La ventaja de la taja
- LunaOskura
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Re: La ventaja de la taja
Que síiiii troncooooo!!
Está claro que con un yonkarra, o un expresidiario a punto de sacar la navaja, no te vas a poner con cultismos. Tienes que camelártelos con un lenguaje más de la calle. Pringao.
Está claro que con un yonkarra, o un expresidiario a punto de sacar la navaja, no te vas a poner con cultismos. Tienes que camelártelos con un lenguaje más de la calle. Pringao.
Re: La ventaja de la taja
Yo debo tener cara de pringada con dineros porque ya me han atracao... 2 veces en la calle, una vez me intentaron hurtar y otra en el curro.
La primera fué una kinki, yo tenía la ternesca edad de 16 o así, la tipa me cacheo (en aquel entonces yo era plana y granuda, así que no, no fue nada erótico) y claro, yo no llevaba nada, en realidad sí que llevaba 500 pelas pero como sabía que la zona era muy dada a ese tipo de acontecimientos me las metí en el calcetín, en el hueco del empeine, durante esa época era comun llevar serigrafiados en mi inmaculada piel los rostros de nuestros honorables monarcas.
Total que la tipa solo pudo quitarme el paquete de tabaco, yo era pobre asín que cuando me lo quitó le dije que por fa plis me dejase algunos pitillos. El caso es que la tipa me dió 4 pitillos, to enrollá. Curioso porque 3 minutos antes amenazaba con partirme la putacabesa.
El segundo fué el hurto en la feria de Córdoba, por suerte me había dejado olvidao en casa todo, las llaves, la cartera, solo llevaba la mochila con unos apuntes y una compresa en el bolsillo trasero (tum tum).
Un señor de morena tez y el gorrito ese del Barrio que llevan to los canis, introdujo sagazmente su mano en la mía mochila y extrajo la compresa, supongome que pensando que era una jugosa, rosa y esponjosa billetera. Noté el movimiento secsi y me giré sobresaltada. Me vi a ese peaso de maromo con la compresa en la mano y una cara a medio camino entre la indignación y el "te parto la puta cabesa". Así que aproveché mi finta + 4 y salí a toda prisa entre la muchedumbre (muchedumbre en la que podrian haber estado don moro y cariñote, esto lo digo para dar caché a la historia).
El tercero fueron los dos gordos en Sevilla, de nuevo mi tara mental me salvó de la pérdida económica. Me había vuelto a olvidar la cartera porque justo antes de salir había dejao en el cajón los 300 pavos del alquiler. Ahí pasé mas cagarrina que nunca porque el tipo me arrempujó contra la pare y yo pensaba que iba a darme de hostias o a tocarme la chuchita. Lo que mas me indignó fué que a pesar de los gritos histéricos de mi colega y a pesar de estar a 3 metros de la puerta de un bar petao hasta la bola, nadien, oyenlo, nadien, salió a defender mi honor. Desde entonces odio a las gente.
Luego ya el atraco, la crisis es mu mala. En mi familia ya hemos tenido 3 atracos en lo que va de año, en tres establecimientos diferentes, uno de ellos a punta de pistola, lo cual, aquí, era algo que sólo se veía en las películas.
Uno de ellos fué muy ridiculo en tanto que el yonko a punta de navaja entró y... tras inspeccionar y ver que no habia nada de valor que robar, se fué por donde vino como si nada. XD.
Y hoy mismo, en el metro de mandril, bueno, esto no es de robo, es mas bien de yonkos. Había dos yonkos que habían chorizao unos discos en el corte ingles (esto lo se porque el yonko macho estaba quemando el antirrobo ese de plástico con un mechero clipper, al principio pensé que quería quemarnos a todos, soy de natural agorero).
La yonka hembra empezó a recriminarle cosas y tenían una acalorada discusión, bueno esto lo deduzco porque yo tenía los cascos puestos y sólo oía "aim gowen, aim gowen, aim gowen diperandegraun santin chanchi chanchi laiquin kinki mai jed". El caso es que noté, como en el vagón, todos los que no eran yonki hembra y yonki macho establecían un nexo de complicidad que sólo una pareja de yonkos a grito pelao puede establecer, no había clases, ni razas, el sudaquilla de patillas sonreía con el viejete carca de española insignia, hasta yo caí en la banalidad popular y sonreí amistosamente a un muchacho que vestía una camiseta de la selección brasileña.
