Yo, al contrario que de las bellezas naturales, de esos landscapes, esas tierras, mares o bosques llenos de vegetación que es cierto, despiertan algo en nuestro interior que poco más puede despertar...Yo quería hablar de la belleza de las ciudades, de la obra del ser humano, del cemento, metal y cristal. De los rascacielos alienantes de las ciudades que causan estrés y de las preciosas luces artificiales que ocultan el cielo. La gente se queja de que no se ven las estrellas y no se para a pensar que ahora no sólo hay estrellas en el espacio sino también más cerca y que pueden ser preciosas igualmente.
Por eso me gustaría decir que esta moda de volver a lo natural, al instinto primigenio de la naturaleza está haciendo que nos olvidemos de las maravillas que salpican el mundo, que no sólo la luz del Sol crece la armonía sino también del neon.
BARCELONA

LONDRES

NUEVA YORK


PARIS


TOKIO


