Dolordebarriga escribió:Ya no estamos a principios de siglo XX (si quieres te permito alargarlo hasta mediados de los 60) cuando ir al teatro era un verdadero "acto de sociedad". Hoy en día, ir al teatro, es ya meramente, por suerte, asistir a un espectáculo cultural y por lo tanto puedes y debes vestir como te salga de los cojones. La idea de llevar etiqueta para el teatro está ya tan demode que mantenerla te convierte en un outsaider de la moda (entre nosotros, en un mero fresita imitador, para que no te creas que lo de outsider tiraba hacía lo de rompedor). Por lo mismo aplaudo a Urdu cuando dice que a la ópera va con la misma ropa que a tomarse sus pastillas (las que le recetan en la seguridad social supongo). Ahí, todavía si que rige la etiqueta pero espero que se acabe perdiendo.
De acuerdo en todo.
Pepelu, te estás desdibujando. Estás dando pasos en falso, muchacho. No sé si estas logrando el efecto que pretendes.
Respecto a lo de ir a la ópera de sport, es, en efecto, perfectamente lícito. De hecho se puede llegar a ver a auténticos gañanes, no hablemos ya de los ensayos generales. En el día del estreno, que es todo muy snob, sí está peor visto, pero nadie dirá nada. Lo más normal es que la gente se emperifolle para ir. A la gente, lo creáis o no, le encanta emperifollarse. Y la ópera, más que una excusa, parece una obligación.
Yo es que con mi estatura, los trajes como que no.
pepelu escribió:Por otra parte, decir, que polos, sólo son útiles si son de primera calidad
El "polo" es una prenda abyecta. Fea de solemnidad. Pija en un principio y transformada ahora en icono de la cutrería. De verdad que los polos son feos de cojones y aunque yo mismo compré el otro día uno lo hice porque me gustó bastante el estampado pero aseguro que no me lo pondré sin echarle algo encima (una camiseta de cuello redondo) para purificarlo.
Que equivocados estáis los dos.
Pepelu: un polo es una prenda básica, como una camiseta. Si queda bien, queda perfecta, y no es preciso que sea de ninguna marca, pijo de mierda, que eres un Patrick Bateman de pacotilla. Si eres alguien pereza y para colmo tienes lorzas tal vez necesites distraer la atención de ellas con un cocodrilo. Pero te aseguro que mis polos de H&M, que si molan es precisamente porque no llevan logo alguno, me quedan como un solete.
Los polos es una prenda que cuando se es joven, proporcionado y armonioso sienta de puta madre. Y conste que yo soy muy poco de polos, sólo me los pongo para la puta ópera. Pero joder, cómo sienta un polo cuando sienta bien.
El pantalón de chandal tan sólo tiene su razón de ser como prenda utilizada para practicar deporte, para ir o venir a/de practicar deporte, o para andar por casa. El pantalón de chandal como prenda de vestir es sumamente hortera y puro bad taste. Y ojo!! que entre lo hortera y lo kitsch hay una diferencia ( con sus matices subjetivos siempre) abismal. A mí un punto kitsch me hace gracia (tampoco creo que sea conveniente abusar, como hacen algunos gafapastas) pero al punto hortera le tengo pavor y grima.
En el año 2006, y desde hace ya mucho, el chándal está justificado cuando se es joven, o en su defecto, cuando se está bueno. Si se dan cualquiera de estas dos circunstancias el uso del chándal como prenda de lucimiento está justificada. Es, de hecho, una prenda de lucimiento, te guste o no.
Entiendo que no lo entiendas, pero un chándal es una prenda con un morbazo que te cagas. Y todos esos niñatos que ves por ahí que no se lo quitan ni bajo la ducha lo saben. A ellos les favorece. A mí me favorece. A un jubilao en el bingo no.
Yo he salido de marcha con mi Sergio Tacchini y me he quedado como Dios. Claro, que yo no voy a pacha, ni a Cool, ni a Heaven.
Tengo también como diez años de abandonar el calzoncillo como prenda de vestir. Voy mucho más cómodo sin ellos. Seguramente mi afición al "no calzoncillo" se inició con el visionado de las pelis porno ochenteras en las que por ahorrar "tempos" los actores siempre iban desnudos debajo de los jeans. El día que ya no pueda controlar mi esfinter volveré a utilizarlos, como paso previo y doloroso hacia el camino de la senectud (y/o la enfermedad) y los pañales para adultos, pero espero que ese momento se postergue todavía durante mucho tiempo. Y no, no me he pillado nunca, de momento, ni la polla ni el escroto con la cremallera del pantalón. Y tampoco me tiro pedos nunca (la educación de colegio de monjas, debe ser).
Yo hago lo mismo, pero yo soy un pervertido sexual. ¿Cuál es tu excusa?