La mujer de mi vida.

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Prez
Tiene un viejo en la barriga
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Mensaje por Prez »

Mi adorada x:

Sabes que siempre he dicho que lo que más me gustó de ti fue tu forma de ser: tu sencillez, tu bondad, tu comprensión, tu calidez en el trato, tu humildad... Siempre te mostraste preocupada por tu físico, a pesar de mi insistencia en hacerte ver que me enamoró tu carácter, no tu cuerpo. Pero no fue suficiente, y tu aspecto —o mejor dicho, tu percepción de él— se convirtió en una obsesión. Te apoyé con esa operación, pensando que te ayudaría a superar tus inseguridades. Pero no sólo cambiaron tu cuerpo, sino también tu alma.

A la par que te convertiste en una mujer hermosa, te transformaste también en una mujer fría, altiva, orgullosa y sofisticada. Abandonaste tu antiguo modo de vida y empezaste a frecuentar otras amistades más glamourosas.Cada vez te veía más distante, e incluso empezaste a parecer molesta por la presencia de alguien tan vulgar y poco interesante como yo.

Por eso me marcho. No quiero imponerte una presencia que ya no deseas y así podrás empezar la nueva vida con la que siempre has soñado. También es lo mejor para mí, ya que la mujer de mi vida me ha sido arrebatada por un sueño y un quirófano.

Te deseo lo mejor.

Te quiere


Prez.

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arafat
Pichón
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Te amo. Te amo muchísimo.

Mensaje por arafat »

Te amo, y no es por la perfección y la rotundidad de tus pechos, que no es el caso. Ni por tu inmensa cultura general y fortuna personal, pues careces de ambas. Ni es por tu sugestiva forma de hablar, por tu aterciopelada voz que encadena las palabras acaramelándolas al tropezar en tus labios, no, ya que oírte hablar es decepcionante, en parte por las tonterías que dices y en parte por esa voz de pito que te caracteriza.
No te amo, y eso es algo que salta a la vista, por los rasgos que adornan tu rostro, que podría ser considerado vulgar si la vulgaridad fuese algo tan desagradable. Y de verdad que mi amor no lo despierta tu cuerpo al borde de la deformidad. No te amo, y te lo digo con toda sinceridad, por todas esas cosas, yo, amor mío, te amo por ti misma.

Torrente.
El perrico, definiendo la HAMBROSIA a ma112nu escribió:Un curasán aceitoso y calentico chorreando en el plato, la sonrisa de un niño, las ttks, un perolo de gazpacho manchego con medio kilo de pan para mojar, las ttks, las pelis de chinos dándose hostias, los ninjas, Mr. T, Mr.T luchando contra los ninjas, cualquier animal comestible, las ttks, correr desnudo por la playa alrededor de la gente mientras silbo el opening de battlestar galactica, la shandy cruzcampo de abadía belga, los torreznos, cualquier cosa rebozada, cagar en espiral, cosas asín, manu, cosas asín.

x
Perro infiel amiricano
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Mensaje por x »

Pues en el Magazine ─qué guay─ donde yo he leído esa carta de amor ─ qué requeteguay─ la firma Santiago Segura ─qué... bueno, eso─, y no el Torrente.

Eso sí, sea quien sea de los dos, se nota que el suyo es un amor verdadero y desinteresado. Sin lugar a dudas.

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Blanquita
Miss Nación Catalana
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Mensaje por Blanquita »

