
Sé que soy inmune a la lluvia. Todos corren a refugiarse bajo las cornisas, o dentro de los portales.
Yo no. Mi cabello mojado cae sobre los hombros, y mi camisa, empapada, se pega a mi cuerpo. Además puedo contar las gotas de lluvia. No con números, sino escuchando cómo golpean el suelo.
Estoy de pie frente a un gran cristal oscuro. Sé que es la cafetería de un hotel. Sentados alrededor de sus confortables mesas, me observan y piensan que estoy loco: ahí, de pie, dejando que la fuerte lluvia caiga sobre mí.
Son ellos quienes están locos: ahí, sentados, sin dejar que la fuerte lluvia caiga sobre ellos.
Un día, en algún momento del tiempo o quizá en algún lugar fuera del tiempo, una niebla espesa lo cubría todo. Tan espesa, que para distinguir cualquier objeto tenía que acercarme a apenas dos o tres pasos de él.
Visité dos grandes edificios. Muy antiguos, muy solemnes, muy silenciosos. Caminé empedrado arriba hasta la parte más alta de un pueblo, y oí a los cuervos graznar en lo alto, en algún lugar del cielo blanco que había descendido hasta mí, volando invisibles, escondidos en la niebla.
Creí haberme perdido, pero entonces parte de la niebla se retiró y vi la gran cruz.
Oí voces en la gran explanada de piedra blanca, pero no pude encontrar a nadie. Ellos se habían extraviado en la bruma cegadora y seguían el sonido de mis pasos. Yo me había extraviado en la bruma cegadora y seguía el sonido de sus voces.
No llegué a verles. Nunca supe quiénes eran.
Recuerdo estar tendido en una cama, y una mujer sentada sobre mí. No recuerdo su rostro. Yo no estaba despierto. Sólo recuerdo que supe que no engendraríamos un hijo. La niebla blanca nos protegía.
Sé que ese lugar aún existe. Pero también sé que la niebla se marchó de allí. No quiero volver y verlo todo tal y como realmente es. No necesito volver. Lo viví en su momento más bello: bajo la niebla, en día que no era día y una noche que no era noche.
Es más hermoso tal y como yo lo recuerdo. ¿Por qué querría verlo ahora otra vez?
¿Para qué, si puedo cerrar los ojos y volver a estar entre la niebla?