos a más. Olvidarse de la "sorpresa final" como resorte fundamental de sus films, y centrarse más en el suspense "secuencia a secuencia",
en las sorpresas dentro de cada secuencia (como hacía Hitchcock) y que es algo que se le da muy bien.