Retales (y Emmanuelle Béart)
Retales (y Emmanuelle Béart)
No sé vosotros, pero yo a menudo me pongo a escribir cosas a las que no acabo de dar forma. Amalgamas de ideas que me rebosan sobre las que difícilmente volveré, pero a las que a pesar de todo tengo aprecio como notas.
No tengo paciencia y siempre he pensado que ya dormiré cuando muera y ya recopilaré memorias y escritos cuando esté decrépito o cuando se me seque el cerebro.
Al dejar algo a medias -lo que escribo para este foro, las cartas que no llegan a su destinatario- por no perderlo y por hacerme culto a mí mismo, tengo por costumbre autoenviármelo; tan es así que mi bandeja de entrada está a reventar con los privados que yo mismo me mando (no, por Dios, claro que no tengo amigos) con la idea de que ya recopilaré y reelaboraré (es esa la fase por la que todavía no he sido capaz de pasar) en un futuro lejano.
He tomado la resolución (y llevo tiempo madurando la idea) de dejar aquí colgados esos textos, que si algo tienen en común es que son, por lo general, totalmente inconexos, muy rápidos y bastante viscerales, tanto para aliviar espacio en el buzón (el vBulletin tiene una utilidad chuliguay que sirve para bajárselos en formato texto, esto no, por desgracia), como para que si os sale de la punta del nardo (o del clítoris) hagáis lo propio, sin miedo a presentar cosas sin ultimar.
Por mí, también puede servir como banco de ideas, en plan cajón de sastre, para que cada uno reutilice lo que vea aprovechable, eso ya va por cuenta vuestra; en lo que a mis mensajes respecta sentíos libres para copiar modificar y (... ¿qué más era?) etc. lo que yo cuelgue aquí, sin mencionar fuentes ni pamplinas, hombrepordiosqueestamosenelsigloveintiuno.
Hala, besos a todos.
No tengo paciencia y siempre he pensado que ya dormiré cuando muera y ya recopilaré memorias y escritos cuando esté decrépito o cuando se me seque el cerebro.
Al dejar algo a medias -lo que escribo para este foro, las cartas que no llegan a su destinatario- por no perderlo y por hacerme culto a mí mismo, tengo por costumbre autoenviármelo; tan es así que mi bandeja de entrada está a reventar con los privados que yo mismo me mando (no, por Dios, claro que no tengo amigos) con la idea de que ya recopilaré y reelaboraré (es esa la fase por la que todavía no he sido capaz de pasar) en un futuro lejano.
He tomado la resolución (y llevo tiempo madurando la idea) de dejar aquí colgados esos textos, que si algo tienen en común es que son, por lo general, totalmente inconexos, muy rápidos y bastante viscerales, tanto para aliviar espacio en el buzón (el vBulletin tiene una utilidad chuliguay que sirve para bajárselos en formato texto, esto no, por desgracia), como para que si os sale de la punta del nardo (o del clítoris) hagáis lo propio, sin miedo a presentar cosas sin ultimar.
Por mí, también puede servir como banco de ideas, en plan cajón de sastre, para que cada uno reutilice lo que vea aprovechable, eso ya va por cuenta vuestra; en lo que a mis mensajes respecta sentíos libres para copiar modificar y (... ¿qué más era?) etc. lo que yo cuelgue aquí, sin mencionar fuentes ni pamplinas, hombrepordiosqueestamosenelsigloveintiuno.
Hala, besos a todos.
Última edición por Alvarito el 06 Nov 2006 16:58, editado 1 vez en total.
Este mola, aunque esté a medias:
Éste mola también, pero era la tercera parte de un tríptico y no lo publiqué porque me faltaban las otras dos:
Éste, a Dios gracias, es cortísimo:
Esto no hubo huevos de publicarlo,
Esto no es exactamente literatura, pero bueno, me la sopla:
Esto es un amago de ensayo que para no variar no tiene ni pies ni cabeza: es indigesto, inconcluso e inconexo y si no fuera porque aquí no me he puesto traba ninguna no me atrevería a publicarlo:
Es evidente qué es lo que es esto.
Tampoco hubo huevos de publicarlo:
Me preguntaréis ¿por qué cojones no meto toda esta mierda en el HD? Porque se la comería el ácaro que vive en el rinconcito entre Archivos de Programa y Documents and Settings.
Tengo más, pero (jaja) están escritas a mano y no las voya escanear, claro.
O bosque das...
Ascárdinas calentando sus dedos al umbral de la catedral de asfalto, cruza sobre sus cabezas un par de nervios de grava y pez entallados de cuentas traslúcidas de colores mineralados. El flujo digital de sus sangres azul y negra mezcladas es frío, y como un lagarto de noche toma el sol a la corriente lunar dan los astros tono a sus capilares y los zafiros de los ojos de sus sepentinos cabellos se animan del soplo de los zéfiros.
Dentro un gran djinn refrota su artilugio mientras se prepara para lancearse cabezudo, tras de las nínfeas bellas hadas, es hoy pues la noche apropiada, la quietud del día del cortejo allá en el villorrio de los cabreantes cabestros del autoproclamado Sire.
Andábanse aquestos con sus pezuñosas patitas de aquí para allá embriagados de los elíxires de aquel Sire que quisiera juego, si bien virginal, con las fades de sus rebaños que conservaren vaginales los fluidos todos en dentro sin violencia ni perjuicio de la feérica natura de ninguno, cabrío ni encantadora. Eran aquellos para Él que llamaramos Truenante, carne para el fuego de victorias sinnúmero que se remontaran al Principio, y eran entonces los faunos ya buenos y no botarates del Arte de la Guerra, que ni flautín ni dolçaina ni vino aguaren un temperamento entonces incorruptible salvo por el impulso de introducir lo todo lanceolado en clase toda de hoquedad. Este se traducía como un buen lance para la guerra, pues apenas se abriera en el ejército hostil una vía que todos cayeren masivos no al olor de la hemorragia, que es virtud y hablar posterior, sino al agujero que les suscitare un horror vacui tal que debieren plenarlo.
