Asquitos VS Downrider

[The last samurai]

Para no seguir pasando páginas y más páginas en un mismo hilo, mejor focalizar cada combate en un apartado independiente. Es mucho más ordenado y limpio, al menos durante las primeras páginas.

A la espera de que Dorian certifique su labor como árbitro oficial junto a mi persona, Lowrider, aspirante a romper la (exhigüe) racha de victorias de Puagh, será el que elija tema. Por aquello de que el que postea el último posee cierta ventaja, empezará la exposición Puagh con el tema que haya descartado el jinete numetalero.

Por lo que...

MICHAEL JACKSON VS. DUQUE DE FERIA (cágate, lorito)


CHOOSE YOUR DESTINY!!

[puagh]

Y un huevo de puto.

Públicamente lowrider me ha dejado empezar escogiendo y ya le he dicho que el bueno de Miguelito HijodeJacobo.

Me quedaría calladito y le dejaría escoger a él, pero como con infinita displicencia ha tenido que apostillar que qué típico, imagino que no hay ningún problema en que sea así.

[The last samurai]

Si es tan mongólico como para desnudarse frente a la bestia, huntarse en sangre y ponerse panza arriba para que lo devoren... ¿Quiénes somos nosotros para impedirlo?

Que así sea, pues. Turno para puagh.

Ajustícialo rápido, pero con estilo.

[Dorian Gray]

A la espera de que Dorian certifique su labor como árbitro oficial junto a mi persona,

Certificado y con acuse de recibo. Pueden ustedes comenzar.

[puagh]

Querido Michael:

Siempre has sido mi ídolo. Cuando tenía tres años aprendí a hacer el moonwalk porque quería parecerme a ti. Ahora, en todas las fiestas de fin de curso te imito. Eres chachi. Y a mi me llaman el choriwoky en el cole.

A mi papá también le gustabas mucho, por lo menos antes de abandonarnos y de venirnos a vivir a esta caravana en las afueras de Tucson, Arizona. Yo ya casi no me acuerdo de mi papá, pero mi mamá, cuando no está borracha, pone tu disco Thriller y llora, porque se acuerda de cuando iban al cine juntos y les atacaban los zombies. Después, para consolarse, vuelve a emborracharse otra vez. Ella es feliz así. Yo creo que por eso a mi padrastro no le caes bien, pero es que él no entiende de música.

Mi sueño siempre fue ir a tu parque de atracciones en Wonderland. Pero ahora que me han diagnosticado leucemia, no voy a poder. A lo mejor me muero. Mi madre, antes, siempre decía que ni loca me iba a dejar ir a casa de un pederastra. Ahora, como no para de beber, no se le entiende nada, así que no sé lo que dice.

Ha sido mi padrastro quien me ha dicho que te escriba esta carta. Aunque tiene mal genio, también es muy cariñoso conmigo por las noches y se preocupa. A mi me da un poco de vergüenza pedírtelo, pero mi padrastro dice que estarás encantado porque tengo un culo muy bonito. Yo no lo entiendo, porque no sé qué relación tiene el culo con la leucemia, pero dice que tú estarás encantado de pagarme la operación de médula que necesito, porque tengo un culo chiquitito y respingón.

¿Es cierto? ¿Podrías pagarme la operación y luego llevarme a Wonderland a montar en la montaña rusa?

Mi padrastro dice que hasta me dejarías dormir allí, en tu rancho, e incluso en tu cuarto. ¿De verdad?

Te adjunto un par de fotos que me ha hecho mi padrastro hoy mientras me bañaba. Como ves la bañera es muy pequeña, pero no tenemos más sitio en la caravana. Se me ve el pito y me da un poco de vergüenza, pero dice mi padrastro que así te harás una idea mejor de cómo soy.


P.D: ¿Qué significa pederastra?

¿No es enternecedor? Oh almas sensibles del foro, yo os invoco. Escuchad el lamento desesperado de este prepúber y decidme si no se os desgarran las entrañas al leer tales desgracias, fruto del infausto destino de un mortal desdichado.

Esta carta fue enviada por el niño Timothy Patterson al rey del pop en febrero del 2002. Sólo una persona con el corazón más grande que una granja de avestruces podía atender este llamamiento y financiar la operación del pequeño. Y así fue. Michael Jackson pagó a los médicos y le salvó la vida al pequeño Timothy. Pero no contento con esto, Michael también se lo llevó a hacer la recuperación a su rancho, donde sus enfermeras particulares, después de chutarle a Michael el brebaje que le produce la depigmentación de la piel, se encargaban del pequeño día y noche. Ni que decir tiene que todo ese tiempo, Timothy durmió en la mismísima cama del astro del rock.