Os voy a hablar de mi sueño. Es un sueño que tengo constantemente. En él sale una muchacha, es la mujer de mis sueños. Una mujer maravillosa, que posee la mágica facultad de hacerme sentir el ser más feliz de la Tierra. En mi sueño, ella me aparta, sin proponérselo, de la oscuridad, de las mezquindades, del egoísmo, del pesimismo. En mi sueño, ella me acaricia y me besa, y tiemblo de emoción. Antes de tener este sueño no sabía lo que era eso, pero ahora, afortunadamente, ya lo sé, porque miro dentro de sus ojos y veo la profundidad del mar. Entonces, inundado por ese irresistible océano de su mirada, la abrazo, y ella se estremece. A veces, en ese abrazo, trato de devolverle todo lo bueno que ella me da. Pero nunca será suficiente.
En mi sueño, ella hace que yo quiera regalar sonrisas. Sonrío porque lo deseo, y no porque sea lo más apropiado. Me siento parte de algo grande. Siento la vida. No temo a nada, porque voy de su mano, y no me importa que el peor de los males caiga sobre mí, porque la amo. Porque ella me ama.
Sé que sólo es un sueño, pero de él, de ella, aprendo cosas siempre.
Me gustaría que este sueño durara eternamente... Pero la vida, que - como alguien dijo - es sueño, no es eterna. Por eso debo aprovechar cada momento junto a ella, mi amor, la mujer con la que comparto mi vida, mi amiga, mi compañera, mi amante, mi luz. Vivimos juntos este sueño que es la vida, y no veo porqué tendría que dejar de ser así. Cada día hay motivos de sobra para que sea así.
Si alguna vez, en un momento de debilidad, me preguntase a mí mismo ¿haría igual, aprovechar cada segundo, si la vida fuera eterna?. Sólo bastaría con mirar el mar de sus ojos, sentir la luz de su sonrisa, y la respuesta sería sí. Siempre, sí.
Blanqui, 100pre has sabido donde encontrarme.
Escondido detras de la ducha.
Churretas

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Dolordebarriga
Companys con diarrea
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La mujer de mi vida

Mensaje por Dolordebarriga »

A los 14 la vi por primera vez. No salía hasta la cuarta o quinta viñeta y la recuerdo intentando cruzar un puente de tablas mientras transportaba sobre sus hombros dos grandes cubos de agua. Pedí, por favor, a un dios en el que ya comenzaba a no creer, que no fuera un personaje intranscendente y secundario, un simple trazo de tiza.

Tuve suerte, gracias a Francois, pude disfrutar de Marietta durante tres álbumes, el tercero de ellos, además, doble.

Página tras página me fue enamorando. Sus formas rotundas pero a la vez frágiles, sus pechos breves pero firmes y redondos, sus caderas anchas y prominentes, su cara pecosa de sonrisa autosuficiente y traviesa a la vez, su pelo rojizo y rebelde que flotaba libre al compás del viento fueron las primeras cosas que me fascinaron de ella.

Después la fui conociendo poco a poco. Me pudo su valentía, la forma con la que encaraba todos los problemas que se le venían encima, su altivez y atrevimiento, a veces rallando la descortesía, su fina ironía y sus pizpiretas formas de decir que “no” cuando quería decir que “si”.

Marietta era la mujer de mi vida, pero Marieta era sólo papel, un personaje creado por un guionista y dibujante de cómics, pura y simple imaginación. Tendría que conocer a alguien que se pareciera a Marietta.

Busqué su reflejo en cientos de rostros durante once años. A veces creí encontrar su físico en alguna chica, otras me pareció entrever su carácter, pero sólo eran vagas caricaturas de mi mujer de papel. Probé mucho y las descarté a todas. Buscaba con la vehemencia de un borracho, cataba con la avidez de un gourmet, despreciaba con la tristeza de un suicida.

A veces, tan sólo en la desesperación más absoluta consigues ver la luz. Con 25 años tuve mi más genial idea. Busqué a un traductor de francés y comencé a cartearme, mediante correos electrónicos, con Francois Bourgeón.

Primero eran cartas de un simple admirador, que él siempre contestaba con suma diplomacia, pero conseguí poco a poco ganarme su aprecio y a la postre y con el suficiente disimulo pude, por fin, hallar la respuesta que tanto precisaba.

El resultado me sorprendió, pues nunca me habría imaginado algo así. Marieta no era una mujer, si no dos. Sus rasgos eran los de Anette, una modelo parisiense con la que había trabajado para crear el físico de su personaje; el carácter, en cambio era el de una antigua alumna suya, de cuando había ejercido de profesor de instituto en un pequeño pueblo de los alpes franceses. No me atreví a preguntarle nada más, pues temí descubrirme y revelar mis verdaderas intenciones.

Dos mujeres, pero yo quería sólo a una. Nunca me había planteado que Marietta pudiera ser la mezcolanza de dos personas a la vez. Tenía, por un lado, un físico que me perdía, la mujer con la hubiera querido hacer el amor cada noche del resto de mi vida, y, por otro, un carácter que me encantaba, la mujer a la que hubiera deseado abrazar todos los despertares del resto de mi vida.