Y es que el Truenante se andaba con cuidado porque él era quien engendraba entonces, y sus hijos todos eran y no había preferencias, ni Él sabía qué pudiera pasar de formas otras, que no fueran salvo que los licores hubieran de fallar y esto no cabía en cabeza ninguna.
Ascárdinas bicéfalo que tenía buena vista y buscaba siempre lo mejor para sí mismo sin importarle nada más buscó por tanto la ayuda de un genio que prometía romper el sortilegio del espíritu del brebaje con el sólo acuerdo de permitirle poseer un hada doncella única.
- Abraxidas promete que no ha de salir de su zib nada que engendre mientras nueve veces treinta días pasen del día del cortejo allá.
Juró y perjuró a la manera de los genios que así había de ser y se esputó las manos con indignación incierta cuando vio que el de las dos cabezas le espetaba la mala fama de su estirpe.
Éste mola también, pero era la tercera parte de un tríptico y no lo publiqué porque me faltaban las otras dos:
Boutique,
Incienso y mirra de toda textura confeccionados a posta para ejecutar rituales obscurantistas cristianos-politeístas; sedas, las más preciadas de negras arañas santas y esposas de vientre cruzado; óleos-arábigos tonificantes, gomas-pamperas y lociones, las más novedosas, para evitar la caída del cabello superciliar; trabas de acero vallecano para la doma de purasangres escandinavos, que rompen cualesquiera otros aparejos; espolones de Pegaso y reliquias del lino de la Égida Amaltea para los más arcanos sortilegios; muescas engranadas e incorruptas de Longinos y fragmentos de encantamientos para obtener belleza y juventud temporales; viales con el sudor que va y que viene de Cristo y redomas con el más recalcitrante conformismo luterano; el brillo de las estrellas cultivado en el reflejo de los nenúfares del Teneré; fórmulas y runas para dar vida y artificio al barro; polvos que se diluyen sólo en sangre, ásperos al tacto y rígidos al trauma; placenta de ornitorrinco y limaduras de la mítica cornamenta de un héroe pío; inmanentes imanes anamaniqueos, imanes
Éste, a Dios gracias, es cortísimo:
Oscilare mi persona desde el primer de los años pares de una vida, el tiempo a medias entre Algeciras y la capital del Reino, que dicen Villa. Dígote pues soy entendido, bien que no entienda, que cuando habito el meridión estoy en el útero, el materno pues otro no tenga, mas no en el hogar pues de desarragaida mi alma huelga, no por pacer cambia la natura de la sangre suya
Esto no hubo huevos de publicarlo,
Las cuitas que me reconcomen son muchas, y son días ya que me atenazan. Hállome que me embargan preocupaciones de empresas tales que me marcan de dentro a fuego, que ni hubiera tragado las ascuas de mi propia cantada perfidia. En definitiva, mucho que decir por purgarme a mis ojos, mucho que callar, por vivir, que sin palabras me fundo y todo confusión no miro relojes y se me secan en cada instante un poco más los lagrimales, algo más los recuerdos. Se me apaga hasta la silueta que donosa no es solo envoltura, saben bien los que me vieron a contraluz.
Ahora bien, haced oídos sordos, buscadme uñas para vuestras cañas. Soy hielo y fuego, aquí soy puro abandono, no se puede penetrar una armadura semejante, que es mi mesma piel.
No creo ni dejo de creer, no concibo la mentira ni la vileza más que en función de lo que piensan terceros, y no acabo de encontrarle sentido a esas percepciones ajenas. No me considero hombre ni bestia, y no es para mí orgullo, ni creo que me perjudique, porque tampoco eso lo concibo, el ser el niñato sin conciencia que alumbro a cada acto, malparido. No acaban de cuajar cada uno de los roces. Quizás para mí la ausencia es una victoria, como lo es el licuarme, quizás en tal estado me vea capaz de rellenar huecos, lejos, que verdaderamente sean de calidad.
Es pues cierto que considero el océano que me conforma barro primordial en que cada uno se funde en proceso análogo pero inverso al de la vida. Se me levantan las aletas de las narices con los olores destos parajes, reniego de ellos, los aborrezco, pero son míos, son parte de mí, para todo mal y desconsuelo en mi propia deforme visión del conjunto. No escucho, como no he hecho nunca, a los que me hablan de renunciar; es mi actividad y mi cometido el odio, no puedo ignorar. Me siento víctima de azares que me instigan a no abandonar, y digo tal porque prefiero no reconocer el cierto morbo de mi psique, mi conducta compulsiva, más que clara, ahora y siempre. Me aterra, pero me observo y contrastando me encuentro en disposición de certificarlo.
Se descarne toda la calavera de cada uno de los malditos que víctimas de la vulgaridad honran y creen al loco. Se vuelvan del revés las fosas de sus putas narices, que les crezcan del revés los cabellos y les caigan los órganos al suelo, que las visiones en no siendo hecho no son razones ni buenas ni malas, son impulsos. Toda mi repulsa para las utopías, todo mi desprecio para el divagar, para las locuras, para la cortedad y para todo lo vago, sin determinar.
Estoy harto. ¡Determinación! ¡Sentido común! ¡Salud! ¡Joder!
