Se lo agradecen a su familia, vírgenes o a la comunidad tibetana. Muertes y pandemias para todos ellos. Pero a mí me fascinan esas píldoras de verguenza ajena y demencia brillante que a veces se cuelan entre ese festín de adoradores de pollas ajenas.
Ejemplo 1: Alfredo Landa recogiendo su Goya de honor. Que nadie se diganse a bajarlo del atril de una colleja de amor, es síntoma de dos cosas: lo poco querido que es este entrañable imbécil, y la gran cantidad de hijos de puta que había ese día en las butacas con ganas de coca y circo.
Ejemplo 2: Recientemente, seguro que lo habéis visto, Lyli Allen y Elthon Jhon; os reproduzco la crónica para los que no sepáis idiomas extranjeros:
Allen llevaba toda la gala dándole al drinkin, llegando a subir con copas al escenario y con la propia botella. En una de esas veces, la Allen anunció que llegaba el mejor y más esperado momento de toda la noche, a lo que Elton respondió:
-“¿qué? ¿te vas a tomar otra copa?”
-“Que te jodan Elton, soy 40 años más joven que tú y tengo toda mi vida por delante”
-“Todavía podría dejarte tirada debajo de la mesa”
[youtube]SFxorTTDYok[/youtube]
Me se ocurren la pila de momentos épicos; desde Garci recordando doce veces a su best frrrienzz Esteban Alenda en los Oscars del ¿81?, a la cara de gilipollas que se les quedaron a Vanessa Redgrave y al resto de auditorio cuando en el 91 un Jack Pallance evidentemente chocho y pidiendo a gritos que alguien lo apuñale se confundió al leer y le otorgó al óscar a Marisa Tomei en una de las cagadas más reconocidas de la historia de los premios de la academia (curiosamente, o todo lo contrario, no han dejado evidencias vivas en youtube)
Lo de Brando cuando no recogió su premio por El Padrino y mandó a una supuesta india a leer un comunicado por los derechos indígenas fue bonito también. Años más tarde se descubrría que era una actriz chicana en busca de curro, y que Brando no fue porque estaba mamado, un incumplimiento de contrato se lo imponía o tenía lumbago y no podía cargar con el hierro dorado, escojan motivo al gusto.
Pero yo hoy venía a hablaros de los premios de los 40 de ayer. Emocionantes, por supuesto. La espera por el partido de los Cavs y 76ers tiene esas cosas; el asunto es que le dieron un honorífico a Jim Carrey, que era una forma más de darle bola a su truño navideño de este año. El caso es que guste o se odie a este tío, el discurso en un esforzado castellano hará que lo acojáis en vuestros corazones como un grande de España.
Cito a Jim:
"Muchas gracias por este premio.
Estoy impaciente por metérmelo en ese lugar tan especial para mí, donde me meto todos los premios. Me tocan muy profundo y cuando me los saco me hacen gritar de placer. A veces me pregunto cuántos me puedo meter, pero si me dais uno el año que viene, prometo encontrar la manera de metérmelo.
Gracias. Viva España. Os quiero."
Vamos, que le dijo a los 40 y a toda España que se podían meter el premio por culo. Es decir: por el culo. Grandioso.
Con Polanco esto no pasaba.
En cuanto suban el video os lo caco aquí. Mientras podéis ir poniendo momentos estelares de entregas de premios y esas mierdas.