Fue tan fácil la decisión que hasta yo mismo me sorprendí. Ahora Marietta había dejado de tener rostro.

Internet, y el bendito google, fueron mi tabla de salvación. Encontré una biografía de Francois Bourgeón que hablaba de sus siete años como profesor de dibujo en una escuela rural mixta francesa. Después me dirigí a la página web de la escuela y por suerte ésta tenía las orlas con todos los antiguos alumnos de la escuela colgados en su página. Durante los siete años de docencia de Francois habían estado matriculadas dos Mariettas, una en su primer año y otra en el penúltimo. Si, se que ella no tenía porque llamarse Marietta pero quise suponer que sí, mi intuición me decía que tenía que ser así.

Diez días más tarde tenía las direcciones de las dos. La Marietta menor no estaba casada, al menos oficialmente y vivía ahora en Bayona, la mayor continuaba residiendo cerca de los Alpes, estaba casada con un tal Jerome y tenía tres hijos.

Supliqué para que la mía fuera la menor pero, tras dos meses de repetidos viajes, observación meditada y encuentros casuales tanto en Bayona como en una aldea cercana a Chamonix me cercioré de que Marietta, mi Marietta, la pieza más codiciada por mí, sería también la más difícil de alcanzar.

Curiosamente, bueno en realidad era lógico que fuera así, aunque las formas de mi Marietta real en nada se parecían a mi primera Marietta, la de papel, sus gestos eran idénticos. Descubrí que la mujer de mi vida era morena, de pechos abundantes y eso si, de caderas anchas y prominentes como la de papel. Tenía nueve años más que yo, marido y tres hijos, hablaba un idioma que desconocía y vivía en un país que me era extraño, pero después de tanto tiempo buscando no iba a rendirme ahora.

Me llevo un año aprender a hablar francés correctamente y dos aprender el oficio de zapatero. Lo de zapatero puede sonar extraño, pero es que mi trabajo en Barcelona, demasiado técnico y específico no tenía salida alguna en la pequeña aldea de Marietta.

Me instalé en su pueblo y me convertí en zapatero remendón.

No fue nada fácil conseguir acercarme a ella, pero ahora que por fin la había encontrado no podía perderla. Durante el primer año a penas conseguí quebrar la barrera que separa la cordialidad de la amistad.

Al tercer año, ella, Jerome y yo éramos buenos amigos. Al quinto Marieta y yo éramos íntimos. Yo era su confidente, lo sabía todo de ella, sus anhelos, sus temores, sus más íntimos deseos.

Marietta ya no estaba enamorada de Jerome, pero él era una persona magnífica, ciertamente lo era, y además era el padre de sus hijos. No se planteaba dejarlo y comenzar una nueva vida al lado de otro hombre al que amase y le hiciera volver a sentir la pasión del principio.

Cuando llevaba seis años viviendo allí, el destino entró en el partido y jugó su baza. Un infarto se llevó a Jerome al cementerio. Creerme que lo sentí.

Respeté la memoria de Jerome durante ocho meses, después vi que Marietta volvía a abrir su corazón y tras casi veinte años de espera decidí que había llegado mi momento.


Mañana me caso, me caso con la mujer de mi vida. Me caso con Lucille.






































No resulté ser yo, Marietta me adoraba, era la persona a la que más quería, su mejor amigo, pero no me amaba.

Lloré de rabía, maldecí a los dioses, a los hombres y a las bestias. Me desesperé y por mi cabeza pasaron todo tipo de oscuros y siniestros pensamientos. Caí en lo más hondo y cuando ya no me quedaba ni una brizna de aire, Lucille me tendió la mano, me asió con fuerza y tiró de mí hasta devolverme a la superficie.

Mientras yo perseguía mis sueños de papel, Lucille me observaba en silencio y se enamoraba de mí. Hizo lo mismo que yo, esperó con paciencia hasta encontrar un resquicio por donde entrar, pero a diferencia mía, ella encontró el resorte adecuado que debía pulsar y junto a ella me di cuenta de que los sueños de papel, son eso, sueños de papel, y de que la vida, a su lado, es tan jodidamente hermosa y fascinante como el mejor de los cómics que nunca nadie haya podido crear.

Ahora Lucille es la mujer de mi vida y Marietta mi mejor amiga.