Puede que Jesucristo dijera: “dejad que los niños se acerquen a mí”, pero ha sido Michael Jackson quien ha llevado esta máxima a sus máximas consecuencias.

-Ven aquí, machote. He cogido del videoclub
Brokeback Mountain, pa verla juntos esta noche.

Decidme ahora, ¿a cuantas estrellas conocéis capaces de hacer esto? ¿Acaso Bono, con su rollito “we are the world”, se acuesta con los negritos de África que tanto le preocupan? Pues no. A lo mejor les da una galleta Oreo para que se quiten el regomello, pero no duerme con ellos. Nunca. Porque, está clarísimo, el único y genuino “we are the world” y “we are the children” es Michael Jackson, aquel al que le importa un carajo si eres blanco o negro.

Michael Jackson es una muy mejor persona. Se preocupa por los demás. Y sólo hay una razón para ser así: haber mirado al interior de los ojos del sufrimiento y haber sentido en la nuca su más fétido aliento (el del sufrimiento, no el de Michael que huele a happy dent. El del sufrimiento no sé a qué huele).

La historia de Michael es una historia triste, pero no por ello menos verídica, una historia de llorar mucho, de pasarlo muy mal, fatal, de esas que quieres que se acaben de una puta vez porque no puedes soportarlo más, casi casi como si la hubieran escrito las hermanas Bronte por lo menos, pero peor, una historia como de película de Antena 3 por la tarde, basada en hechos reales. Así, de llorar mucho.

Michael cuando era guacharrillo fue niño prodigio. Tal cual. Una especie de Joselito a la americana, un pequeño ruiseñor en negro. Por eso, su padre que era más malo que un maltés y más listo que un letón, les compró a sus hermanos (que eran chorrecientos) un curso CCC de guitarra y se los llevó por ahí, a los mercaíllos de los pueblos para que les cantaran a la maris mientras compraban bragas a tres dólares. No llevaban cabra, porque en Estados Unidos no saben qué es eso, pero LaToya (¡qué mal lo pasó ella también en el colegio con ese nombre!) y Janet pasaban la gorra cuando terminaban de tocar. Janet alguna vez también ensañaba las tetas, que es una costumbre que se le quedó, pero eso ya es otra historia.

Como la cosa fue bien y se sacaban sus buenas perras en las calles, el padre, además de malo, se convirtió en avaricioso. Les compró a los niños (a Janet no, por guarra, y a LaToya tampoco, no sé por qué, pero con ese nombre me lo imagino) unos trajes así, como muy galácticos y los encerró en su garaje para que ensayaran, ensayaran y ensayaran. Y cuando ya los tenía reventaicos, que es que no se sentían las yemas de los dedos ni las faringes, se los llevó a una discográfica. Así fue como comenzó la vertiginosa carrera de Michael y sus hermanos con el ocurrente y sin par nombre de “Los Jackson faif”.

Desde un principio, tanto el padre de Michael como los señores “aquihaynegocio” de la discográfica, supieron que ahí, el único de valía, era el chiquitín de la voz de pito. Por eso Michael fue un niño sin infancia. Nunca supo lo que era irse a la calle a jugar al trompo, ni a levantarle las faldas a las niñas. Nunca hizo una guerra de globos de agua, ni se meo en el portal del niño más tonto de su clase. Nunca corrió de los municipales, ni se partió los piños con la bicicleta. Y cuando digo nunca, es nunca.

Es muy fácil juzgar a Michael, pero hay que tener en cuenta todos estos datos que siempre ocultan sus detractores.

Ya os lo he dicho: como Joselito. Pero mientras que toda esta desgracia convirtió a Joselito en un desalmado que acabó siendo un camello-enano-de-poca-monta y un oumpa loumpa en Charlie y la fábrica de chocolate, Michael salió fortalecido y hecho toda una muy mejor persona.

Cuando las hormonas llamaron a la puerta de la familia Jackson y a Michael le salió bigotillo, decidió que había llegado el momento de volar solo y de no volver a dirigirle la palabra a su papá. Por eso contrató a Jonh Landis y rodaron un video que revolucionaría la forma de hacer videos musicales. Sí, pegaron el pelotazo con Thriller. Fue el artista que más discos vendió en la historia de la música. Y para rematar, en el lanzamiento de sus siguiente album, contrató a Martin Scorsese y rodaron Bad (aunque decepcionó, sigue acojonando ver el enfrentamiento con Wesley Snipes).

Fue una época muy buena para Michael. Dejó de orinarse en la cama por las noches y todo. Se compró un pequeño ranchito y montó un parque de atracciones porque de pequeño nunca pudo ir a uno. Hasta rodó un peliculón que se llamó Moonwalker*.

Todavía recuerdo con una sonrisa cuando en la máquina recreativa de Moonwalker, Michael se cargaba a unos cuantos malos y se llevaba la mano al paquete, así de sopetón, imagino que para colocárselo bien.

