No pero podía llevarla pa haberme costao 500 pesetas hace unos cuantos añitos. Dada mi situación económica en aquellos momentos me habría salido mejor que me hubieran petado el hojaldre hasta que mi culo fuese una almazara de aceite virgen extra.
Alfalfa, donde yo vivo es todo verde, es tan jodidamente verde que sólo se plantan frutales que den frutos verdes, menos las nipolas, que son naranjas fosforescentes y le dan un toque de cuento psicodelico al valle que epata.
Hay bichos verdes, pero no como los bichos verdes que un tipo de ciudad como yo haya visto nunca, sino verdes fosforescente, o versiones de bichos que ya conocía pero en fosforescente.
En mi opinión no hay que ir a la isla de Flores para encontrar nuevas especies, aquí tiene que haber al menos 15 ó 20 autóctonas sin descubrir.
El otro día vi un saltamontes tan jodidamente grande que tenía otro saltamontes de tamaño normal a la espalda como si fuera una mochila, era el jodido Godzilla-Flip y una avispa de Tierra me hizo un nido lleno de bichos muertos en una chaqueta (de nailon, no de tactel)
Y anoche sin ir mas lejos, volviendo a casa me crucé con zorro de cola gris.
Donde vivo es todo tan jodidamente verde que un Ewok o un Wookie se podrían trasladar aquí y no echar de menos su casa.
Eso sí, mi cocina es marrón.
Adjuntos
A la vuelta pasé por al lado de la tuya casa, saqué la cabesa desde mi hauto y grité: CHURETICAS!
una bandada de gabiotar alzó el vuelo, el sol iba sumerjiendose entre las montañias y solo me contestó el eco de mi propia vos...
curreta escribió:AlpHalfa es el nuevo Carmelo y lo hamo.
Alfalfa, donde yo vivo es todo verde, es tan jodidamente verde que sólo se plantan frutales que den frutos verdes, menos las nipolas, que son naranjas fosforescentes y le dan un toque de cuento psicodelico al valle que epata.
Hay bichos verdes, pero no como los bichos verdes que un tipo de ciudad como yo haya visto nunca, sino verdes fosforescente, o versiones de bichos que ya conocía pero en fosforescente.
En mi opinión no hay que ir a la isla de Flores para encontrar nuevas especies, aquí tiene que haber al menos 15 ó 20 autóctonas sin descubrir.
Dios... Curreta se está transformando en Dolordebarriga, le ha faltado decir lo de "estoy dejando de creer en banderas y fronteras".
De aquí a empezar a loar al sufrido campesino local hay un paso.
Curreta, ¡vuelve! ¡¡vuelve!!
The bigger the headache, the bigger the pill. Call me the big pill.
No se si de falete, pero aquí hay eslabones perdidos la tira, de esos con el mentón tan prominente que les puedes alimentar echando cacahuetes al aire y los captan sin tener que abrir la boca.
Como un pelícano.
De esos que por un "buenos días" entienden una mirada asesina, que ellos estiman hamigable, que no apartan hasta que uno de los dos le de la espalda al otro en un gesto cotidiano de buen gusto.
El aires es limpio, me crecen las plantas que ni son de aquí, ni tienen tierra ni agua, ni mucho menos abono. El agua es de 1ª calidad.
Pero vivo con miedo hamigo, vivo con miedo.
A la vuelta pasé por al lado de la tuya casa, saqué la cabesa desde mi hauto y grité: CHURETICAS!
una bandada de gabiotar alzó el vuelo, el sol iba sumerjiendose entre las montañias y solo me contestó el eco de mi propia vos...
No se quien es Carmelo, pero el nombre es hadorable y la comparación con él tal vez hexcesiba. Yo sólo soy un perro infiel bretón que escucha jazz en su casa en el campo. Puede que sean estas credenciales las que me hacen sentirme tan agusto con asociales como hustedes.
Mi hermano se cruzó con un zorro yendo a visitarme. Yo suelo ver por las noches cómo entran al río los búhos. Por el día veo oropéndolas y rabilargos y torcaces y más pajaritos cantores. Y muchos bichos verdes como los que describes. Los saltamontes ponen sus huevos en la tierra húmeda de mi huerto y yo corto sus abdómenes depositarios de huevos con las tijeras de podar, en un acto de hamor hacia mis tomates (si no lo hago se los comerán y no podré comermelos yo).
El bicho que más alegría me dio cruzarme una noche fue un tejón. Son muy grandes. Hacía más de 20 años que no veía uno vivo, y el último fue pillao en un cepo. También he sentido cómo un gavilán cazaba a un gorrión porculero que se posó en la copa de la morera que tengo en el patio y me estaba estropeando la contemplación del paisaje con sus chillidos territoriales. Verlo planear hacia los chopos desplumando a su pieza pa comérsela fue todo un hespectáculo.
Hago este comentario desde un indiscutible heterosexualidad matizada por una sensibilidad especial hacia los gatos: qué buena foto y qué majos, los jodíos.