Me duele profundamente... me duelo porque si todo eso es nada, entonces soy paja, y si sólo caben constancias y hechos positivos, soy nulo. Un absoluto fraude, porque no creo, porque no escucho, porque apenas soy.
Sólo caben constancias y control. Sólo caben razonamientos. Me duele lo atacado, porque me siento parte y no puedo más y sólo aspiro a emanciparme. Me ayuda hablar, necesito interlocutor, aspiro a vuestra comprensión, y si no -¡daños para los silencios!- al menos que me sirva de terapia, de percutor del detonador del proyectil que varíe mi trayectoria o que me vuele la vida y con ella el alma que nunca se hizo eco en mis palabras.
Pierdo mi tiempo y mi vida aquí, se me saltan las lágrimas, creedme, es real. No hago nada, no produzco nada, para mí que pienso (y me denuedo en integrarlo, que es la manera en que se me desarrolla la persona) que todo lo intangible no existe, las vanidades son peores que vacíos, son muertes, y todos los vacíos me pesan como balas de plomo que hubiera tragado. Como las aves de caza tragan los perdigones para el buche, así mis vacíos llenan, si bien dejan de alimentarme, sí trituran y reblandecen mis pesares (absolutamente huecos). Estanques de nada, nada tan densa que me pesa, nada tan nula que no usa mayúscula y se vuelve vulgar de abundante.
Hartura. Mentiría si me considerase vencedor, miento si digo que soy víctima. Indiferencia y odio que comunican, en pequeñas dosis que pulsan el segundo, el primero en dimensiones de toxicómano. Revolución, cambio y borrón, hoja nueva. Nuevo expediente, cal para lo superfluo. Determinación y trabajo, las ideas son gratis, ya lo sabéis, y más para mí que tengo saldo infinito en ese mercado.
Esto es una consecuencia, y quiero que seáis muy conscientes: no puedo encontrar alimento en estos mares que la pesca ya ha agotado, aquí me quedan los ojos vacíos y frío el vientre, como una rana en invierno. No veo chispa y, con toda mi juventud punzante, me siento infinitamente cansado, infinitamente viejo. No puedo ni quiero repetir. Hay demasiados metales pesados en estas aguas, y yo ya he empezado muchas veces, he desencadenado historias, he preparado complots, he traicionado confianzas y he ignorado las represalias. En cambio hay algo que no he hecho ni creo que proceda hacer aquí: asumir responsabilidades. En mi infancia infinita me desentiendo de mis actos, que con todo no puedo dejar de firmar.
Quizás es eso lo que me falta: crecer. Se lo debo a alguien. Dionisíaco, soy de balde, pero me siento en deuda y veo que necesito crecer para desarrollar algo que ofrecer, algo que pueda saldarla. Espero que la nobleza del acto que aspiro acometer me redima del tiempo perdido, del egoísmo hiriente, del vacío. Asimismo espero que esto me ayude a perdonarme, a olvidar, que os ayude a comprender [...]
Esto no es exactamente literatura, pero bueno, me la sopla:
Uy, ¡¡qué chungo¡¡ Los preciosos cuadros que antes admirábamos y que podrían haber estado expuestos en cualquier galería de arte contemporáneo del mundo, ¡¡son obra de un chimpancé!!
Hace algún tiempo, creo enlazado desde este mismo foro, llegué a la página web de Mike Nedo (el tipo aquel que colgó de estranjis en el Guggenheim de Bilbao el "Torbellino de amor", sin que su engaño fuera descubierto hasta varias horas después)
Hola, soy una broma
y desde allí, a una noticia que ahora mismo no sabría encontrar que decía que un señor que había participado en un concurso de arte con la sabanita rosa que su hijo de tres años, en un arrebato de creatividad sin parangón, había pintarrajeado, lo había ganado. La crítica del jurado alegaba cosas como "sensiblidad extraordinaria",
(entiendo que tú eres uno de ellos)
Esto es un amago de ensayo que para no variar no tiene ni pies ni cabeza: es indigesto, inconcluso e inconexo y si no fuera porque aquí no me he puesto traba ninguna no me atrevería a publicarlo:
Algunos individuos valoran los objetos, los conceptos e incluso a las personas en función de cuánto se ciñen éstos a un tipo de perfección que tienen integrada en sus sistemas emotivos y mentales como tal.
Pongamos ejemplos,
Una señora de cincuenta años, en la cola de la pescadería,
Amo la complejidad, y sólo puedo decir que algo es complejo cuando he hecho un esfuerzo por comprenderlo.
La razón de ser de toda vivencia es su interés objetivo. Dicho sea de paso que el interés subjetivo es, en tanto en cuanto los seres humanos estamos dotados de emociones que son objeto de interés, de interés objetivo.
Comprender un hecho de forma subjetiva es tomar partido. Tomar partido es decidir, y todo ser humano tiene poder de decisión. Decidir es escoger entre varias opciones. El acto de escoger se hace en función de innumerables factores. Uno de ellos puede ser la simple casualidad. Cuando no tenemos razones para escoger una opción en detrimento de otra, la elección es casual. El acto de tomar partido, nos compromete con nuestra decisión, el acto de escoger (hacer algo o no hacerlo, opinar de una manera o de otra) nos implica haciéndonos responsables de nuestra elección.
La responsabilidad es algo que las personas normales asumen cuando toman decisiones. Si al tomar una decisión esas personas se equivocan, la culpa (si existiera) caerá sobre ellas, y en ciertas circunstancias, con ella la pena. La culpa es un sentimiento humano que sirve para que las personas procuren esforzarse al tomar decisiones para así no equivocarse, la pena es un mecanismo social impuesto para que aquellos que no adolezcan del mal de la culpa sepan que aun así, el acto de tomar malas decisiones tendrá repercusiones negativas sobre ellos mismos.
