Este tour está siendo la hostia en cuanto a chou desde el sofá. Para empezar, hablemos de esas etapas putamierda que uno nunca sabe su por qué más allá del contrato televisivo, ir picando en localidades que supongo soltarán pasta por ser meta pero que nunca dan juego para la general... todos sabemos dónde está la mandanga (Pirineos-Alpes-Contrarrelojs) pero tienes que chuparte casi dos semanas de hez para llegar a lo bueno. Pues este año van y se escapan los de verdad, se caen los que no deberían, y mandan las tácticas al carajo para pasar de las hostias de plastilina a verdaderos hachazos a la yugular haciendo de esas etapas "lights" verdaderos eventos dignos de poner mi HD a chupar recursos.
Luego la montaña, y fundamentalmente estas dos últimas etapas han sido acojonantes. Mi explicación de por qué tenemos esas sensación de no haber vivido algo igual en años es porque Contador en plena forma está un peldaño (a veces dos) por encima del resto, y los hermanos, Evans o el kazajo de turno que querían comerle la tostada no tenían otro modo para tumbarlo que agazaparse y buscar desde la pasividad una hostia furtiva hasta que llegase otro aspirante para soltarle otra, y así confiar que el de Pinto acabase por ceder, más por falta de equipo y soledad frente a los matones de patio en comandita que por la superioridad de sus rivales. Pero las estrategias del valetudo con plato pequeño y piñón grande aquí ya no convalidaban porque Contador ya no estaba en un pedestal, era uno más entre un grupo de hasta cinco o seis corredores que usando bien sus bazas podrían haber campeonado en los Elíseos.
El propio Contador había democratizado la contienda al intentar Giro-Tour en una decisión cuando menos curiosa y difícil de entender si no estuviesen sus chuletones de clembuterol y lasuspensión de la UCI de por medio. No es casualidad que algunos de los momentos más memorables de esta edición viniesen acompañados de broncas desde el sillín; Voeckler ayer contra... todo su puto grupo por no hacerle el trabajo que como líder le correspondía e ir a por Andy y Contador; Evans con Contador cuando al español se le pararon las piernas y dejó de encabezar la persecución a Andy en el Galibier; y ayer Andy y Evans también se las tuvieron cuando no se ponían de acuerdo sobre si Contador era amenaza o no y quién debía ir a por él.

-Que me dicen por el pinganillo que ahora tenéis que tirar vosotros.
- Fghsfhlsdgghhlfs.....aymamitaquememuero!
-Jefe, que o vamos ahí to locos a darlo todo o nos dan petan el bul duramente.
Ese delicioso desconcierto lo ha patrocinado Contador, que al mostrarse falible ha propiciado un juego de tronos que también aquí se ha mostrado de un entretenido para no echar gota. No creo que Evans o Andy sean unos monas pichafrías que no saben/quieren atacar, sino que más bien se habían adaptado a un statu quo en el que al final siempre les tocaba un papel secundario y tenían que esperar un primer movimiento de Contador para saber cómo responder, y ahora que éste no tenía fuerzas para protagonizar la historia, les ha cogido a pie cambiado y no sabían muy bien cómo ni cuándo debían ellos asumir ellos ese rol. Pero cojones, tanto el uno como el otro cuando se han ubicado y le han visto las orejas el lobo han sabido ofrecernos pan y circo con generosidad.
Y lo de Contador ayer recuperándose de la pájara en menos de 24 horas... pues será el chuletón y que le sepa rico pero nos ha permitido disfrutar como enanos al dinamitar la carrera cuando el guión ya parecía y casi todos lo daban por muerto. "Mal enterrado y con ganas de mambo" así fue lo de Contador ayer. Me lo pido como epitafio.