Michael también tuvo tiempo de fundar una familia, y de darle a sus hijos el amor que su padre le negó. Entre sus muchas hazañas, goza el honor de haberle puesto a su hijo pequeño uno de los nombres propios más originales de la historia de la humanidad: Manta (porque es una manta de “hamor”). También se casó con la hija de Elvis y así, el rey del pop y el rey del rock quedaron unidos para siempre en la historia, cumpliéndose alguna que otra profecía de Nostradamus.

Pero tuvieron que llegar los envidiosillos y mediocrillos que empezaron a difamarle. Primero fue un indio cabrón que preparó un documental para denigrarlo. Después, para sacar tajada, los padres de algunos de sus mejores amigos de 9 años le acusaron de pederastra. Gracias a Dios, en el juicio quedó demostrado que todo fueron falacias.

El rey del pop es la única persona conocida, con permiso de su hermana mayor, que ha pertenecido a dos razas distintas a lo largo de su vida. No contento con esto, va camino de fundar una nueva raza. Se conocen casos de niñas a las que a lo largo del tiempo les ha salido una pollica y han dejado de ser niñas para convertirse en rudos camioneros. Puede que haya también por ahí alguno que, jugándose la carta del melanoma, haya nacido blanco y, poco a poco, a fuerza de rayos uva, haya pasado a la categoría de café con leche.

-No tenéis ni idea de la de pasta que me gasté en la cabina
que tengo en el baño de casa.

Pero nadie como Michael Jackson que de negro ha conseguido pasar a un tono lechoso que ni los mismísimo finlandeses. Porque Michael, todo lo que se propone, lo hace.

Michael con 14 añitos


Michael con veintitantos añitos


Michael a punto de convertirse en el primer ser humano reflectante:

-Como de pequeño no tuve un gusiluz, ahora quiero
brillar por las noches para no tener miedo.

Michael es un tío innovador. Siempre está experimentando. Sobre todo con su cara. Sólo un espíritu inquieto puede tener la curiosidad suficiente como para someterse a tantas operaciones de cirugía. Ahora a Michael Jackson no lo reconoce ni su madre.

-Algunas veces es un coñazo escoger cuál te pones

En definitiva, Michael Jackson ha sido para la música de los 80 lo que Jack Bauer es para el antiterrorismo: efectivamente, la puta hostia.


* Michael ya había hecho una versión blaxploitation del mago de Oz, dirigida por Sydney Lumet, pero ahí era sólo el espantapájaros. Él querría haber sido Dorothy, pero le quitó el papel Diana Ross. Cabronidas.

[Dorian Gray]

Sr. Lowrider, cuando quiera puede salir de los chiqueros que el Sr. Puagh le está esperando a puerta gayola. Por cierto, Sr. Puagh, durante el paseíllo le he notado... incómodo.


Un saludo y una verónica.
Dorian Gray

[The last samurai]

OOOOOOOOOOOOOOOOH... AS SWEET AS THE OTHER SIDE OF THE PILLOW!!!

Ya se lo puede currar mucho Lowrider porque la exposición de Puagh, pese a su abrupto final, es todo un alarde de malabarismo que va desde la sátira más sangrante hasta el homenaje más sincero y sentido.

Low, tu turno. Encasquétate bien la máscara que Puagh viene pegando fuerte.

[puagh]

Por cierto, Sr. Puagh, durante el paseíllo le he notado... incómodo.


Un saludo y una verónica.
Dorian Gray

Nah, es que mi apoderao me ha dicho que en esta ganadería salen todos los toros cojos.

Esperemos que no haya que recurrir al sobrero.

[The last samurai]

"Lowrider, si estás aquí, manifiéstate"

[The last samurai]

Parece que la entidad fantasmagórica llamada Lowrider, que tanto se apresuró a saltar a la palestra cuando se buscaban contrincantes aguerridos y temerarios, ha acabado por desvanecerse en el éter cuando ha llegado la hora de la verdad, la hora de mirar en las cuencas vacías de la Parca antes de afrontar su adversario.

Downrider, tienes tres (3) días para personarte en este hilo y aclarar tu situación en este partido. ¿Estás en ello? ¿Se te ha desbordado el wáter tras leer el post de puagh y necesitas una prórroga para sanear tu casa? ¿Estás gestando la mayor obra de arte posting-catchiana que hayan contemplado nuestros ojos?

¿O simplemente es un clamoroso ejemplo de "Run to the hills" para salvar el poco renombre del que gozas en el foro?

Dorian es incluso más comprensivo que yo. Aparece por aquí y cuéntate algo. Si el miércoles a estas horas no has aparecido, Puagh se proclamara ganador de uno de los episodios más vergonzantes de este deporte.