La importancia de las decisiones se mide por la cantidad de repercusiones negativas que pueda tener tomarlas, el tamaño de la responsabilidad se mide por la importancia de las decisiones que entraña tomarlas.
La medida de la gravedad de la culpa depende en exclusiva del sistema emocional del individuo al que se refiere, cosa que es, en cualquier caso, subjetiva.
La medida de la pena es la repulsa social (desde la negativa a formar parte de un grupo, hasta el simple reproche), el montante pecuniario, el tiempo de reclusión, la vergüenza de cumplir con la pena (que viene a ser una auto-repulsa social). La validez de todas estas medidas depende del interés que tenga el afectado en conservar lo que se le niega. Si el afectado no se resiente por la pena, la pena se vuelve inútil salvo como ejemplo para posibles futuros culpables o, de una manera un tanto mezquina, como resarcimiento para los que sufran las consecuencias de las malas decisiones del culpable. El sentimiento de resarcimiento (la venganza) es un artificio humano que sirve para que se busque la justicia a toda costa, debilitando a los que toman malas decisiones aunque no necesariamente en favor de los azotados por las consecuencias de las malas decisiones.
Así pues, la pena sirve para normalizar, por lo menos a nivel objetivo, el sentimiento de culpa, o en aquellos casos (en los que el legítimo culpable padezca de psicopatía) en los que el sentimiento de culpa no se dé, para sustituirlo por otro sentimiento negativo (debilidad, desnudez, e incluso la falta más o menos total de posibilidad de tomar decisiones y de asumir responsabilidades que es la falta de libertad), agrandándolo en los casos en los que sea necesario, e incluso (en aquellos casos en los que se pueda considerar excesivamente escasa la pena) para ridiculizarla.
La pena tiene sentido como correctivo, es decir, sirve para que se cometan menos negligencias al tomar decisiones (teniendo en cuenta que a veces padecer es también voluntario).
La medida de importancia de la decisión es la gravedad de la culpa (que es subjetiva e inconmensurable) y de la pena (que es objetiva y mensurable) y por extensión de sus opuestos: la gracia (y variedades de gracia como la gloria, el honor y el sentimiento de victoria) y el tamaño de la recompensa (en todas sus variedades).
La medida del tamaño de la responsabilidad es la importancia de la decisión.
Así pues diremos de alguien que tiene grandes responsabilidades cuando toma importantes decisiones. Si se equivocara al tomar una determinada decisión (es decir, si su decisión tuviera repercusiones negativas) entonces el responsable sufriría la pena (si la hubiera) y cargaría con la culpa (si no fuera un psicópata). Si en cambio acertara diríamos que se llevaría la satisfacción personal (subjetiva, interior, que podría ser sentimiento de victoria, gloria, honor o semejantes) y la recompensa (tangible, objetiva y evidente).
Una persona que suponemos racional (es decir, cuando toma decisiones en base a criterios razonados), al comprender algo de manera subjetiva toma partido y, para hacerlo, valora las responsabilidades que entraña su decisión. Como decíamos arriba, eso implica comprender cuáles son las culpas y las penas a las que se expone por elegir una opción y no otra.
La libertad de expresión es la posibilidad de decidir lo que se emite como criterio con la garantía de que tal acto, sea cual fuere, no entraña pena a menos de invadir la posibilidad de emitir opinión ajena. Es decir, es la posibilidad de decir lo que se quiera por el medio que sea en tanto en cuanto no se cohíba de manera violenta al prójimo que opina de manera diferente.
Por lo general, en nuestra sociedad en la que la libertad de expresión es dada, no es admisible la pena por comprender algo y emitir opinión propia subjetiva (independientemente de que sea errada o no para una persona u otra o para los cánones sociales) cualquiera, así pues una persona que comprende algo de manera subjetiva y emite opinión se enfrenta sólo a un sentimiento de culpa, en la ideal sociedad en la que la libertad de expresión es dada.
Decimos que vivimos en una sociedad en la que la libertad de expresión existe porque no existe responsabilidad penal sobre las propias opiniones (a menos de invasiones de la libertad ajena como son la amenaza, la calumnia, el perjurio o la ofensa). Por lo tanto no se pueden aducir legalmente razones como son opiniones distintas a la propia para tomar medidas legales contra una persona.
Esa libertad de expresión, sin embargo, no es completa, puesto que sí existe la responsabilidad penal social y es necesario que así sea. Es decir, emitir una opinión significa comprometerse a defenderla, y ese compromiso con esa opinión acarrea el encasillamiento del emisor por parte de aquel que la oye. Así pues, si una persona comprende algo de manera “subjetiva”, tomando partido de manera racional, valora las culpas que puedan sobrevenirle caso de pronunciarse a favor de una opción incorrecta, valora las penas impuestas implícitamente por los grupos sociales que se le opongan y si así lo desea, emite criterio.
Así pues, en una sociedad en la que existe la libertad de expresión, se puede comprender algo de manera subjetiva en tanto en cuanto la manera de valorar la repercusión de las culpas no es universal, pero en cualquier caso, a menos de elecciones casuales a las que podríamos calificar de alguna forma de carentes de responsabilidad, sí se puede comprender (o se deberían poder comprender) las razones que llevan a tomar ese partido.
