Music for Life

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Nicotin
Manuel Fraga Iribarne
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Mensaje por Nicotin »

Randy Newman es una figura bastante peculiar y única dentro de la música popular norteamericana. No es muy conocido entre el gran público, lo cual es una injusticia lamentable ante una carrera del calibre de la suya (y no es sólo en España, en sus USA natales tampoco es un artista que esté en boca de todo el mundo). Su mayor notoriedad viene por los muchos años que lleva componiendo bandas sonoras de películas, y especialmente en tiempos recientes, por las canciones que ha escrito para películas animadas de Pixar y Disney. Sin embargo, y pese a que en sus bandas sonoras hay un buen número de canciones memorables, se suele desconocer su carrera en solitario anterior al cine (tiene discos en los 70 repletos de auténticas joyas), y, sobre todo, se desconoce que es el autor e intérprete original de canciones universalmente famosas como “You can leave your hat on” (sí, el Himno Mundial del Strip-Tease que hizo famoso Joe Cocker es suyo, y Newman lo grabó ¡en 1972!).

Randy Newman
Imagen

Siempre ha sido adorado por los críticos, quienes, casi unánimemente, han alabado sin cesar su trabajo. Pese a que su música es sencilla y suele moverse en parámetros bastante constantes (tiene muchas canciones que recuerdan a otras de sus canciones), es considerado un songwriter ejemplar, cuya estatura artística no ha sido jamás reconocida por el aficionado medio a la música norteamericana en general. Randy Newman ha tenido dos grandes desencuentros en su carrera: el público y (esta es más cachonda) la Academia de Cine americana.

En cuanto al público, sus discos en solitario no han tenido nunca mucho éxito, pese a que su música tiene grandes posibilidades comerciales (como se ha demostrado cuando sus canciones son grabadas por otros o aparecen en películas populares... entonces sí venden mucho). Quizá se debe a que el propio Randy Newman es poco “vendible” como músico popular: su voz no es especialmente privilegiada (otra cosa es la sensibilidad y finura con la que toca el piano), y su imagen no es precisamente la de un mito del rock. De todos modos, al propio Newman siempre se la ha traído bastante floja el público, y toda su vida ha dado la impresión de ser un tipo a quien la opinión ajena no importa lo más mínimo. Se ha ganado bien la vida gracias a los royalties de sus canciones, ya sea en películas o en voz de otros artistas, y el hecho de que sus propios discos en solitario estén hoy olvidados no parece inquietarle demasiado.

Su otro gran desencuentro ha sido con los premios Oscar. Quien piense que Hitchcock o Spielberg fueron en su día maltratados por la Academia, que los nominaba muchas veces sin darles premio, en una especie de tortura psicológica refinada.... bueno, debería conocer el caso de Randy Newman. Entre 1981 y 2001, Newman fue nominado ¡¡quince veces!! (Dios, ¡¡quince veces en veinte años!!) a los Oscar, ¡¡y no se llevó ninguna estatuilla!!.

Cuando finalmente recibió su primer Oscar en 16 intentos por una canción del film “Monsters Inc.”, Newman hizo gala de su característico sarcasmo y al subir a recibir el premio lo primero que dijo fue: ”No quiero vuestra caridad”. (Como nota aparte, ha sido nominado a seis globos de oro, ¡de los que tampoco ha ganado ninguno!... por lo menos con los Grammys ha tenido más suerte y se ha llevado varios).

El sarcasmo, la ironía y un oscuro sentido del humor es una de las constantes en la carrera de Newman. Además de como compositor, destaca especialmente como letrista, pese a que sus letras son muy sencillas y utilizan un lenguaje muy claro y directo. Hace lo más difícil: no escudarse tras metáforas o expresiones poéticas, y aun así, lograr transmitir un mensaje poderoso en sus canciones, con mucha, mucha sutileza. A menudo sus temas, pese a una música melódica y dulce, esconden letras humorísticas, sarcásticas, oscuras o críticas con el poder. Además, suele narrar historias relacionadas con personajes extraños (que cantan casi siempre en primera persona, como en las canciones de Primus) y tiene una gran facilidad para pasar de la comedia a la tragedia o la crítica social empleando un estilo de letras muy similar.

El gran Randy posa con la única estatuilla que ha ganado
tras ser nominado 16 veces en 20 años.

