Si sabéis categoricamente que yo la tengo más gorda que ninguno.
Al pasar Nueva Orleans dejo atrás sus lagos iridiscentes y luces de gas amarillo pálido | pantanos y estercoleros | aligátores arrastrándose sobre botellas rotas y latas | moteles con arabescos de neón | chaperos desamparados que susurran obscenidades a la gente que pasa.
Por dios si!!! La verdad es que pese a que me he arrastrado como un gusano de amiga en amiga con mi mejor cara de aflijido desde la segunda semana de enero (de 1982 cuando lo de Naranjito y Limoncete [o era Citronio??] y fue porque unos amigos me convidaron para celebrar que en nuestro grupo nos había tocado Honduras y luego para que, que acabamos empatando y pidiendo la hora) que no me la ha chupado nadie.