En cierta forma, el acto de tomar una decisión conlleva el comprometer tu credibilidad con todos los factores aleatorios que sean parte de tu éxito. Así pues en cierta medida, todo el que toma decisiones lo hace en parte, a ciegas. Sin embargo, la pena debería recaer sólo sobre aquellos que obren mal, es decir, no necesariamente sobre aquellos cuyas decisiones tengan repercusiones negativas, sino sobre aquellos que por negligencia (falta de interés, de esfuerzo) hayan elegido mal, y no sobre aquellos que por motivos exclusivamente aleatorios hayan visto malbaratadas sus expectativas. Por desgracia esto no es así, sino que el acierto de las decisiones no se mide en tanto por cierto de aleatoriedad, sino en el éxito de las mismas.
Por suerte para todos, es imposible en casi todos los casos en los que existe lo “subjetivo” establecer taxativamente qué criterio es correcto y cuál es incorrecto, por tanto el sistema de “culpas” y “penas” se fundamenta sólo en los criterios de otros que también hayan tomado partido. En última instancia, el criterio de los otros se mide según la proliferación que tenga tu criterio en el grupo de personas entendidas de la materia sobre la que emites opinión.
Para un sujeto implicado en un acontecimiento vital, incapaz de un distanciamiento emotivo
Es evidente qué es lo que es esto.
Tampoco hubo huevos de publicarlo:
Ay X,
te voy responder tres veces, te voy a dar tres oportunidades, voy a hablar de tres yoes. Voy a expresarme de esta forma porque no tengo y nunca he tenido un estilo propio concreto, si no que todo puedo hacerlo con un sesgo cualquiera a mi voluntad, mejor que el que mejor lo haga en esa misma dinámica. Elige, de mis respuestas, la que te dé más rabia, descarta las demás:
X, mi querido insecto, te voy a hablar con palabras moderadamente llanas, a tu manera, para que me entiendas, y vas a ver una lección de ilimitada arrogancia,
mi capacidad es infinita y aún no me he encontrado límites: en mi vida no he visto nada de entre las cosas que los seres humanos puedan hacer que yo no, salvo, quizás, estudiar en un conservatorio (porque para ello tendría que volver atrás en el tiempo), cambiar mi aspecto físico (que es extremadamente satisfactorio, de cualquier forma) para ser aun más alto o mejorar mis prestaciones físicas por encima de los límites de mi cuerpo, entre las cuales prestaciones incluyo la psicomotricidad, apreciar en algo algunas de las disciplinas clásicas en que se estructura el conocimiento humano o, ya fuera de lo intrínsecamente humano, tener el don de la infalibilidad, porque en fin soy hombre y nada de lo que le es propio me resulta ajeno. Hay algo más que me falla, lo reconozco, y es además un gran impedimento para comerse el mundo, ¿qué es? La fuerza de trabajo. Y esto me cerrará muchas puertas.
No puedo envidiar nada, salvo esas cosa que he dicho, a nadie porque creo que tengo los mayores dones. Desde esta perspectiva, todo el tiempo empleado, dentro de la esfera de "los otros", en no recordarle a los que me rodean lo infinitamente insignificantes que son a mi lado y que como tal los percibo, es tiempo perdido, a menos que no hacerlo de esta forma vaya en favor mío.
Es mi ego tan grande, aunque a veces no se note, que sólo hablo de mí mismo. Esto sí que se puede comprobar: no hago más que obsequiaros con perlas de mi magnificencia con el doble objetivo de humillaros a todos por el contraste y por el placer que supone plasmar mi esencia en la corriente virtual, dando así rienda suelta a mi desbocado, aunque ¡ay! A veces adormecido, espíritu creador y cabeza lúcida.
Perder de vez en cuando, o "dejarme arrastrar" por uno cualquiera de esos defectillos que he explicado antes es una estratagema ideada aposta para que los que me leen se confíen y para que, si alguna vez, por motivos ajenos a mi voluntad como lo son las enfermedades, las hormonas que no puedo controlar, o las drogas de las que a veces me gustaría abusar, no puedo estar a la altura, la gente no vea despejada en la dimensión temporal la trayectoria que pueda llevar sus puñales a mi cabeza. Y digo mi cabeza porque mi mitad apolínea queda bastante subordinada a mi mitad dionisíaca.
Con estas premisas, considerándome yo tanto, ¿cómo podría ocuparme de opiniones ajenas que pueda leer en un foro, que serán casi siempre las de un insecto? Yo aquí escribo por darme espacio, no por contrastar opiniones. Yo aquí escribo por conocerme, no por conoceros. Yo aquí escribo por parasitar todo aquello que considere que pueda contribuir un mínimo a mi persona. Y sólo. Vosotros sois mi medio, soy infinitamente egoísta, pero eso no quiere decir que yo sea malo. Soy infinitamente YO y eso es bueno.
Derrocando el valor subjetivo mío de algunas de las disciplinas en que se estructura el conocimiento humano, aquí representadas por sus subforos, en ficción de excusa y para darle inri de premeditado a mi voluntario y observable meimportaunbledismo:
¿Qué me importan a mí cosas como la política si lo que más importa en el universo soy yo? La política, por ejemplo, la valoro sólo en tanto en cuanto es un medio para posicionarse dentro del núcleo del poder ejecutivo de la sociedad humana. Debería ser en principio un acto de servicio por y para las personas (que francamente, me importan un bledo), aunque no lo sea de facto, no voy a tergiversar más algo que ya es infinitamente complejo y a lo que ya han dedicado su vida cientos de miles de personas, aportando su sudor sólo para que la sociedad funcione, o sólo por llenarse el bolsillo, en ningún caso para darle al mundo más que modelos nuevos de exactamente lo mismo que estaban haciendo ellos, en este último caso ¿para qué? Para que la sociedad funcione mejor. El acto de poseer dinero, que es casi siempre directamente proporcional al acto de poseer poder, no te convierte en un ser trascendente, sólo un acto de creación sublime lo hace, o así es como yo lo veo. Y te garantizo que me he pasado mucho tiempo escrutando mi perfecto ombligo para llegar a tales conclusiones.