Imagen

Aunque poca gente le tenga presente, la música de Newman ha sido escuchada por prácticamente cualquier persona del planeta que tenga acceso a un cine o una TV. Ya sea directa o indirectamente, muchas de sus canciones han terminado en bandas sonoras de películas y algunas, como “You can leave your hat on”, se convirtieron en mega-éxitos en voz de otros cantantes (en este caso Joe Cocker, cuya carrera fue relanzada hasta el infinito tras popularizar el tema de Newman).

Newman grabó la canción en 1972, para su disco en solitario “Sail away”. Quien nunca haya escuchado esta versión original, tiene que hacer el ejercicio mental de olvidar la versión de Cocker, que se ha convertido en el “standard” (ya que, antes de aparecer en “Nueve semanas y media”, la canción era prácticamente desconocida).

La versión de Randy Newman es menos “espectacular” y ampulosa que la de Cocker. No hay coros femeninos, ni sección de viento estridente, ni los arreglos recargados típicamente “ochenteros” de la que todo el mundo conoce. Es necesario reconocerle el mérito de haber grabado un tema que, ya en su formato original, parecía concebido especialmente para que una mujer se desnude mientras la música está sonando. La versión de Newman es más sensual y sugerente que la de Cocker: su piano la conduce cambiando sutilmente de matices, y los arreglos son simples y poco recargados.

De hecho, la canción habla precisamente de un strip-tease, y su sencilla, breve, pero morbosísima letra está cantada en primera persona por un hombre que le está diciendo a una mujer cómo quiere que se vaya desnudando. Traduzco la letra porque no tiene desperdicio (aunque en inglés es más poderosa), especialmente sabiendo que años después se convertiría inesperadamente en la canción para strip-tease por excelencia:

Nena, quítate el abrigo ...muy despacio.
Nena, quítate los zapatos ...trae, yo sujetaré tus zapatos.
Nena, quítate el vestido... sí... sí... sí.
Puedes dejarte el sombrero puesto.

Ve allí y enciende una luz,
...no, mejor todas las luces.
Ahora vuelve aquí y ponte de pie sobre esa silla,
...eso es.
Alza tus manos en el aire,
...sacúdelas.
Tú me das una razón para vivir.

La gente malpensada habla,
intentando separarnos,
dicen que mi amor es incorrecto.
Ellos no saben lo que es el amor,
ellos no saben lo que es el amor...
Yo sí sé lo que es el amor.


Magnífica. Como es característico de las letras de Newman, tras su lenguaje sencillo siempre hay un matiz levemente oscuro que acaba tiñendo toda la canción de un tono inesperado. En este caso, el matiz es la mención final de un deseo inapropiado, que no dice cuál es (¿es una mujer casada? ¿una menor?), pero con el cual el protagonista se siente muy a gusto pese a la incomprensión del resto del mundo. Eso, evidentemente, le da un aura perversa al tema que la gente suele dejar escapar cuando lo escucha, pero que es uno de los grandes alicientes de la canción. Además es muy típico de Newman el doble sentido de “sacúdelas”.. qué elegancia para pedir que mueva las manos cuando en realidad está diciendo que menee las tetas.

Aquí, la versión original de “You can leave your hat on” que Randy Newman grabó en 1972. Puede chocar a quien esté muy acostumbrado a la de Joe Cocker (que me gusta mucho también) o a quien nunca haya escuchado la voz de Newman, pero tras varias escuchas cualquiera terminará dándose cuenta de que, excepto tal vez por la voz, es esta versión la que debería haber sido el himno oficial del strip-tease. Más suave, más sutil, más retorcida.

Valga de todos modos para reconocerle a Newman el mérito de ser el autor de la música y de una de las letras más “sexies” de la historia. Que un tipo escriba una canción así describiendo un strip-tease es digno de un premio Nobel... por lo menos. La cadencia del tema es, simple y llanamente, puro sexo.

Randy Newman, “You can leave your hat on”


Otra canción que no fue escrita para una banda sonora sino para otro de sus discos en solitario (el siguiente, de 1974, llamado “Good old boys”), pero que terminó formando parte de la BSO de “Forrest Gump” (mucha gente tiene el disco en casa y ni ha reparado en la canción), es “Mr. President (have pity on the working man)”.

La música es más típica de Newman: una canción melódica con una fuerte influencia de New Orleans (donde él creció), extremadamente bella, que podría haber sido perfectamente una canción de amor o un tema sentimental. Sin embargo, y como indica su título (“Señor Presidente, tenga piedad de los trabajadores”) contiene una fuerte crítica social.