Conclusión, aunque nos roben, nos amenacen, y vistan tactel, los yonkis, hacen de este mundo, un lugar un poco mas acogedor.
La primera fué una kinki, yo tenía la ternesca edad de 16 o así, la tipa me cacheo (en aquel entonces yo era plana y granuda, así que no, no fue nada erótico) y claro, yo no llevaba nada, en realidad sí que llevaba 500 pelas pero como sabía que la zona era muy dada a ese tipo de acontecimientos me las metí en el calcetín, en el hueco del empeine, durante esa época era comun llevar serigrafiados en mi inmaculada piel los rostros de nuestros honorables monarcas.
Total que la tipa solo pudo quitarme el paquete de tabaco, yo era pobre asín que cuando me lo quitó le dije que por fa plis me dejase algunos pitillos. El caso es que la tipa me dió 4 pitillos, to enrollá. Curioso porque 3 minutos antes amenazaba con partirme la putacabesa.
El segundo fué el hurto en la feria de Córdoba, por suerte me había dejado olvidao en casa todo, las llaves, la cartera, solo llevaba la mochila con unos apuntes y una compresa en el bolsillo trasero (tum tum).
Un señor de morena tez y el gorrito ese del Barrio que llevan to los canis, introdujo sagazmente su mano en la mía mochila y extrajo la compresa, supongome que pensando que era una jugosa, rosa y esponjosa billetera. Noté el movimiento secsi y me giré sobresaltada. Me vi a ese peaso de maromo con la compresa en la mano y una cara a medio camino entre la indignación y el "te parto la puta cabesa". Así que aproveché mi finta + 4 y salí a toda prisa entre la muchedumbre (muchedumbre en la que podrian haber estado don moro y cariñote, esto lo digo para dar caché a la historia).
El tercero fueron los dos gordos en Sevilla, de nuevo mi tara mental me salvó de la pérdida económica. Me había vuelto a olvidar la cartera porque justo antes de salir había dejao en el cajón los 300 pavos del alquiler. Ahí pasé mas cagarrina que nunca porque el tipo me arrempujó contra la pare y yo pensaba que iba a darme de hostias o a tocarme la chuchita. Lo que mas me indignó fué que a pesar de los gritos histéricos de mi colega y a pesar de estar a 3 metros de la puerta de un bar petao hasta la bola, nadien, oyenlo, nadien, salió a defender mi honor. Desde entonces odio a las gente.
Luego ya el atraco, la crisis es mu mala. En mi familia ya hemos tenido 3 atracos en lo que va de año, en tres establecimientos diferentes, uno de ellos a punta de pistola, lo cual, aquí, era algo que sólo se veía en las películas.
Uno de ellos fué muy ridiculo en tanto que el yonko a punta de navaja entró y... tras inspeccionar y ver que no habia nada de valor que robar, se fué por donde vino como si nada. XD.
Y hoy mismo, en el metro de mandril, bueno, esto no es de robo, es mas bien de yonkos. Había dos yonkos que habían chorizao unos discos en el corte ingles (esto lo se porque el yonko macho estaba quemando el antirrobo ese de plástico con un mechero clipper, al principio pensé que quería quemarnos a todos, soy de natural agorero).
La yonka hembra empezó a recriminarle cosas y tenían una acalorada discusión, bueno esto lo deduzco porque yo tenía los cascos puestos y sólo oía "aim gowen, aim gowen, aim gowen diperandegraun santin chanchi chanchi laiquin kinki mai jed". El caso es que noté, como en el vagón, todos los que no eran yonki hembra y yonki macho establecían un nexo de complicidad que sólo una pareja de yonkos a grito pelao puede establecer, no había clases, ni razas, el sudaquilla de patillas sonreía con el viejete carca de española insignia, hasta yo caí en la banalidad popular y sonreí amistosamente a un muchacho que vestía una camiseta de la selección brasileña.
Conclusión, aunque nos roben, nos amenacen, y vistan tactel, los yonkis, hacen de este mundo, un lugar un poco mas acogedor.
- The last samurai
- Ulema
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Re: La ventaja de la taja
La canción de Jamiroquai venía que ni pintá.
Lástima que no apareciese la mano de Godzilla através del vagón y se comiese a los yonkarras de mierda.
Puta matería extinguible.
Lástima que no apareciese la mano de Godzilla através del vagón y se comiese a los yonkarras de mierda.
Puta matería extinguible.