La música, ¡ah, la música! La música sí es digna, la música si es grande, la música sí importa. Pero por desgracia los que se dedican a ella en estos tiempos que corren son flores de un día y no veo la cualidad de perdurable en nada de lo que es actual. Desde luego lo que no he hecho ni haré nunca es dedicarme a la crítica, que critico con vehemencia desde que tengo instinto de creador, porque además, la que leo es tan ciega que jamás me dice nada. No me atrevo a llamarla crítica ignorante porque para ignorante, Yo, pero sí es cierto que no le veo sentido al contar mil batallas de este o este otro grupo, y no hay en mí el deseo de morbo, siempre paralelo al deseo de compartir historietas sobre esto o esto otro, personas y hechos casi siempre vulgares, común a la inmensa mayoría de los mortales; y es esto lo que más abunda: la historieta y el chafardeo. A parte de eso, la crítica no especializada se limita a transportar, como con regla, las mismas cualidades positivas o negativas y casi siempre difusas o genéricas, de cualesquiera otras disciplinas, a la música, y es vano hablar de la música si no se sabe de música. Si no se sabe sólo se puede clasificar y hacer (sic) música, que para hacer (casi siempre algo mediocre en este campo) no hace falta saber. Para iniciarse, para saber (y quiero que se entienda que la negrita le da un matiz semántico a la palabra), en la música es tarde.
Esta es una lección de arrogancia
Considero a X2 amigo, pero se tiene que atener al significado que le doy yo a la palabra "amigo". Amigo para mí es aliado, pero nunca he descartado ni descarto todas las posibilidades.
Me preguntaréis ¿por qué cojones no meto toda esta mierda en el HD? Porque se la comería el ácaro que vive en el rinconcito entre Archivos de Programa y Documents and Settings.
Tengo más, pero (jaja) están escritas a mano y no las voya escanear, claro.
Última edición por Alvarito el 05 Nov 2006 15:34, editado 1 vez en total.
Esto era un fragmento de una carta que no llegué a mandarle a una amiga a la que obviamente el tema no le interesaba una puta mierda (supuse yo):
Ésta es una carta de (juajjuajjuajjua) carta de amor, espero que no me peguen por publicarla:
Esta es otra (jjujjujjujujuajjuajjuajjua) cartita para cuya publicación ya pedí permiso hace muchísimo. Está publicada en Troncs (no es exactamente un retal), pero ya que estoy degenero un poco...
Si has llegado hasta aquí, Cíclope, leyendo por lo menos las que son cartas, observarás que tienen un poco del mismo pestazo que le metí a la tuya. Me gusta remojarme las posaderas en mostaza cuando hablo con concretos.
Esta es una actriz de la que me enamoré:
¿Sabes lo que es un googol? Un googol es el nombre que un niño le dio a la cifra que en notación decimal se representa con un 1 seguido de 100 ceros, es decir: 10^100=10000000000000000000000000000000000000000
0000000000000000000000000000000000000000000000000
00000000000. Un eminente matemático solicitó la ayuda de su sobrino para denominar a un número sin aplicaciones prácticas reales, un número que sólo servía para trasmitir de una manera cómoda la idea de infinito (∞). ¿Te imaginas un googol? Infinito, según su definición, es mucho más grande que un googol. Según muchos estudios realizados por físicos destacados, el número de partículas que existe en el universo no supera el orden de magnitud de 10^72 partículas. Esto quiere decir que en todo el universo no hay un googol de partículas. No sé exactamente a qué se refiere la wikipedia con "partículas", pero lo cierto es que en ningún caso, cojamos el conjunto de los átomos como conjunto con cardinal a estudiar, cojamos el conjunto de los cuantos (y recuerdo que la materia es discreta, de manera que no se pueden coger partículas indefinidamente pequeñas), hay 30 órdenes de magnitud de diferencia entre los cardinales de los conjuntos de las partículas que, por comodidad, llamaremos "fundamentales".
Un googolplex es un 1 seguido de un googol de ceros, es decir 10^(10^100). Es un número tan grande que no se podría escribir en notación decimal ni aunque todas las partículas de universo fueran ceros.
Infinito. Infinito es mucho más grande que un googolplex. Infinito es, por definición, mucho más grande que cualquien número. Es, por ejemplo, la distancia a la que se encuentra el punto en el que se cortan dos rectas paralelas en el espacio euclideo tridimensional. Pero ¡dos rectas paralelas no se cortan! Efectivamente. Está aun más lejos. Es el lugar donde se encuentran las utopías, por decir algo que suene mejor que el resto.
Pero aún así "existen infinitos de distintos tamaños". Aleph 0 ( ) es el cardinal del conjunto de los números naturales, es el infinito más pequeño que concebimos (habría dicho existe, pero no es así). Aleph 1 ( ) es el cardinal del conjunto de las partes del conjunto de los números naturales, es también el cardinal del conjunto de los números reales y también es el continuo c. La hipótesis del continuo viene a decir que no existe ningún conjunto A tal que ℵ0 < card(A) < c, donde ℵ0 es el cardinal de los números naturales (alef-0).
¿Realmente tiene mucho sentido decir que un infinito es más grande que otro?... puesto que "infinito" no tiene sentido como número, sino, por ejemplo, como crecimiento indefinido en el caso del estudio de la pendiente de una función... Si queremos decir 0 siempre podemos decir x/∞ con x real. El que haya "infinitos de distintos tamaños" significa, por ejemplo, que si un infinito en el numerador de un quebrado es más grande (acelera más rápido -asociando el tiempo al eje de las abscisas y la velocidad al de las ordenadas para una función f(x)=y-) que otro en el denominador, su razón será infinito; o será cero si el infinito "mayor" está en el denominador.
