Se han hecho también con las televisiones. Son ellos los que programan las películas típicas del momento. Son ellos los que consiguen que haya canales que emitan toda la noche repetición de procesiones. Son ellos los que hacen que merezca la pena ahorrar algún dinerillo para esconderse en el monte o confundirse en la marea humana de la playa.
Me planteo si no sería mejor que fuésemos todos moros. Pero no, que al fin y al cabo es una tradición cultural. Para los que no nos gusta hasta el punto de considerar súmamente ridículos a los que se azotan hasta sangrar, a los que se crucifican, a los que creen en una talla de madera policromada (que sí tiene un valor artístico, por otra parte), a esos mismos que lloran y pelean y pisotean por ver esa talla, saltándose todos los valores que precisamente pregona su religión, para los que así consideramos a estos, siempre nos queda el dejarlo pasar, que ya queda poco y aprovechar el rato haciendo otras cosas.
Me voy un rato a sobrevolar la ciudad, que está un tanto imposible para ir en el batmovil. Si alguien necesita algo, ya sabe:
