
Maus
De Art Spiegelman. Por lo que sé, el único cómic hasta ahora que ha ganado un premio Pulitzer.
Spiegelman plasma con un estilo de dibujo muy sencillo las experiencias que su padre le cuenta durante el holocausto nazi, y el propio proceso de realizar el comic, incluyendo conflictos con su padre, impacto en los medios, fama, diferencia entre vida real y narrada...
No sólo está lleno de anécdotas sobre la persecución de los judíos, sus estrategias de supervivencia y los horrores de los campos de concentración (esa escena en que el padre tiene que caminar sobre una alfombra de muertos, con sus pieles resbalando bajo sus pies, todo para poder ir al baño...), de lo cual ya disponemos en otras muchas obras, sobre todo cinematográficas, sino que supone también una reflexión sobre el propio cómic. El autor usa un estilo muy sencillo, similar a aquellos primeros comics de Krazy Ignatz, por ejemplo, en el que con dos o tres elementos sabemos lo que siente el personaje y los distinguimos unos de otros aunque sean todos practicamente iguales. Quizá, despojando al comic de ciertos elementos es precisamente como lo reduce a su esencia narrativa y enfatiza el texto y la historia.
En fin, una obra emocionante que da bastante de si si te pones a analizarlo. Los judíos son ratones, los alemanes gaticos y los americanos perretes, los franceses ranas, los polacos cerdos, etc.

El rock y yo
De Joe Sacco.
Una especie de diario que Joe Sacco (periodista) dibuja mientras acompaña a un grupo musical de gira. Groupies, roadies, drogas, merodeos por ciudades europeas, mujeres, estética y actitud de las rock stars, horas en coche... Lleno de ritmo, a veces rozando la poesía y mucha experimentación en cuanto a viñetas y fluir de la mirada y la información por la página del cómic.
Aparte de las experiencias de la gira, incluye algunas páginas que dibujó para otras publicaciones.