Esa es otra de las características peculiares de este inigualable tipo: su música es dulce y por momentos estremecedora, pero bajo una balada de belleza escalofriante puede haber un ataque directo a Nixon y su despreocupación por el pueblo con frases tan ácidas como:

”Sé que puede sonar divertido,
pero todas partes la gente se está quedando sin dinero”.


”Tal vez estás haciendo trampas,
tal vez estás mintiendo,
o tal vez es que has perdido el juicio.”


Evidentemente, este sarcasmo leído así puede que no parezca algo extraordinario... hasta que escuchas el piano de Newman, la melancólica dulzura de la canción, y ves que la letra es como meter una bomba dentro de un osito de peluche:

Randy Newman, “Mr. President (have pity on the workin’ man)”

Bueno, esto son sólo un par de canciones, pero creo que sirven para introducir a un músico con un indiscutible estilo propio, maravilloso pianista, capaz de combinar una música de apabullante belleza con toda clase de mensajes oscuros e irónicos, con personajes y situaciones delirantes, y con un universo propio repleto de un humor negro, sutil y retorcido.

Estamos hablando de uno de los músicos más respetados por la crítica americana, un venerable compositor de bandas sonoras, pero que es capaz de hacerse fotos tan geniales como esta, parodiando a Kiss ¡maquillado con el signo del dólar! Qué bueno, joder (no, no es Photoshop, la foto es auténtica):

Imagen

Dios salve a Randy Newman.


-----

PD:

Esta sí que la debe conocer bastante gente, es de la película “Toy Story”, escrita por Newman y cantada a medias con el músico de country Lyle Lovett (que es una superestrella en los USA), y con quien sorprendentemente hace un magnífico dúo, hay mucha, mucha química entre ellos. Muy buena canción, y muy típica del estilo Newman, 100% New Orleans. Pongo el link ya que lo he visto de pasada en Bolt.com, y al oírla en películas de dibujos supongo que la gente suele pasarla un poco por alto quitándole importancia. Para variar, estuvo nominada al Oscar a la mejor canción... y no lo ganó. Debía ser la que hacía 13 o 14.

Eso sí, la letra es “para todos los públicos” y totalmente standard e inocua, no tiene la mala leche característica de Good Old Randy y muchas de sus canciones asesinas como “Wedding in Cherokee County” (a ver si la subo porque la letra es retorcida de cojones) o “Rednecks”. Ya subiré más, pero recomiendo a cualquiera que indague en la discografía de Randy Newman, porque encierra unas cuantas maravillas.

Randy Newman & Lyle Lovett, “You’ve got a friend in me”

Imagen
The bigger the headache, the bigger the pill. Call me the big pill.

Alvarito
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Re: Music for Life

Mensaje por Alvarito »

Nicotin escribió:[...] Aquí, la versión original de “You can leave your hat on” que Randy Newman grabó en 1972. Puede chocar a quien esté muy acostumbrado a la de Joe Cocker (que me gusta mucho también) o a quien nunca haya escuchado la voz de Newman, pero tras varias escuchas cualquiera terminará dándose cuenta de que, excepto tal vez por la voz, es esta versión la que debería haber sido el himno oficial del strip-tease. Más suave, más sutil, más retorcida.

Valga de todos modos para reconocerle a Newman el mérito de ser el autor de la música y de una de las letras más “sexies” de la historia. Que un tipo escriba una canción así describiendo un strip-tease es digno de un premio Nobel... por lo menos. La cadencia del tema es, simple y llanamente, puro sexo.

Randy Newman, “You can leave your hat on”

[...]


No veo por qué por ser más retorcida hace más méritos para ser el himno oficial del striptease. ¿Más depravadilla y tal? La otra es como de risa, más desenfadada, más amena (menos coñazo, sinceramente). Depende de cómo quieras que se desnude la chica, de cuánta gente haya alrededor.

La de Cocker
[...] se vio tragado por la boca de una decadencia larga y serpenteante, de la que no volvería a salir hasta que, al final mismo de sus días, se enamoró por fin de su mujer.

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jairo195
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Mensaje por jairo195 »


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Nicotin
Manuel Fraga Iribarne
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Re: Music for Life

Mensaje por Nicotin »

Alvarito escribió:No veo por qué por ser más retorcida hace más méritos para ser el himno oficial del striptease.


...bueno, si no lo ves no sé cómo explicarlo, realmente.

Depende de cómo quieras que se desnude la chica, de cuánta gente haya alrededor.


Evidentemente, no estamos hablando de la misma clase de strip-tease.
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