Porque Shartak is dead, por cierto.
Todavía firmo autógrafos a machete en pechos rosa y permito que me la chupen por un dollar, mientras espero que alguna excepción plurineuronal me mate la cabesa o algo y me envíe directo al cielo de Wrayecas junto a San Poli por siempre jamás.
Pero no hay manera oyes, ya casi entiendo a Keiichi.