No es más que una herramienta matemática y por tanto, creo yo (y me gustaría que alguien me demostrara lo equivocado esta opinión mía), exclusivamente como onanismo mental podemos hablar de números transfinitos. El que haya infinitos de distintos tamaños (varios números transfinitos) significa también, volviendo a la teoría de números, que los elementos de ese conjunto de números son numerables o no, es decir, los podemos contar o no (el que sea un conjunto denso o no -¿hay infinitos números entre un número cualquiera de ese conjunto y el siguiente del mismo conjunto o no?- parece un dato relevante al respecto a primera vista, pero no lo es en realidad). Los elementos de un conjunto sólo se pueden contar si es posible establecer una correspondencia biunívoca entre el conjunto de los enteros (números naturales) y los elementos del conjunto que estudiamos.
El conjunto de los números Naturales es tan grande como el conjunto de los números racionales, pero no es tan grande como el conjunto de los números reales. Los Enteros son un conjunto discreto, es decir, entre dos números enteros a distancia finita, existe siempre un número finito (y para más inri, entero) de elementos pertenecientes al mismo conjunto. Sin embargo los números racionales (los que se pueden expresar como p/q, con p y q pertenecientes a los enteros) son un conjunto denso (hay infinitos números racionales entre dos números racionales cualesquiera). ¿Cómo puede ser que sean conjuntos con un cardinal del mismo orden (Aleph 0)? Porque existe un mecanismo para establecer una correspondencia unívoca entre ambos conjuntos. Pero los números racionales no son suficientes y es esa una revelación que ya desintegró una religión hace miles de años.
Por suerte tenemos el conjunto de los números reales (...¿hasta qué punto son reales los números reales, si ni la materia, ni el espacio, ni el tiempo son continuos? ) que es un infinito de orden mayor.
Un poco de documentación por si te pica la curiosidad. Son más rigurosos, completos y sistemáticos que yo: http://es.wikipedia.org/wiki/N%C3%BAmero_transfinito
Ésta es una carta de (juajjuajjuajjua) carta de amor, espero que no me peguen por publicarla:
¿Qué hay de vos? Para nada me dirigiís la palabra, nada me deciís, olvidado me tenéis. Aquí que me arrojo de bruces contra el imperturbable muro de vuestros aprecios que son, en su ausencia, desprecios.
Os confieso, y ni por un instante he de retener más la lengua, caiga sobre mí el martirio de san Eustaquio, que son vuestras agudísimas letras perfume virtual de mis azares, que fuerzas me dan, que cárceles me quitan. Sin leeros no soy nada, pierdo el ímpetu y el deseo y en negros pensares se funden mis convicciones.
Es pues poco lo que necesito para sobrevivir, mas cierto es que ya me agota tal circunstancia y exijo más o si no es posible, sí al menos libertad total para decidir por mi cuenta y riesgo, forzándome con supremo sufrimiento, a olvidaros para siempre.
¿Qué he de contaros pues, a vos que a estas alturas de mi misiva habéis de saber sin la menor sombra de duda en qué se funda mi vida, qué es lo que ocupa la totalidad de mi pensamiento y hacia qué van encaminados todos mis esfuerzos? ¿Qué he de deciros que no dependa de vos?
Concluyo pues cargándoos con el peso de la responsabilidad que habéis de asumir sin más tardanza. Ninguna levedad en vuestra conciencia debe existir tras estas declaraciones a menos de dejarme, aquí, ahora y hasta que la luna deje de deambular por los cielos, claras y meridianas vuestras intenciones para conmigo, pues el menor gesto que me me signifiquéis es para mí aliento de vida, y no ha de serlo si vos no lo consideráis tal pues la asimetría en el amor daña irremisiblemente el espíritu.
Siempre vuestro, amoroso,
Álvaro
Esta es otra (jjujjujjujujuajjuajjuajjua) cartita para cuya publicación ya pedí permiso hace muchísimo. Está publicada en Troncs (no es exactamente un retal), pero ya que estoy degenero un poco...
Si has llegado hasta aquí, Cíclope, leyendo por lo menos las que son cartas, observarás que tienen un poco del mismo pestazo que le metí a la tuya. Me gusta remojarme las posaderas en mostaza cuando hablo con concretos.
Querida, queridísima Nuria,
en su epístola advierto cierta ironía que no hace sino subrayar mi dolor al encontrarme crueldad donde esperaba, a lo menos, silencio.
Y dice usted que se cree objeto de mis idas y venidas, de mis momentos de alegría y, para qué mentirle, de un tiempo a esta parte, de mis pesares. Y se lo voy a confesar porque si uno no se sincera, los secretos y las ficciones acaban a uno carcomiéndole por dentro para convertirle en un muñecajo sin alma incapaz de creer en su propia sombra. Diríame natural de la pérfida Albión por pecar de insombrable a la par que desalmado, que viene a ser lo mismo.
Como le contaba, no pasa un día en que no sienta su ausencia y su silencio. Ni un día en el que el recuerdo del tibio roce de su alma sobre las teclas de su periférico aparato despierte en mi aliento anhelos que creí muertos y sepultados la última vez que me partieron en dos. Cada día me conecto al aparato y busco su perfume, ese intenso olor que flota en el aire cuando usted entra y que atrae a entes internautiles de toda clase y calaña como a moscas las heces.
