Nada comparado con el cierre del SEPU que había más o menos enfrente. Eso sí que fue una pérdida.
Varios medios de comunicación reproducen las declaraciones del gerente de Madrid Rock, que culpa del cierre principalmente a la piratería.
"La tienda no era rentable. La piratería ha acabado con nuestro negocio, pero casi tanto como la piratería, nos ha hecho daño el desprestigio del soporte (...), nadie lo quiere regalar ni comprar"
Algunas ideas: la descarga ilegal por internet y el manta por supuesto que habrá influido, pero mantengo que menos de lo que suelen decir los medios de comunicación. Pienso que hay principalmente dos problemas, a saber, los precios y el propio concepto de distribución de música que encarna Madrid Rock.
En cuanto al tema del precio, Wendgo ha mencionado el cierre del Sevilla Rock. Bien, pues liquidaron existencias y lo vendieron ABSOLUTAMENTE TODO. La causa fue que en la liquidación vendieron con descuentos del 33% y más.
Una cosa está clara: si pones a la venta un bien por más dinero del que la gente está dispuesta a pagar, no vendes una mierda. Y sólo existe piratería en bienes en los que, o bien existen unas existencias limitadas —no es el caso que nos trata—, o bien está restringido legalmente —tampoco es el caso— o bien su precio está hinchado de manera artificial, generalmente por prácticas oligopolísticas —aquí sí que entra el tema musical—. Y hay que contar también con las discográficas que prácticamente les obligan a comprar un gran
stock de productos.
Sobre el otro motivo que señalaba, aparte de la competencia desleal que sufren por parte de las grandes superficies y de la tendencia a la concentración —efectos no exclusivos del mercado musical, sino de casi todos los sectores—, existe el cambio de manera de adquirir música, que ha surgido principalmente a raiz de la generalización de internet. Por ejemplo, es muy corriente —o al menos, a mí me pasa muy a menudo— que de el nuevo disco que saca el grupo que sea, sólo te gusten dos o tres canciones. ¿Te vas a comprar todo el CD sólo por esas canciones, aunque no te gusten el resto? Eso se evita si te bajas las canciones por internet. Y no hablo sólo de bajártelo con el emule, sino incluso pagando (con el iTunes o similares).
O la simple vagancia. Si puedo conseguir lo que quiero desde mi casa, ¿para qué voy a moverme?
Hay muchos motivos más (como el encabronamiento colectivo que está generando la mafia de la SGAE, que hace que muchos pirateen por simple amor propio), pero creo que los dos que menciono son muy claros.
Los tiempos y las tecnologías cambian. Nadie repara en que la aparición de las impresoras hundió el mercado de las máquinas de escribir —¿qué habrá sido de la empresa Olivetti?—, o en que con las cámaras digitales ya casi nadie compra carretes fotográficos, o en que desde que existe internet tuvieron que cerrar todos los cines X, ya que todo el mundo se baja el porno de internet.