La Tia Henriqueta llega a la phiesta de la hespuma en turno de noche.
Otra cosa: sería bueno hacer un postit gordote con las intrucciones para manejar conchas
(no se de suicidéis, soplar cuesta tantas acciones/las mordidas te quitan tanto por acción...) como cortesía con los mongos a los que el amarillo del flotador de patito nos empeora el déficit de atención, y porque si la perenigración es un sindiós el concierto va a ser como una rave de luces estrobocópicas en una piscina infantil llena de epilépticos.