- Blanquita
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Re: La ventaja de la taja
Nunca me han atracado.
Pero creo que puede pasar pronto, el otro día mataron a un indigente al ladito de mi calle.
De momento lo más chungo que me ha pasado en estos temas es encontrarme un homeless borracho tumbado en la puerta de mi casa. Pero no en el portal, no. En la puerta. Durmiendo la puta mona en mi alfombrilla. De mi casa. Estaba semicomatoso.
Y encima era negro.
Como soy una persona decente, no le pateé la cabeza mientras le gritaba fuera de aquí, sino que simplemente llamé a la policía para que se lo llevara. El caso es que el hamigo desprendía tal hedor, que antes de abrir la puerta y verlo allí, pensaba que alguien que me quería mucho me había dejado una bolsa de basura en mi puerta. Luego, al abrir la puerta, vi que, efectivamente, alguien había dejado basura en mi puerta. Sobra decir que tuve que coger la alfombra con pinzas y tirarla, y desinfectar a fondo la zona.
Otro día me encontré a dos perroflautas, chico y chica, en mi portal. Primero pensé que estaban liándose unos porrillos. Pero luego vi que la chica había adoptado una sospechosa posición de cuclillas. Mi apéndice nasal captó cierto aroma ácido y entonces advertí que la muy zorra se estaba meando en mi portal. Ahí sí que tuve que ponerme un poco agresiva y pedirles amablemente que se fueran, lo que llevaron a cabo tranquilamente (muy tranquilamente) y sonriendo, lo cual me hizo pensar por un momento que se estaban cachondeando de mí.
Y aún recuerdo otra. Cierta mañana de domingo, escuchamos sollozos que venían del descansillo. Al asomarnos dispuestos a socorrer a cualquiera que fuese el alma que estaba sufriendo quién sabe qué dolores físicos y/o espirituales, pudimos contemplar a una parejita de adolescentes en pleno acto hamoroso. Ésta vez no tocaron la alfombrilla, pero estaban muy, muy cerca de la puerta. Ese día el que estaba inspirado era mi padre, que salió, palo de escoba en mano, y se quedó observando a la retozante parejita con ojos hamorosos, los cuales, a su vez, emprendieron la huida escaleras abajo, mientras, con extraordinaria habilidad, iban colocando prendas en sus cuerpos desnudos.
Pero bueno, vosotros sois mis hamigos, así que si buscáis un portal acogedor donde llevar a cabo hactos de hamor, fieshtash, drojarse, comportarse como un perro sarnoso, o simplemente, dormir una reconfortante siestecita, Blanqui os abre las puertas, pero eso sí, avisad antes, que el aforo es limitado.
Pd. Se me olvidaba decir que vivo en la que se supone que es la mejor zona del municipio, o sea que no os preocupéis por la delincuencia y eso.
Pero creo que puede pasar pronto, el otro día mataron a un indigente al ladito de mi calle.
De momento lo más chungo que me ha pasado en estos temas es encontrarme un homeless borracho tumbado en la puerta de mi casa. Pero no en el portal, no. En la puerta. Durmiendo la puta mona en mi alfombrilla. De mi casa. Estaba semicomatoso.
Y encima era negro.
Como soy una persona decente, no le pateé la cabeza mientras le gritaba fuera de aquí, sino que simplemente llamé a la policía para que se lo llevara. El caso es que el hamigo desprendía tal hedor, que antes de abrir la puerta y verlo allí, pensaba que alguien que me quería mucho me había dejado una bolsa de basura en mi puerta. Luego, al abrir la puerta, vi que, efectivamente, alguien había dejado basura en mi puerta. Sobra decir que tuve que coger la alfombra con pinzas y tirarla, y desinfectar a fondo la zona.
Otro día me encontré a dos perroflautas, chico y chica, en mi portal. Primero pensé que estaban liándose unos porrillos. Pero luego vi que la chica había adoptado una sospechosa posición de cuclillas. Mi apéndice nasal captó cierto aroma ácido y entonces advertí que la muy zorra se estaba meando en mi portal. Ahí sí que tuve que ponerme un poco agresiva y pedirles amablemente que se fueran, lo que llevaron a cabo tranquilamente (muy tranquilamente) y sonriendo, lo cual me hizo pensar por un momento que se estaban cachondeando de mí.
