_KraD_ escribió:No si me parece muy bien, pero es que no son más que teorías tuyas, yo es que cuento lo que han dicho y tu opinas lo que crees que podría ser.
Y puestos a dudar primero dudo de las teorias, más en el mundo del cine de grandes estudios donde los que manejan el invento son por cojones los productores, ahí mismo tienes a los Weinstein que editaban las cintas, les cambiaban la música y la banda sonora, las redoblaban o obligaban al director a dividirla en dos películas para sacar más pelas.
Colega, no sé si te habrás dado cuenta pero lo tuyo son también teorías: teorías tuyas y teorías de quienes escriben en la Wikipedia.
Por cada ejemplo como el de Weinstein se pueden poner veinte ejemplos contrarios. Todo depende, como te he dicho ya, de la negociación de contrato entre las partes y de la fuerza de cada una de las partes. El Shyamalan de "El sexto sentido" no tendría ni una décima parte del poder de negociación e influencia que el Shyamalan de "El bosque", un Shyamalan que venía directamente del éxito de "Señales" y que ya tenía un renombre de los que llevan gente al cine.
Ya, pero te estoy hablando de industria del cine, no de la de la música.
Churras. Merinas.
Bueno, ya que lo quieres plantear así, yo al menos sí conozco las merinas y de primera mano además, así que puedo establecer fácilmente analogías con las churras. Analogías que podrán ser más o menos certeras o incerteras, pero que siempre se acercarán más a la realidad que el hacer analogías partiendo de nada (o de la wikipedia, para el caso).
Y mi analogía es muy sencilla: los artistas con mayor renombre y poder de convocatoria suelen negociar contratos en los que dejan muy, muy pocos cabos sueltos. En cuanto un artista sabe que su nombre lleva gente a la taquilla, empieza a querer controlar más y más aspectos de la producción. Aquí mismo te han puesto ejemplos de actores que quisieron editar los trailers ellos mismos, así que no veo en dónde está lo sorprendente de que Shyamalan dé, como mínimo, el visto bueno a los trailers de sus películas. Sin artista no hay disco, ni conciertos, ni películas. Sin dinero tampoco, pero es que el dinero lo pueden poner varios capitalistas mientras que el renombre sólo lo puede aportar el artista.