Y permítame, mi hermosa Dama Negra, la de las pantagruélicas fosas nasales, que la trate por su nombre de pila. Por el nombre por el que, imagino, las personas, afortunadas ellas, que la tratan a Usted a diario y no sufren su ausencia han de llamarla. Y es que así me siento más próximo a su mundo que se me antoja, en la lejanía, como el Paraíso Terrenal, bendito por su presencia de Usted. Y todo el mundo que antes fue suyo, en donde nunca intuyó, creo comprender de sus letras, que tenía un amigo fiel como lo soy yo y un alma devota a Usted como lo es la mía, se me presenta como un conjunto vacío: nulo, yermo y desolado.
Es que no sabe hasta qué punto ha dado Usted en el clavo. Lo ha hundido en lo más hondo de mi lenta mollera y ahora no hago más que balbucear incoherencias tratando de diculpar un comportamiento que en adelante le explicaré, que por natural y coherente no deja de ser sumamente vergonzoso y humillante para mi persona.
Dice que se siente Usted acosada por mi persona, acribillada a emailazos que derribarían un sauce llorón de piscina, pero apenas acaba de intuir hasta que punto su natural encanto y suave aliento me han hecho enloquecer. Sé de usted poco, muy poco. Apenas se me ocurrió acordarme de un par de datos sobre su persona, que he de encontrar, se ponga el mundo entero y el Ouroboros de por medio, me aferré a ellos como en en el manido naugrafio el manido náufrago a la manida tabla. Y hete aquí que sabiéndo yo que su antinatural encanto era, y valga la antisimetría, natural de la provincia de León, mis pasos y mi alma, toda ella en vilo, se encaminaron al antiguo reïno en busca de un fantasma. Puestos a confesar, he de decirle que esperaba que alguna vieja triquiñuela del Maligno me hiciera caer sobre su rastro y por Santiago Apostol que estaba convencido de que si su persona se hallaba a menos de diez kilómetros de la mía, mi olfato ayudado por el intenso perfume que se desprende de su persona harían el resto y en un Santiamén nos hallaríamos ambos en mutua compañía.
Pero tal cosa no sucedió y aquí me hallo ahora, cariacontecido y definitivamente frustrado por la escasa intervención fatal. En suma, en la Villa de Madrid, muy a mi pesar, derrotado y sin ganas de proseguir mi búsqueda si usted no me da prenda de su comprensión. Y le garantizo que he de serle muy discreto, que pañuelo, bordado o broche que su persona me dé, será guardado a muy buen recaudo en la caja de caudales que atesora acaso mis más íntimas fantasías que no es momento ni lugar de relatarle.
No ponga usted esa cara de circunstancias que no es la primera vez que leo esa misma expresión en el rostro de una jovencita como usted, en edad de merecer. No pretendo nada que se pueda considerar de moral dudosa, sólo una prenda, acaso fueran suficientes unas letras desde su tranquilo retiro que me recuerden que usted sigue ahí y que no es simple fruto de la perversa imaginación e ininteligible juego del Diablo.
Sin más que hacer que rogar por ver en el futuro el tiempo pasado sin su augusta presencia como la más dura de las pruebas, se despide, siempre suyo y devotísimo,
Álvaro de Luna
PD. Vuelve a tu asocial vida o muere, putón verbenero.
PDD. Un chupisaludo,
PDD. Alvarito.
Esta es una actriz de la que me enamoré:
Última edición por Alvarito el 05 Nov 2006 14:42, editado 1 vez en total.
Alvarito escribió:Esta es una actriz de la que me enamoré:
Se llama Emmanuelle Béart y por lo visto es famosa. Salía en Mision Imposible.
Qué pena que tenga ya 43 años.
Fotos de ella:










Más fotos:
http://www.leninimports.com/emmanuelle_ ... llery.html
Alvarito escribió:Se llama Emmanuelle Béart y por lo visto es famosa. Salía en Mision Imposible.
Asi que por lo visto es famosa, vaya, pues si la ves vestida de caperucita roja ni te cuento.
Visita Pequeñas historias, no te arrepentirás, o si, o no, o que se yo.
Ultima actualización 5-8-2011
Ultima actualización 5-8-2011
Me acabas de pegar un puñetazo en lo más profundo de mi subconsciente. Cuando reeditaron el anuncio de chanel con otra tía, pregunté por ahí a ver si alguien sabía el nombre de la que salía en el anterior. Nadie supo decirme, y algunos incluso pensaban que no hubo nunca ninguna vesión anterior.
Y mira que ya había visto este post ayer, pero no caí.
Joder,
¡Es ELLA!
A mi tambien me parecía guapa claro, pero ahora que sé quien es estoy profundamente enamorado.
Y mira que ya había visto este post ayer, pero no caí.
Joder,
¡Es ELLA!
A mi tambien me parecía guapa claro, pero ahora que sé quien es estoy profundamente enamorado.
No, el anuncio de caperucita y el lobo de chanel nº5 tenia a Stella Warren , emmanuelle beart de caperucita hizo un corto que comento krad en su post.
Visita Pequeñas historias, no te arrepentirás, o si, o no, o que se yo.
Ultima actualización 5-8-2011
Ultima actualización 5-8-2011
Pepegut escribió:41 años.
Née le 14 Août 1965 à Saint-Tropez
Sé que eres el único de tu familia que no sabe francés, se lo pides a tu padre si un caso, y digo a tu padre.
IMDB escribió:Date of birth (location)
14 August 1963
St. Tropez, Var, Provence-Alpes-Côte d'Azur, France
Pero yo le hacía un hijo igualmente.
Pd. Qué hijo de puta eres, KraD. Menos mal que ya te había preguntado a ti expresamente si conocías a la actriz (que aunque te di un nombre que no era el de ella, sí te di una foto).
El enlace a la review del corto de caperucita.