Y aún recuerdo otra. Cierta mañana de domingo, escuchamos sollozos que venían del descansillo. Al asomarnos dispuestos a socorrer a cualquiera que fuese el alma que estaba sufriendo quién sabe qué dolores físicos y/o espirituales, pudimos contemplar a una parejita de adolescentes en pleno acto hamoroso. Ésta vez no tocaron la alfombrilla, pero estaban muy, muy cerca de la puerta. Ese día el que estaba inspirado era mi padre, que salió, palo de escoba en mano, y se quedó observando a la retozante parejita con ojos hamorosos, los cuales, a su vez, emprendieron la huida escaleras abajo, mientras, con extraordinaria habilidad, iban colocando prendas en sus cuerpos desnudos.
Pero bueno, vosotros sois mis hamigos, así que si buscáis un portal acogedor donde llevar a cabo hactos de hamor, fieshtash, drojarse, comportarse como un perro sarnoso, o simplemente, dormir una reconfortante siestecita, Blanqui os abre las puertas, pero eso sí, avisad antes, que el aforo es limitado.
Pd. Se me olvidaba decir que vivo en la que se supone que es la mejor zona del municipio, o sea que no os preocupéis por la delincuencia y eso.
Re: La ventaja de la taja
Sacó una pistola de estas lectoras de códigos de barras
¿No sería una pistola esa de descargas eléctricas?
Pero bueno, vosotros sois mis hamigos, así que si buscáis un portal acogedor donde llevar a cabo hactos de hamor, fieshtash, drojarse, comportarse como un perro sarnoso, o simplemente, dormir una reconfortante siestecita, Blanqui os abre las puertas, pero eso sí, avisad antes, que el aforo es limitado.
Te aviso, que el próximo finde son les Santes.
Re: La ventaja de la taja
poshol na escribió:Sacó una pistola de estas lectoras de códigos de barras
¿No sería una pistola esa de descargas eléctricas?
No, no, era algo parecido a esto pero con más forma de pistola, quicir, la parte superior más alargada:

Lo mismo era un prototipo de pistola láser y estuvo a punto de freírme la cabesa y yo tan inconsciente de mi muerte inminente.
Aunque sí es cierto que los tásers estos se usan cada vez más para atracos y estas historias. Son cosa pHina y si no que le pregunten a esta señora:
[youtube]KWaCD6jIH5Q[/youtube]
(Ojo que el sonido es estridente, la acción empieza sobre el 0.45)
PD: "Now, are you going to cooperate?" Hijoputa xD
- Blanquita
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Re: La ventaja de la taja
mayhem escribió:Pero bueno, vosotros sois mis hamigos, así que si buscáis un portal acogedor donde llevar a cabo hactos de hamor, fieshtash, drojarse, comportarse como un perro sarnoso, o simplemente, dormir una reconfortante siestecita, Blanqui os abre las puertas, pero eso sí, avisad antes, que el aforo es limitado.
Te aviso, que el próximo finde son les Santes.
Como pa no saberlo. Para un día al año que celebran algo los putos Capgrossos, ya se encargan de que nos enteremos todos.
Por cierto, creo que va a cumplirse un año del folleteo en mi escalera, si queréis podemos montar una orgía de hamigos gordos para celebrarlo. Una fiesta de la espuma como la que liaba Homer Simpson en la escuela con la grasa de cocina, o algo asín.
Re: La ventaja de la taja
Como pa no saberlo. Para un día al año que celebran algo los putos Capgrossos, ya se encargan de que nos enteremos todos.
Mi frase no es "Te aviso de que el próximo finde son les Santes", sino "Te aviso, que el próximo finde son les Santes", en respuesta a tu frase "si buscáis un portal acogedor (...), Blanqui os abre las puertas, pero eso sí, avisad antes, que el aforo es limitado".
- Blanquita
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Re: La ventaja de la taja
poshol na escribió:Como pa no saberlo. Para un día al año que celebran algo los putos Capgrossos, ya se encargan de que nos enteremos todos.
Mi frase no es "Te aviso de que el próximo finde son les Santes", sino "Te aviso, que el próximo finde son les Santes", en respuesta a tu frase "si buscáis un portal acogedor (...), Blanqui os abre las puertas, pero eso sí, avisad antes, que el aforo es limitado".
Pocholo, ¿te encuentras bien?
Re: La ventaja de la taja
Me has citado a mí sin citarme a mí.
Blanqui, te encuentras bien?
Blanqui, te encuentras bien?