Vuestro, dedicando relatos a la mujer de mi vida;

Dolordebarriga

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Barbie Superstar
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Mensaje por Barbie Superstar »

Dolorcín, esto es de lo mejorcito que has escrito por aquí.

Un besazo meloso.

Barbie.

PD: Marietta y yo te echamos de menos xDD

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Don Tristón
Mojahedín
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Mensaje por Don Tristón »

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Última edición por Don Tristón el 01 Abr 2007 13:55, editado 2 veces en total.

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Don Tristón
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Mensaje por Don Tristón »

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Última edición por Don Tristón el 01 Abr 2007 13:56, editado 1 vez en total.

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Don Tristón
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Mensaje por Don Tristón »

Acabo de enviar por mail este último relato, y me han dicho que está rondando por internet uno similar. Y yo pensando que mi idea era bastante original.

¿Cuánto de cierto hay en esto? Y si es así, ¿alguien puede pasarme ese relato?

Gracias.

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Juggernaut
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Mensaje por Juggernaut »

Sólo puedo ser feliz si la complazco.

Intenté no pensar en Ella durante mucho tiempo, negarla, no aceptar su existencia. Entonces, Ella se hacía la dolida, se ocultaba, pero siempre le notaba esa sonrisa maligna que me decía que pronto volvería a saber de Ella.

Al final, dejé de intentar darle la espalda y la acepté como mi dominatriz particular. Y ahora, cada vez que veo a otros que quieren esquivarla, no puedo dejar de pensar en lo que van a sufrir sus pobres almas torturadas cuando Ella les clave las garras que les tiene guardadas.

No dudéis, Ella tiene algo para cada uno de vosotros y vosotras.

Hasta que ya fui un poco más crecido, no entendí claramente que era Ella la que dominaba mi vida, pensaba que mis acciones eran el resultado de mis propios deseos. Así conseguí negar Su verdad por mucho tiempo. Después me di cuenta de que todo mi dolor, mis problemas, y la pena de mi corazón eran debidos a Ella.

La primera vez que quise desoir su llamada a propósito, una vez conocida su existencia, pensaba que ya había tenido suficiente de Ella, y que por fin había llegado mi momento de ser feliz. Ella se sintió traicionada, y se retiró, no sin antes advertirme que pronto oiría hablar de Ella.

Qué razón tenía... cuando por fin llegó su ataque, fue mortífero, me dejó tumbado en el suelo, de tal modo que creo que nunca me he podido volver a levantar. Desde entonces soy incapaz de sentir. Perdí mi casa, perdí mi dinero, y perdí mis sentimientos.

Insensato de mí, volví a desafiarla. Volví a enamorarme, y pensé que esta vez le daría esquinazo, que esta vez podría escapar al cruel destino que tenía reservado para mí. Pobre infeliz, La oía reirse en mi interior, por mis fútiles esfuerzos de zafarme de Ella.

Esta vez ya sabía lo que pasaría, ya no me pilló tan desprevenido. El dolor fue igual de intenso, aunque mi capacidad de aceptar lo inevitable había crecido a la par que mi miedo y mi respeto por Ella.

Y hoy, he descubierto que no puedo esquivarla, que jamás podré. Que estoy predestinado a Ella. Jamás seré libre, jamás podré desoir su llamada. Es curioso como esa sensación La calma. Es entonces, cuando la reconozco como mi amante predestinada, que me deja hacer lo que quiera, que me permite ser feliz... porque, en un trato de amistad por mi reconocimiento, simplemente, me deja para el último.

Es su trato de favor con sus adoradores.

Ahora se que mi tiempo tiene un límite, que Ella me impondrá en cuánto me llegue el momento, y que mientras tanto, me dejará vivir, siempre que en el fondo de mi corazón, en los momentos antes de dejar pasear mi mente por el rincón de los sueños, La recuerde y no olvide nunca la pena, el dolor, la tristeza, y el absoluto convencimiento que todo a mi alrededor tendrá un fin, volveré a provocar dolor, volverán a provocarme dolor, y todo lo que ha existido desaparecerá de la noche al día.

Al fin, he descubierto que Ella es mi dueña. La Fatalidad, mi tierna amante, mi destino. Ya nunca me apartaré de ti.
Este es un mundo de estúpidos, controlados por imbéciles, para beneficio de mediocres.

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