Un eslovaco sobrevivió milagrosamente a una caída libre de unos 1.200 metros después de que su paracaídas no se abriera cerca de la ciudad de Lucenec.
El hombre, de 33 años, sufrió fracturas de pelvis, varias costillas y, obviamente, una gran contusión por todo el cuerpo, pero no corre peligro.
Era la primera vez que el intrépido hombre se lanzaba en paracaídas. Al parecer, la falta de experiencia hizo que no recurriera al paracaídas de emergencia.
Descendió en espiral, lo que frenó su caída, que se produjo ante la mirada de su esposa.
'Estaba conmocionado, pero nos decía que recordaba la caída', dijo a la prensa un médico que participó en la evacuación en helicóptero a un hospital en Banska Bystrica.
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Un eslovaco sobrevive a una caída de 1.200 metros tras fallarle el paracaídas
El sexo es un derecho humano