Paulo Coelho
Nicotin escribió:Bueno, al menos no te da por escribir poemas.
Al tiempo.
El perrico, definiendo la HAMBROSIA a ma112nu escribió:Un curasán aceitoso y calentico chorreando en el plato, la sonrisa de un niño, las ttks, un perolo de gazpacho manchego con medio kilo de pan para mojar, las ttks, las pelis de chinos dándose hostias, los ninjas, Mr. T, Mr.T luchando contra los ninjas, cualquier animal comestible, las ttks, correr desnudo por la playa alrededor de la gente mientras silbo el opening de battlestar galactica, la shandy cruzcampo de abadía belga, los torreznos, cualquier cosa rebozada, cagar en espiral, cosas asín, manu, cosas asín.
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Merodeador
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jubilao
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El Club de la Comedia
Pues a mi por poco no me cambia la vida el tal Pablito.
Hoy en día podría perfectamente estar internado en cualquier penal (a poco que el juez de turno no fuera un tipo enrollado), y lo que es peor, haber salido en un programa de esos en que tus vecinos dicen que parecías muy buena persona.
Y es que a 'mi cari' le dio por regalarme libros de Coelho (algún defecto tenía que tener la pederastía, sino sería práctica común).
Y claro, le dije que el Alquimista no estaba mal (lástima que uno no fumaba porros), éramos novios.
Y me regaló El Peregrino de Compostela (Diario de un Mago)
Ahí ya no le pude dedicar ninguna palabra amable, pero ella objetaba que sus amigas que leían mucho decían que eran muy buenos.
Pero ella jamás se leyó uno, la muy hijaputa.
A pesar de mis advertencias (y amenazas), ya en plena guerra del matrimonio, mi parienta (ya dejó de ser mi cari) me regaló 'Veronica decide morir'.
Creo que eso fue una especie de indirecta, y que ya iba con mala leche.
Intenté contraatacar recomendándole un libro que había leído yo tiempos atrás y que -le dije- me había gustado mucho : 'Dios vuelve en una Harley' de Joan Brady.
Evidentemente, no coló. Ni siquiera hizo el gesto de tenerlo descansando unas semanitas en su mesilla de noche, como ha hecho con otras recomendaciones mías.
La última, pero no menos cruel hostilidad, fue 'El demonio y la señorita Prim. Aun estando ya por esa época amenazada de muerte si me volvía a endosar un Coelho (por entonces ya no nos andábamos con chiquitas), alegó que era un clásico que no podía faltar en mi biblioteca, ahora que había leído tanto Coelho (claro, como ya has probado la mierda de muchos animales, pégale un lametón a ésta, que es de camello).
Por el momento tengo el hacha guardada. En un armario, nunca se sabe. Uno es un santo, y a estas alturas ya no creo que se atreva a regalarme otro jamás, pero por si acaso.
Y es que Pablo Coelho jamás defrauda. Cuando crees que un libro suyo no puede ser más pesado, siempre se supera en el siguiente.
Hoy en día podría perfectamente estar internado en cualquier penal (a poco que el juez de turno no fuera un tipo enrollado), y lo que es peor, haber salido en un programa de esos en que tus vecinos dicen que parecías muy buena persona.
Y es que a 'mi cari' le dio por regalarme libros de Coelho (algún defecto tenía que tener la pederastía, sino sería práctica común).
Y claro, le dije que el Alquimista no estaba mal (lástima que uno no fumaba porros), éramos novios.
Y me regaló El Peregrino de Compostela (Diario de un Mago)
Ahí ya no le pude dedicar ninguna palabra amable, pero ella objetaba que sus amigas que leían mucho decían que eran muy buenos.
Pero ella jamás se leyó uno, la muy hijaputa.
A pesar de mis advertencias (y amenazas), ya en plena guerra del matrimonio, mi parienta (ya dejó de ser mi cari) me regaló 'Veronica decide morir'.
Creo que eso fue una especie de indirecta, y que ya iba con mala leche.
Intenté contraatacar recomendándole un libro que había leído yo tiempos atrás y que -le dije- me había gustado mucho : 'Dios vuelve en una Harley' de Joan Brady.
Evidentemente, no coló. Ni siquiera hizo el gesto de tenerlo descansando unas semanitas en su mesilla de noche, como ha hecho con otras recomendaciones mías.
La última, pero no menos cruel hostilidad, fue 'El demonio y la señorita Prim. Aun estando ya por esa época amenazada de muerte si me volvía a endosar un Coelho (por entonces ya no nos andábamos con chiquitas), alegó que era un clásico que no podía faltar en mi biblioteca, ahora que había leído tanto Coelho (claro, como ya has probado la mierda de muchos animales, pégale un lametón a ésta, que es de camello).
Por el momento tengo el hacha guardada. En un armario, nunca se sabe. Uno es un santo, y a estas alturas ya no creo que se atreva a regalarme otro jamás, pero por si acaso.
Y es que Pablo Coelho jamás defrauda. Cuando crees que un libro suyo no puede ser más pesado, siempre se supera en el siguiente.
Urdu escribió: Tengo fotos actualizadas de mi rabo.
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