Party Boy escribió:Observo, con pasmo, la cantidad de pijos que hay en este foro.
Quién lo iba a decir...
Y yo, y yo. Anonadada estoy.
De todos modos, aparte de lo que uno se gasta en gasolina, forfaits, comida, y pijadas varias, a mí el esquí siempre me ha parecido uno de los hobbies más incómodos que hay:
1. Levántate de madrugada para poder "aprovechar el día". (A no ser claro, que vivas al lado de las pistas)
2. Desayuna a las 5h o las 6h de la mañana. Algo para mí de lo más desagradable, porque recién levantada no suelo tener hambre.
3. Vístete como el muñeco de Michelin.
4. Si tienes "el material", invierte una media hora, yendo bien, en cargar el coche con él.
5. Ponte a conducir medio sobado. Si tienes suerte no tendrás que aguantar al típico amigo que nunca tiene sueño y de buena mañana está dispuesto a decir gilipolleces, cantar, poner un CD o sintonizar y resintonizar la radio.
6. Si tienes suerte, no encontrarás caravana y en unas pocas horas llegarás a LAS PISTAS. Si no, te tragarás una cola del copón y tendrás que aguantarte el pis durante muuuuuucho tiempo.
7. Al llegar a las pistas, si tienes suerte encontrarás aparcamiento, y luego perderás un mínimo de media hora en "equiparte".
8. Pagarás un forfait que cuesta, mínimo, 40 leuros, como habéis dicho los expertos.
9. Por fin, tendrás ante tí unas maravillosas bajadas el disfrute de las cuales se reducirá a un 10 o como mucho un 15 % del tiempo que pasarás allí, porque el resto tendrás que invertirlo en subir la pista con telesillas y demás tras haber hecho la pertinente cola.
10. El premio a todo esto será bajar esquiando por una pista llena de gente, en su mayoría merluzos que no respetan al prójimo. Aunque también puede que el premio sea romperte una pierna.
11. En un pis pas llegará la hora de comer y apenas habrás hecho unas bajaditas, pero el encogimiento estomacal te puede. Te esperan los deliciosos bocatas que te has llevado de casa, a causa de la humedad el pan ha adquirido textura de chicle, pero no importa, tú eres feliz porque estás esquiando. Ahora vas y te sientas en un banco de madera (si hay sitio) y te los comes. Aunque si eres un pepeguto puedes ir al hotel, darte una ducha, vestirte de persona normal, y bajar al restaurante a comer paté de fuá, claro.
12. Y luego, vuelve a subir, vuelve a bajar, y date prisa porque antes de que empiece a oscurecer hay que estar abajo, desequiparse, volver a cargar el coche y volver a casa con el cansancio en to lo alto.
Eso sí, al día siguiente tienes agujetas de categoría, porque son agujetas de esquiar. Y el bronceado oso panda inverso es precioso.
Yo igual soy un poco rara, pero prefiero calzarme unas bambas e ir a correr.